En general Wittgenstein –como otros autores del siglo XX- ha concebido la filosofía como “análisis del lenguaje”, y en el conjunto de su trayectoria realizó dos propuestas filosóficas muy diferentes, es decir, elaboró dos respuestas bien distintas a la pregunta “¿qué es el lenguaje?"
En su primer libro, Tractatus lógico-philosophicus (1921), sostuvo que hay un lenguaje ideal y perfecto: el lenguaje de la Lógica. La lógica –la ciencia de la lógica- es clave porque en ella se expone y localiza la esencia inmutable y la estructura común al “mundo” y al “lenguaje” (encargado de reflejar como en un espejo los hechos del mundo).
En su segundo libro, Investigaciones filosóficas (1953), rechazó la tesis que había defendido con anterioridad, es decir, negó tanto la prioridad de la Lógica como la idea de que tiene que haber un único lenguaje ideal y perfecto. Su propuesta ahora es, en primer lugar, que el lenguaje principal es el lenguaje ordinario, el lenguaje común y corriente. Además sostuvo que el lenguaje cotidiano está integrado por una enorme variedad, una compleja maraña, de “juegos de lenguaje” irreductibles entre sí y que están incardinados en las distintas formas de vida o actividades humanas (por ejemplo el lenguaje de la ciencia, el lenguaje del arte, el lenguaje de la moral). ¿Por qué Wittgenstein comparó el lenguaje a un “juego”? Por varias razones, por ejemplo las siguientes:
1) Un juego se define por sus reglas (las cuales permiten unas jugadas e impiden otras): así el significado de las palabras o las frases se define por las reglas sociales de su uso en los contextos en los que actúan los seres humanos realizando su vida y llevando a cabo sus ocupaciones.
2) Un juego es un intercambio de jugadas entre varios jugadores y ¿qué se comparte en un juego de lenguaje? Se intercambian distintos tipos de “mensajes”.
3) Un juego cambia cuando cambian sus reglas y lo mismo le ocurre al lenguaje (los juegos del lenguaje surgen y cuando entran en desuso se extinguen).
En conclusión, puede afirmarse que Wittgenstein pasó de defender una concepción “logicista” del lenguaje a una concepción “pragmatista”, en la que la noción principal en torno a la cual gira esta teoría filosófica es la de “juegos de lenguaje”.