Constantino II de Grecia, príncipe de Dinamarca, Atenas, Grecia, 2 de junio de 1940 – Atenas, 10 de enero de 2023)fue el último rey de los helenos desde su ascenso al trono, en 1964, hasta la abolición del título, en 1973.
Era hijo del rey Pablo I de Grecia y Federica de Hannover. Pertenecía a la Casa de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, también llamada Casa de Glücksburg, una rama de la dinastía danesa de Oldemburg.
Fue conocido hasta su fallecimiento como Constantino de Grecia, nombre oficial que figura en español en su pasaporte diplomático danés. Sin embargo, utilizaba el título de forma oficial en Dinamarca, o por cortesía en algunos países, de Su Majestad el rey Constantino II de Grecia, príncipe de Dinamarca. Los títulos reales de la familia real griega no son reconocidos en Grecia, donde no existen los títulos nobiliarios, pero son reconocidos oficialmente en Dinamarca ya que todos sus miembros son príncipes de Dinamarca por ser descendientes del rey danés Cristián IX. Era hermano de la reina Sofía de España y de la princesa Irene de Grecia y Dinamarca. Familiarmente, sus padres y hermanas lo llaman «Tino».
Su breve reinado estuvo marcado por la inestabilidad política y por la Dictadura de los Coroneles. A comienzos de 1967 un golpe de Estado militar depuso al gobierno existente y estableció una junta militar gubernamental. El juramento de fidelidad que Constantino, como rey y jefe de Estado, tomó a la junta militar le granjeó un fuerte resentimiento popular. En diciembre de ese año el rey fracasó en su intento de derrocar a la junta con un contragolpe militar, y él y su familia marcharon al exilio.
En junio de 1973, el gobierno militar griego depuso a Constantino II como rey, hecho confirmado por un referéndum nacional, tras la restauración del gobierno democrático civil en 1974, en el que la opción de la república obtuvo cerca de un 70 % de los votos. Esto significó el fin de la monarquía en Grecia, aunque Constantino jamás ha renunciado a sus derechos dinásticos al trono heleno.
Realizó frecuentes viajes al país para gestiones inmobiliarias y familiares, y estuvo en litigio con el gobierno griego sobre la compensación a percibir después que este se incautara de las propiedades de la antigua familia real. Tuvo una presencia destacada en todos los actos oficiales de la realeza europea con la que está estrechamente emparentado.
Durante mucho tiempo residió en Londres a consecuencia de su exilio, pero eso fue hasta 2013, año en que decidió vivir permanentemente con su familia en una de sus residencias en Grecia.
Constantino nació en Psykhikó, cerca de Atenas, segundo hijo de los entonces príncipes Pablo, hermano del rey Jorge II, y Federica. Desde su nacimiento le fue adjudicado el tratamiento de Su Alteza Real, y el de príncipe de Grecia y Dinamarca (Su familia, los Glücksburg, eran originarios de Dinamarca y Constantino es oficialmente príncipe de Dinamarca, título que conserva en la actualidad). Cuando tenía un año de edad, las fuerzas del Eje invadieron Grecia y la familia tuvo que permanecer en el exilio en Egipto y Sudáfrica. De regreso a Grecia, fue educado en una escuela preparatoria, el Instituto Anavryta en Atenas, y posteriormente entraría a estudiar en las academias militares. Cuando el rey Jorge II, su tío paterno, murió en 1947, su padre se convirtió en rey, y Constantino en Diádocos, heredero de la corona.
Recibió una buena educación deportiva. En 1960 ganó la medalla de oro con los otros dos miembros del equipo griego de vela, durante los Juegos Olímpicos de Roma 1960, siendo la primera vez que griegos conseguían este galardón en la etapa moderna de los Juegos.
Es buen nadador y es cinturón negro de karate. Fue jefe del movimiento scout de su país y presidió el undécimo Jamboree Scout Mundial en 1963. En 1964 se casó con una princesa danesa, su prima Ana María de Dinamarca, hermana de la actual reina Margarita II.
