Conociendo el patrimonio y la riqueza natural de Murcia

Real Casino de Murcia.   Foto: Montse Sánchez

El libro viajero no se ha tomado vacaciones, no… Bueno, en realidad está gozando de unas vacaciones que ya querríamos todos. El caso es que la semana pasada estuvo en Murcia y, aunque se ha hecho esperar, el post correspondiente por fin está aquí.

Adelanto que esta semana va a haber doble ración, porque el recorrido de Pau y compañía no se detiene, y ya está listo el documento de su paso por otra de las ciudades con más historia y más riqueza patrimonial de España, antigua capital de su propio reino, hoy integrado en una comunidad autónoma del interior. Lo he puesto facilito, ¿verdad? El jueves, la respuesta.

Montse Sánchez ha sido la anfitriona de ‘El viaje de Pau’ durante su estancia en Murcia, no sólo en la capital, sino también en la preciosa comarca del Valle de Ricote, apuesto a que desconocida por buena parte de quienes leéis esto. Cuando acabéis el artículo tendréis un nuevo destino que añadir a la lista de lugares para visitar. 

Quiero agradecer a Montse y a su familia el tiempo y la atención dedicada a su encantado huésped. Cuando di inicio a esta aventura no esperaba tanta entrega por parte de quienes han aceptado participar en ella. No quería que la visita de Pau importunara más de lo estrictamente necesario porque soy consciente de que el tiempo es un bien escaso y todos tenemos obligaciones y proyectos que lo ocupan en buena parte. Sin embargo, lo que me estoy encontrando son auténticas guías de viaje escritas con una sensibilidad y calidad que las hacen dignas de aparecer en las mejores publicaciones turísticas. Y lo que queda por delante…

Un apunte más antes de dejaros con la ruta por Murcia. Montse fue una de las primeras lectoras de ‘El viaje de Pau’, cuando no era más que el pdf del manuscrito tecleado en Word. No nos conocíamos de nada. Coincidimos en un debate en Linkedin y se me ocurrió proponerle la lectura. Los escritores necesitamos opiniones objetivas, ajenas a nuestro entorno, que nos ayuden a evaluar el potencial de la obra, y debo decir que la de Montse me fue muy útil para confiar en el trabajo realizado.

Ahora sí, os dejo con la estancia de Pau en tierras murcianas…

Plaza Cardenal Belluga, con la Catedral al fondo.   Foto: Montse Sánchez

Con Pau estuvimos en algunos sitios de Murcia ciudad por los que me encanta pasear y disfrutar de las vistas. Empezamos en la Plaza Cardenal Belluga, frente a la fachada barroca de la Catedral de Murcia. Es una de las catedrales más bonitas de España, y de las más ricas artísticamente hablando.

Edificio anexo al Ayuntamiento en la plaza Cardenal Belluga.   Foto: M. Sánchez

En la misma Plaza Cardenal Belluga se encuentra el edificio anexo del Ayuntamiento, diseñado por Rafael Moneo. Personalmente, me encanta este edificio. Y en el reflejo de la ventana grande se ve la torre de la catedral.

Fachada del Palacio Episcopal.   Foto: Montse Sánchez

Más fotos en la Plaza Belluga, pero esta vez delante del Palacio Episcopal. Y como mis hijos han estado muy involucrados con la visita de ‘El viaje de Pau’, pues uno de ellos es el que lo sostiene en la imagen.

Cúpula de la Capilla de los Vélez en la Catedral de Murcia.   Foto: M. Sánchez

Por supuesto, llevamos a Pau al interior de la Catedral. Visitamos la Capilla de los Vélez, con su cúpula de estilo plateresco y desde 1928 declarada Bien de Interés Cultural. Es un rincón en el que merece la pena deleitarse por el detalle de los ornamentos.

