En el post anterior nos aproximamos a las causas que pueden provocarnos una fobia, que como ya sabemos, es el miedo o repulsión desmesuradas hacia algo, pero ¿cómo podemos evitarla?
Debido a la intensidad con la que vivimos estos miedos puede que nos parezca casi imposible imaginarnos un futuro en el que podamos estar tranquilos delante de lo que hoy nos produce una respuesta fóbica, y en este caso el cine no ayuda a ser optimistas.
En la película española Musarañas (2014) se muestra cómo una de sus protagonistas padece agorafobia (temor a los espacios abiertos). Dejando a un lado la parte más cruenta del guión… Se representa bastante bien el sufrimiento con el que se vive una fobia.
Hemos recopilado los principales consejos que pueden ayudarnos a controlar o eliminar estos momentos tan desagradables, por difícil que nos parezca.
4 tips para mejorar las fobias
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Realizar una lista con todas las situaciones que nos aterran
Pensemos en nuestra fobia. Se trata de apuntar todas las posibles combinaciones o situaciones que pueden darse y que nos producen miedo, intentando visualizarnos en ese escenario, estableciendo así una jerarquía de menor a mayor intensidad en función a nuestra respuesta subjetiva de ansiedad.
Por ejemplo, si tengo miedo a los perros seguramente mi situación más temida será tocar a un perro grande y una de las menos intensas ver vídeos de perros ladrando.
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No pretender convertirnos en superhéroes
No se trata de combatir nuestra fobia hasta límites insospechados, sino de ser coherentes y ajustar nuestra exposición a aquello que más tememos y que es más o menos probable que ocurra.
Si tengo miedo a las serpientes puedo exponerme a sujetar una víbora en algún centro especializado, pero no es necesario enfrentarme a una mamba negra si no tengo pensado irme a vivir a África.
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No abandonar la situación si tengo una respuesta elevada de ansiedad
Nuestro instinto de supervivencia nos induce a enfrentarnos o a huir de los peligros, aunque es la segunda opción la más habitual. A corto plazo esta respuesta de escape nos produce bienestar, ya que la ansiedad desaparece, pero esto tiene un efecto colateral.
Esto se explica por el modelo de la curva de la ansiedad utilizado por muchos autores, que describen el recorrido de esta emoción como una elevación progresiva que llega al punto más álgido (el momento en el que experimentamos mayor ansiedad y en el que se produciría nuestra huida), pero que acaba disminuyendo de forma natural al cabo de un tiempo hasta desaparecer.
¿Qué pasa si huimos antes de que la ansiedad se rebaje? Que la próxima vez que nos enfrentemos a ese estímulo nuestra ansiedad se disparará desde el principio, haciendo más horrible nuestra experiencia. Sabiendo que si a pesar de ser un momento muy desagradable nos enfrentamos a ello y comprobamos cómo poco a poco conseguimos estabilizándonos, eso nos dará un mensaje positivo y de éxito personal que nos animará a seguir avanzando en nuestra exposición.
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Acudir a un profesional que nos supervise
Contar con este apoyo durante el proceso de elaboración y exposición de nuestra jerarquía, que controle nuestro timing personal y nuestras sensaciones es un gran predictor de éxito.