- Evitar estar mucho tiempo de pié ó sentado. Utiliza sillas de respaldo recto con una altura que nos permita poner los pies en el suelo y tener las rodillas en línea horizontal con las caderas, la espalda debe estar apoyada en el respaldo y puede ser útil colocar un cojín en la zona lumbar.
- Evitar los esfuerzos y no cargar pesos. Para coger objetos del suelo o por debajo de la cintura flexione las rodillas y no la espalda. Para transportar un peso sosténgalo cerca de su cuerpo y mantenga la espalda recta.
- Evitar las posturas inadecuadas durante las tareas cotidianas. por ejemplo, la tabla de planchar debe tener una altura que permita mantener la espalda erguida y es recomendable utilizar un taburete o soporte de unos 10-15 cm de altura para apoyar alternativamente los pies con el fin de mejorar la postura de la columna.
- Dormir en cama dura. Conviene dormir de costado con las rodillas dobladas, nunca hacerlo en el sofá o colchón blando, hundido o con un soporte firme.
- Si padece obesidad, pierda peso.
- El calor es eficaz para mejorar la rigidez y aliviar el dolor. Se puede utilizar el agua caliente, paños calientes o la manta eléctrica.
- Tras crisis agudas o durante actividades laborales o de ocio, el uso de fajas lumbares aumenta el nivel de propiocepción (evitar los falsos movimientos) y disminuye las coacciones que se manifiestan sobre las vértebras.
- Túmbate con las piernas en alto. Túmbate en el suelo, con las pantorrillas apoyadas en lo alto de una silla y las rodillas dobladas en un ángulo de 90º. Más que ninguna otra postura, esta posición reduce la presión en la espalda.