Interior del Real Casino de Murcia.   Foto: Montse Sánchez

Cuando salimos de la Catedral dimos un paseo por la calle Trapería, y decidimos entrar al Real Casino de Murcia, que es otro edificio de los que hay que conocer cuando se visita la ciudad. Empezó a construirse en el siglo XIX. Hace unos años se rehabilitó y ha quedado como era en sus inicios. Es una maravilla, sino juzgar vosotros mismos.

Teatro Romea de Murcia.   Foto: Montse Sánchez

El paseo lo cerramos frente a las puertas del Teatro Romea, recientemente restaurado y, aunque pequeño, una maravilla para disfrutar. La última vez que estuve fue para ver ‘Sin paga nadie paga’, una obra de actualidad que hace cuando menos que nos removamos en la silla para reactivarnos.

La mañana no dio más de sí, pero mereció la pena. Éste es un paseo para los amantes del arte arquitectónico y de carácter urbano. La siguiente ruta es para los amantes de la naturaleza.

Como vivo en la Vega Alta del Segura, concretamente en la comarca de El Valle de Ricote, lo que predomina es el agua, de una importancia vital en la zona, ya que básicamente se vive de la agricultura (por algo se conocía la región por ser la huerta de Europa).

‘El viaje de Pau’ visitó el colegio Juan XXIII de Abarán.   Foto: Montse Sánchez

Pau visitó el colegio de mis hijos, donde lo recibieron con mucha alegría, ilusión y curiosidad. Tengo que decir que los niños han resultado ser muy buenos prescriptores.

Playa fluvial El Jarral, en la Vega del Segura.   Foto: Montse Sánchez

Luego nos fuimos de excursión por la Vega del Segura, a conocer la riqueza natural y las infraestructuras relacionadas con el agua; como decía, de vital importancia para la agricultura de la región. Nos acercamos al paraje conocido como El Jarral, una playa fluvial que, aunque actualmente se desaconseja el baño, cuando el calor aprieta se llena de bañistas. De niña mi abuela nos bajaba a los nietos a bañarnos allí y lo pasábamos genial.

La espectacular noria de Abarán en funcionamiento.   Foto: Montse Sánchez

No podía faltar la visita a la Noria Grande de Abarán, la más grande en funcionamiento en Europa, puede elevar más de 30 litros por segundo. En Abarán se puede hacer la Ruta de las Norias (son cinco), que para los amantes del senderismo es una jornada rica en el paisaje y divertida para toda la familia. Con Pau no nos dio tiempo a hacerla completa, pero la tenemos pendiente porque sabiendo lo que le gusta la naturaleza es seguro que disfrutará tanto como nosotros.

Paraje de las Canales en la Ruta de las Norias.   Foto: Montse Sánchez

Otro de mis rincones favoritos en Abarán se encuentra en la zona conocida como las Canales, que forma parte de la Ruta de las Norias. Menos mal que el intento de entubar el río quedó en eso, en un intento, porque hubiera sido una de tantas aberraciones de las que se cometen en este país.

Embalse del Azud de Ojós.   Foto: Montse Sánchez

Para terminar, llevé a Pau al Embalse del Azud de Ojós. Este embalse permite redistribuir el agua del trasvase Tajo-Segura a los regadíos de las provincias de Murcia, Alicante y Almería.

Como podéis comprobar ha sido un viaje corto pero bien aprovechado, con un poco de urbe y un poco de aire libre. Espero que os haya gustado tanto como a mí, y no lo dudéis, cuando os surja la oportunidad no dejéis de pasear por cualquier rincón de Murcia.

Desde luego, Montse, las ganas nos las has contagiado. Has llevado a Pau y compañía a lugares preciosos y muy interesantes. Estoy seguro de que has hecho descubrir la región de Murcia a mucha gente. Muchas gracias por tu hospitalidad.

No quiero despedirme sin avanzaros que ayer lunes Pau montó en avión por primera vez en este viaje y que durante el próximo mes va a disfrutar de unas vacaciones (esto sí que lo son, en toda regla) espectaculares. Atentos al blog.