El ronquido es un fenómeno que puede ser ocasional o frecuente, pero siempre resulta muy molesto para la persona que tenemos a nuestro lado. Casi está dado por la presencia esporádica de factores tales como
situaciones de estrés, obstrucción nasal o ingesta excesiva de alcohol o
alimentos ricos en grasas durante la noche.
No obstante, si sufres de un ronquido eventual, aquí tienes algunos consejos útiles para prevenirlo.
Acondiciona tu lugar de descanso. El colchón y la almohada que
utilizas, influyen en la producción de ronquidos. Esto se da por una
mala postura al dormir. Si no empleas los elementos correctos que se
adapten completamente a la forma de tu cuerpo, no lograrás una buena
posición de descanso e inevitablemente, roncarás. Compra una almohada
nueva y revisa el estado de tu colchón. De ser necesario, deberías
cambiarlo a la brevedad.
No consumas alcohol ni alimentos con alto contenido graso antes de
acostarte. Tampoco te retires a descansar ni bien terminas tu cena,
deja que pase al menos una hora para darle a tu cuerpo el tiempo de
digestión que necesita. Lo aconsejable es que comas alimentos que se
digieran fácilmente, como los vegetales, cereales y frutas. También
debes evitar el consumo de productos con altos niveles de azúcar. De
esta manera, obtendrás un mejor descanso y por ende, no producirás
ronquidos molestos.
Comienza a practicar algún deporte u otra clase de actividad
física. Esto relajará tus músculos durante el día y hará que llegues
agotado a tu lecho de descanso. La rigidez muscular provocada por malas
posturas, desaparecerá y te permitirá obtener el relax que necesitas
para dormir correctamente. Además, si tienes algo de sobrepeso, podrás
bajar unos kilos y eso mejorará tu calidad de vida en general.
Reduce e intenta controlar los
niveles de estrés. No te expongas a situaciones que te provoquen
malestar o un estado de nerviosismo. Los problemas cotidianos
relacionados al dinero, al trabajo o a lo afectivo, suelen generar
estrés. Debes tratar de manejarlos, realizando ejercicios de relajación y
respiración. Cada noche, puedes darte unos minutos para practicar una
rutina que te permita olvidar los pleitos del día para descansar
plácidamente.
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