Suena a película de ciencia-ficción; conseguir neuronas a partir de células de la piel. Pero, una vez más, la realidad supera, y con creces, a la ficción. El pasado mes de agosto, aparecía en la revista Cell el artículo en el que se hacía referencia a este curioso y sin duda importante avance científico.
El equipo de investigación liderado por Liang Quiang consiguió la conversión directa de fibroblastos en neuronas funcionales, también conocidas células hiN. Para ello se han llevado a cabo procesos de ingeniería genética usando procesos de transducción de ADN mediante vectores similares a los virus, pero sin causar el efecto de estos.
Vemos como con una célula extraída del tejido epitelial (fibroblasto) podemos conseguir, tras un proceso de ingeniería genética, una neurona funcional que puede ser utilizada en terapia celular para determinadas enfermedades neurodegenerativas
El evitar la necesidad de utilizar células madre para obtener este resultado abre una nueva esperanza en la terapia celular para enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer, evitando así la controversia del uso de células madre, lo que podría agilizar la llegada de este interesante avance científico a su uso médico.
Pero no sólo tendrán su utilidad en la terapia celular, sino que, además, con este proceso se podrán sintetizar de una forma más sencilla y directa neuronas con las que se podrán llevar a cabo investigaciones de nuevos tratamientos terapeúticos, experimentando directamente en un tejido análogo al de los potenciales pacientes que necesiten estos tratamientos. De este modo, y gracias al descubrimiento de este equipo perteneciente a la Universidad de Columbia (EE UU), se podrán reproducir tejidos neuronales funcionales con los que poder llevar a cabo dichas pruebas, minimizando así los riesgos de la fase de prueba.
Un nuevo avance en la cura del Alzheimer
Aunque el descubrimiento más importante es, sin duda, la obtención de neuronas funcionales a partir del epitelio, nos encontramos, además, con que el grupo de trabajo liderado por Quiang ha conseguido sintetizar este tipo de células en pacientes afectados por el mal de Alzheimer, lo que sin duda facilitará los procesos de terapia celular para la lucha contra esta enfermedad, al minimizar al máximo los posibles problemas de rechazo de las nuevas células, dado que, además, han conseguido la integración fisiológica de estas células de nueva creación en el Sistema Nervioso Central (SNC).
Además, han conseguido también que, mediante el uso de técnicas genéticas, evitar la mutación de los segmentos responsables del mal de Alzheimer, denominados PSEN1, PSEN2 y APP, evitando así la formación de la molécula precursora de esta enfermedad, la proteína precursora de Amiloides, y favoreciendo la formación del antígeno beta, que es capaz de bloquear dicha proteína.