Conoce los proyectos en primera persona
A través de las principales ONGs puedes apadrinar a un niño mediante una aportación económica; pero muchas veces la gente tiene dudas de si el dinero llega, si habré elegido la Organización adecuada, o simplemente te gustaría implicarte un poco más y conocer la magnífica labor diaria que realizan en el terreno.Pues bien, algunas de ellas, como la Fundación Vicente Ferrer, te ofrecen la oportunidad de pasar 3-4 días conociendo los proyectos que desarrollan con las comunidades locales, en este caso de Anantapur, India, y así comprobar en primera persona las necesidades reales y los resultados de cada proyecto, lo que hace el viaje sea muy gratificante y conozcas directamente a los beneficiarios de tus aportaciones.
Voluntariado
Otra forma muy solidaria de viajar, aunque también llena de controversia, es el voluntariado. Consiste en participar durante un mes como mínimo a alguno de los proyectos de una ONG que tenga estos programas tanto a nivel nacional como internacional, y realizar tareas diarias que ayuden directamente a las comunidades más necesitadas.Existen múltiples programas que van desde ayudar a construir colegios, pasando por dar clases a personas adultas que necesiten formarse para poder encontrar un trabajo, o concienciar a las familias de que sus hijos deben ir a la escuela y no trabajar en vertederos o crecer entre bandas violentas.
La implicación la elige cada uno, así como el periodo de tiempo de la colaboración. Si bien, no puede ser menor a 30 días, ya que los proyectos tienen que tener una continuidad en el tiempo y es muy importante ser responsable y consecuente con ellos.
Si quieres más información, puedes acudir a Webs como la Plataforma del Voluntariado en España o Hacesfalta y conocer las ONGs que ofrecen esta oportunidad.
Turismo sostenible
Este tipo de turismo tiene cada vez más adeptos. No es nada más que viajar de manera que beneficies a las comunidades locales y respetes sus costumbres y su cultura y tengas un bajo impacto sobre el medio ambiente.Alojarse en hoteles donde los beneficios vayan a las personas que viven en la zona y no directamente a los gobiernos o las grandes cadenas hoteleras es una manera de ayudar de manera sostenible.
Si quieres comprar comida fuera de un restaurante, una opción muy buena es adquirirla en mercados locales. Te aseguras que el dinero se lo quedan las familias de la zona y así puedes probar los maravillosos productos autóctonos de una manera única.
Recuerda siempre que los niños tienen que ser niños y tu relación con ellos tiene que ser cuidadosa. En muchos países los más pequeños son usados como reclamo para los turistas y para vender souvenirs en vez de estar en la escuela o jugando. Ya es opción de cada uno cómo implicarse y participar.
Si queréis darles alguna cosa, os recomiendo que sea algo que puedan disfrutar sin que tenga efectos secundarios. Como ejemplo os pondría los caramelos; parece lo más fácil y desde luego les van a encantar, pero tener en cuenta que tienen mucho azúcar y pueden provocarles problemas de salud que no podrán solucionar en el futuro por falta de medios. Lo mismo ocurre con la comida. Quizá una hamburguesa sea beneficiosa para nosotros, pero para alguien que sólo conoce el arroz y la sopa, una hamburguesa no le hace ningún bien.
Haz un hueco en tu maleta
Esta opción es muy interesante y realmente no nos supone un tiempo ni un esfuerzo adicional al del propio viaje. Consiste en llevar en tu maleta o mochila material que pueda ser útil y necesario para la población más necesitada en el país que vayas a visitar. Cuadernos, lápices, pastillas de jabón, son algunos de los materiales que puedes llevar contigo y repartirlos en el destino.Si bien, a veces estamos un poco perdidos a la hora de saber qué llevar y si realmente lo que llevamos en la maleta es necesario para ellos. Por eso, os recomiendo Trip-Drop, cuyo objetivo es buscar en todo el mundo las necesidades reales de las comunidades más humildes para que los viajeros conozcan fácilmente qué deben llevar y donde entregarlo. Es muy fácil, eliges el país, y descubres que en la comunidad camboyana de Kouk Chack necesitan jabón, arroz y zapatos para los niños. Entonces si viajas a Camboya y vas a pasar cerca de esta zona, no olvides llevar en tu maleta alguna de estas cosas, o lo que es mejor, comprarlo en el propio país para que el beneficio sea doble.
Estas sólo son algunas opiniones y consejos para realizar un viaje más real y solidario, si bien seguro que existen más opciones que no he mencionado. ¿Conoces alguna más? ¿La has vivido en primera persona? ¡Me encantaría conocer tu experiencia!