'No tengo tiempo ni para mirarme en el espejo', muchas madres se sentirán completamente identificadas con esta frase. El cuidado de un recién nacido requiere de una dedicación absoluta, especialmente si se le da pecho. La preocupación por el bienestar y la salud del recién llegado absorbe todo el tiempo a la mujer y cuestiones como su propia imagen pasan a un segundo plano.
Esto es un error, si una mujer no se siente a gusto consigo misma tampoco va a funcionar al cien por cien, y además tardará más en recuperarse, sobre todo en lo que respecta a la parte emocional.
Si al cansancio, el sueño y las nuevas responsabilidades le sumamos vernos espantosas será mucho más difícil sentirnos bien y disfrutar al máximo de la maternidad.
El cansancio y el agotamiento hacen que muchas veces nos olvidemos de nosotras mismas
Lo cierto es que después de parir la mujer no pasa por su mejor momento, el agotamiento hace mella en el rostro, la piel y el cabello, sin olvidar que tras el parto el cuerpo va a tardar un tiempo en volver a la normalidad, puede que haya sobrepeso que ahora será más evidente. Es importante tomar medidas desde el primer momento, la simple ducha diaria puede obrar milagros, despeja y permite aprovechar para aplicar una crema hidratante con la que poco a poco ir recuperando la elasticidad de los tejidos.
El descanso será el mejor remedio para las marcas de fatiga, aún así siempre podemos ayudar si utilizamos esos momentos de reposo entre toma y toma para aplicarnos una mascarilla por ejemplo, no lleva mucho tiempo y supondrá una gran diferencia para cuando nos miremos en el espejo.
Al principio nos costará mucho separarnos del bebé pero una vez esté la lactancia establecida y tengamos los horarios controlados debemos de reservar una parte del día para nosotras, podemos aprovechar una hora para ir a la peluquería o a la esteticien, seguro que después nos sentimos mucho mejor con nosotras mismas.
El vestuario y la ropa en el postparto: la vuelta a la vida normal
Otra buena idea es renovar un tanto el vestuario, seguramente nuestra figura tarde un tiempo en recuperarse pero esto no es óbice para no ir a la moda. Un pantalón que siente bien o un suéter bonito pueden hacer milagros en el proceso de recuperación.
Relacionado con este último punto está el ejercicio y la alimentación. La belleza empieza por dentro, si seguimos una dieta sana, rica en frutas y verduras y con el aporte de vitaminas necesario nuestro cuerpo nos lo va a agradecer, no solo recuperaremos antes el tipo sino que la piel y el cabello lucirán un mejor aspecto. La dieta debe ir acompañada de ejercicio. Este deberá realizarse de acuerdo con el estado en que se encuentre la mujer, poco a poco, a medida que las fuerzas y el tiempo lo permitan, se podrá ir incrementando. Es recomendable apuntarse a un gimnasio o centro deportivo de esta forma se crea una obligación y además servirá a la mujer para recuperar su vida social. Y si la economía lo permite también hay soluciones, como la electroterapia o las sesiones de drenaje linfático, que acelerarán todo el proceso.