En este post vamos a darte una serie de recomendaciones para mejorar la eficiencia y sostenibilidad medioambiental de tu casa, con el objetivo de conseguir una reducción apreciable de su consumo de energía dadas las ventajas que esta tiene tanto a efectos ecológicos como para la economía doméstica.
Hacer que nuestras viviendas sean más sostenibles es un reto que estamos obligados a afrontar si queremos legar un planeta habitable a las futuras generaciones. Además, el consumo excesivo de energía tiene a día de hoy más repercusión que nunca para las finanzas del hogar, dada la espiral alcista de la factura de la luz.
Por tanto, todo confluye para que hagamos una decidida apuesta por mejorar la eficiencia energética de nuestras viviendas, máxime si valoramos que esta no tiene por qué abocarnos al gasto que supone la realización de reformas, ya que podemos conseguir nuestro objetivo aplicando una serie de medidas básicas y haciendo pequeñas inversiones estratégicas, a las que les vamos a sacar rentabilidad muy pronto.
Recomendaciones para que tu casa sea más sostenible
Con estas ideas que te proponemos podrás poner tu granito de arena para la preservación del medio ambiente, y además te beneficiarás de un importante ahorro económico. ¡Toma buena nota!
Apagar completamente los aparatos eléctricos
Los ordenadores, televisores, electrodomésticos u otros aparatos que están en stand by (con la luz roja encendida) siguen consumiendo energía y engrosando la factura del suministro eléctrico. Asimismo, este encendido permanente también acorta la vida útil de los aparatos, provocando que deban ser sustituidos antes, por lo que si te habitúas a apagarlos totalmente lograrás un ‘win-win’ a efectos económicos.
Instalar termostastos
Los termostatos son dispositivos que tanto en su versión analógica como digital están destinados al control de las temperaturas en los inmuebles. Esta regulación es muy importante ya que permite programar la climatización en función de determinados tramos horarios, para que por ejemplo el aire acondicionado no esté activo a ciertas horas de la madrugada cuando no resulta necesario. Así, gracias a estos aparatos se puede conseguir un consumo mucho más eficiente y ahorrativo, resultando muy revelador en este sentido su presencia recurrente en cualquier habitación de hotel.
Tener la temperatura adecuada tanto en verano como en invierno
Precisamente los termostatos pueden ayudarnos también en otro importante aspecto como es la modulación de la temperatura de los sistemas de climatización,de acuerdo a unos límites preestablecidos que no comporten un excesivo consumo. No sería tanto cuestión de estar continuamente encendiendo y apagando el aire acondicionado o la calefacción (algo que también conlleva su gasto energético), sino de procurar regularlos para que en verano estén a unos 26ºC y en invierno a unos 20 ºC, unos niveles respectivos de temperatura que garantizan un óptimo confort térmico en el hogar en ambas estaciones.
Aprovechar el sol y el aire
Aunque no se pueda acometer una inversión para poner placas solares, esto no significa la imposibilidad de aprovechar la luz del sol que entra por las ventanas, sin ir más lejos para calentar la casa en invierno. Mientras que en verano podemos provocar efectos de corriente abriendo a las horas adecuadas puertas y ventanas, aunque eso sí siempre con cuidado para evitar portazos…
Cambiar ciertos hábitos en la cocina
Cocinar es una de las actividades más recurrentes en un hogar y al mismo tiempo es una de las principales fuentes de gasto energético. Por ello, es esencial adoptar prácticas como recurrir bastante a las ollas pronto, descongelar alimentos sacándolos fuera del frigorífico con antelación en vez de usar el microondas o si preparamos algo en el horno, no estar continuamente abriéndolo para ver cómo está lo que tenemos, ya que ello implica una pérdida de temperatura que se habrá de suplir gastando más energía.
Usar adecuadamente el lavavajillas y la lavadora
Como bien sabemos un lavavajillas o una lavadora consumen mucha energía, por ello es un auténtico despilfarro usarlos cuando tienen poca carga. Además, en el caso de la segunda hay que tratar de evitar el prelavado y el uso de agua caliente, que supone un gasto energético mucho mayor que la fría.
Utilizar bombillas LED
Las bombillas tradicionales consumen una cantidad ingente de energía en comparación con las LED, por lo que conviene optar por estas aunque sean más caras debido a que su menor consumo (hasta un 80% inferior ) y mayor vida útil (duran de media ocho veces más con respecto a las convencionales) harán que nos salga mucho más rentable tenerlas.
Esperamos que te sean de utilidad estas recomendaciones para tener un hogar más sostenible, un objetivo que resulta muy importante tanto a la hora de contribuir a la conservación del medio ambiente como para nuestra economía doméstica, que se beneficia bastante apreciablemente de la eficiencia energética, particularmente en una coyuntura como la actual en la que se está produciendo una escalada exponencial en los precios de la electricidad.
Este post es autoría de Ecocosas puedes ver la entrada original en Consejos para tener un hogar más sostenible