Consecuencias del diagnóstico tardío de la diabetes en niños

La cátedra de Nutrición Pediátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) ha realizado un completo estudio que indicaría que el diagnóstico tardío de diabetes en los niños dejaría secuelas en su salud a lo largo de toda su vida. La detección tarde de la diabetes tipo 1 tanto en niños como en adolescentes puede poner inclusive en riesgo la vida de los niños.

Lo sorprendente es que a pesar de los grandes y diversos adelantos tecnológicos en el campo de la medicina en los últimos treinta años, hoy en día se sigue manteniendo una buena proporción de niños y adolescentes con diabetes mellitus tipo 1 que no han sido diagnosticados. Olga Ramos, la directora de la carrera señaló durante el simposio médico “Niños sanos, niños felices”, lo siguiente:

“más del 1 por ciento de los niños diagnosticados tardíamente de diabetes tipo 1 fallecen o tienen secuelas importantes como trastornos neurológicos, de aprendizaje y visuales, como consecuencia del avance de la enfermedad”…”la diabetes tipo 1 es considerada como una hiperglucemia crónica, provocada por un déficit de secreción de insulina por parte de la célula Beta del páncreas”…”en ese proceso también hay un factor predisponente genético de autoinmunidad que puede ser desencadenado por causas del medio ambiente aún no identificadas como virales, bacterianas, tóxicas, alimentarias o emocionales”.

Explicando más en detalle las variantes:

“Esas alteraciones de las células Betas son las que ocasionan trastornos en la producción de la insulina, que es la hormona que permite el uso de la glucosa por los tejidos”…”la consecuencia de esa alteración es el incremento de la glucosa en la sangre (hiperglucemia) que cuando supera los 180 miligramos por decilitro pasa a la orina (glucosuria) arrastrando agua, sodio y potasio”…”esos cambios se manifiestan clínicamente por el aumento de la sed (polidipsia), de la cantidad de orina (poliuria), la pérdida de peso y alteraciones en el carácter como cansancio e irritabilidad, entre otras manifestaciones”…”la falta de un diagnóstico precoz de la diabetes lleva al niño a una deshidratación grave y la utilización de su tejido graso como fuente energética y finalmente, a la muerte en estado de shock”.

Todos los niños, de forma independiente de todo tipo de antescedente familiar, debe ser estudiado si se observa en su comportamiento un aumento en la cantidad de sed o de orina, ya que cabe la posibilidad de que padezca de diabetes, la consulta al médico se debe realizar sin tardanza para poder determinar, llegado el caso, el tratamiento que necesita.

Según Ramos, la terapia solamente consiste en:

“la administración de una dosis apropiada de insulina diaria, de acuerdo con la edad, el peso, la alimentación, la actividad física y la presencia de otras enfermedades intercurrentes”…”también debe suministrarse una alimentación adecuada a la condición del niño y al estado general de salud e incorporar actividad física regular y educación diabetológica, tanto para el chico como para su familia y entorno cercano”.

Vía | Los Andes
Foto | Ole Bebé

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