En estas semanas, no he parado de encontrar chistes y bromas sobre que no nos entra el pantalón, sobre lo mucho que engordamos y lo mucho que comemos. Incluso en las noticias escuché que de media, en Navidades, se cogían unos 3 kilos. ¡Qué barbaridad! Vamos, es lo que a mí me parece, ¿damos rienda suelta a nuestros apetitos más primitivos estos días o qué?
Es cierto que en estos días que han pasado, las reuniones familiares se suceden y la comida y el alcohol llenan las mesas cual banquete romano. Pero también es cierto que en nuestras manos estaba no cometer excesos.
Sí, me he pesado y no he engordado, no he cogido peso, sigo igual que antes de las navidades. Y sí, he tenido reuniones familiares, he comido dulces típicos y sobre todo, hemos comido muchas veces fuera de casa. Pero me he controlado. ¿Que en Nochebuena mi madre puso en la mesa más platos que en un banquete de boda? Pues ese día, al medio día, comí poco y sano, en la cena intenté no pasarme y al día siguiente volví a la comida sana y baja en calorías. ¿Que en Nochevieja volvimos a llenar la mesa de viandas? Cierto de nuevo, pero la clave estuvo en no pasarse al medio día y en seguir comiendo bajo en grasas los días siguientes. He comido roscón en varias ocasiones, mentiría si dijese que no y además, lo he disfrutado. Pero para compensar, lo he tomado con café en vez de chocolate y el resto del día, pues lo mismo, comida sana.
Bien, yo me he controlado estos días, pero sé que para muchas personas, este control ha sido difícil y ahora toca volver a la rutina y a dejar nuestro cuerpo sano y con el peso previo fiestas. Por eso, ahí van unos consejillos:
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Alcohol – El alcohol se sintetiza en el hígado y posteriormente en los riñones. Cada vez que ingerimos alcohol, nuestro hígado, que es muy sabio, trata de descomponerlo y eliminarlo en primer lugar, relegando a un segundo plano su otro trabajo (producir enzimas, digerir alimentos). Así que ahora que han pasado los días de brindar por todo, lo mejor es evitar el alcohol en todo momento, beber muchísima agua para rehidratar a nuestro organismo y si vamos a tomar alguna bebida alcohólica, hacerlo siempre con el estómago lleno. Un remedio que a mí me funciona para beber agua y que no se me olvide, es llenarme una botella de litro y llevarla conmigo, tenerla delante. De ese modo, bebo mucho. Y por supuesto, la relleno cuando se termina, que deberíamos beber unos 2 litros al día.
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Porciones pequeñas – Después de que nuestro sistema digestivo se haya visto saturado estos días, es necesario darle un respiro. Y que mejor manera que comiendo menos. Así que vamos a optar por usar platos más pequeños, para que las raciones de comida sean menos. Llenar un poco menos el plato es la clave. Y masticar mucho la comida, de ese modo facilitamos la tarea de la digestión.
- Ejercicio – Si estamos acostumbrados a hacer ejercicio físico, no nos será complicado retomar nuestras rutinas. En cambio, si eres mas del tipo sedentario, quizás ahora sea un buen momento para empezar. El ejercicio no solo ayuda a mantener el peso a raya; también es beneficioso para la salud cardiovascular, previene enfermedades, mejora la salud en general y tiene beneficios psicológicos. Así que no lo dudes. Si no encuentras tiempo para apuntarte al gimnasio, por lo menos aprovecha los días soleados para salir a pasear, a montar en bici, sube escaleras en vez de coger el ascensor, aparca un poco el coche y ve caminando a los sitios. Todo esto ayudará a quemar alguna caloría extra.
- Comida sana – No hace falta ser un gran cocinillas para comer bien, y sobre todo sano. La dieta mediterránea es una de las más saludables que existe. Para bajar esos kilillos de más, nada mejor que comer bien y con menos calorías. Disminuir el consumo de grasas, cambiar frituras por asados y planchas, evitar la bollería industrial y los alimentos precocinados, evitar la comida rápida y sobre todo, comer más verduras, frutas y hortalizas.
- Descanso – Yo ya estoy agotada de tanta fiesta, tantos días de acostarme tarde, levantarme pronto, pasarme el día fuera de casa…Así que vamos a tratar de descansar, dormir 8 horas seguidas (un sueño para muchos, con esta vida tan ajetreada que llevamos). Si tenemos oportunidad, una pequeña siesta reparadora. Y el sofá, ese querido aliado de mis ratos de ocio. Fin de semana, una película, el sofá, una manta, las piernas estiradas….no veo el momento de que llegue.
Ya sabes, no sólo después de las fiestas tenemos que cuidarnos. Estos consejos deberíamos incorporarlos a nuestras rutinas diarias y cuidarnos siempre. Nuestro peso y nuestra salud nos lo agradecerán.