Rey de Grecia (1964-1967)
En 1964, poco antes de la boda de Constantino, falleció el rey Pablo I y Constantino accedió al trono con el nombre de Constantino II. El joven rey era visto por una parte considerable de la opinión pública como inexperto y sujeto a la influencia de su madre, persona de carácter conservador y creía en las prerrogativas de la monarquía. Pero en el contexto político de aquel año se esperaba del joven rey y del nuevo primer ministro que se superaran las disensiones del pasado.
Grecia se encontraba todavía muy afectada por los efectos de la guerra civil que había terminado hacía 15 años, y la vida política estaba polarizada entre la facción derechista, monárquica, representada por el partido Unión Radical Nacional (ERE) del primer ministro Constantinos Karamanlís, y el partido centrista republicano Unión de Centro (EK), heredero del líder liberal Eleutherios Venizelos y liderado por Georgios Papandreu. Ese año, tras ganar las elecciones generales de febrero de 1964, Papandreu se acababa de convertir en primer ministro poniendo fin a 11 años de liderazgo de Karamanlis.
El «golpe real»
En un principio, las relaciones entre el rey y Papandreu fueron relativamente tensas. Aunque Papandreu era republicano, consintió en que el rey aprobara las designaciones de los puestos militares. Estalló entonces un escándalo en el ejército, en el que supuestamente un grupo de jóvenes oficiales de izquierda (llamado ASPIDA) pretendía hacerse con el control de las fuerzas armadas, y en el que habría estado involucrado Andreas Papandréu, hijo del primer ministro. Para solucionar la crisis, Georgios Papandreu consideró tomar él mismo el control del ministerio de defensa. El rey rechazó esa posibilidad, y después de varios desencuentros entre el monarca y el primer ministro que se tornaron en abierta enemistad, obligó a Papandreu a dimitir el 15 de julio de 1965. Constantino se negó a convocar elecciones generales, contrariamente a lo estipulado por la Constitución de 1952, y nombró en el acto a su sucesor, el conservador Georgios Athanasiadis-Novas. Estos acontecimientos y la crisis política derivada se conocen como «el golpe real» (Το Βασιλικό Πραξικόπημα) o Apostasía o Iouliana («Acontecimientos de julio», en griego), produciéndose grandes manifestaciones en las que se exigía un plebiscito.
Como parte de un recorrido por las Cícladas, el rey Constantino II y la reina Anna-Maria desembarcan en el puerto de Mykonos, donde son recibidos por las autoridades locales y los isleños.
El rey Constantino II y la reina Anna-Maria, caminan por las estrechas calles de Mykonos. Los turistas fotografían a la pareja real, que recibe una cálida bienvenida de un sacerdote en la isla. (30/9/1965)
El rey Constantino II y la reina Anna-Maria,desembarcan en el puerto de Sifnos (10/02/1965)
El rey Constantino II y la reina Anna-Maria visitan el templo sagrado de Nuestra Señora del Paraíso en Paros. (1/10/1965)
La Reina Anna-Maria visita un orfanato de niños en Syros, donde es recibida calurosamente por los niños (29/9/1965).
Inestabilidad parlamentaria y política
A la salida de Papandreu del gobierno, cinco primeros ministros fueron nombrados por Constantino en menos de dos años, sin que ninguno lograra formar un gobierno estable ni obtener un voto de confianza del parlamento.
Athanasiadis-Novas no logró el voto de confianza del Parlamento, por lo que Constantino le sustituyó el 20 de agosto por Ilias Tsirimokos que tampoco logró formar un gobierno estable. Constantino nombró entonces a un disidente del partido centrista EK de Papandreu, Stephanos Stephanopulos, para que formara gobierno. Sus miembros fueron apodados despectivamente «Los apóstatas de julio» y gobernaron hasta diciembre de 1966 en medio de una ola de huelgas y manifestaciones apoyadas por el partido conservador ERE. Después de la dimisión de Stephanopulos, Constantino nombró a un cuarto primer ministro, Ioannis Paraskevopulos, que constituyó un gobierno provisional hasta que se celebraran elecciones, convocadas para el 27 de mayo de 1967. Pero su gobierno duró poco y el último primer ministro designado por el Rey, Panagiotis Kanellopulos, llegó al poder el 3 de abril de 1967.
Se esperaba una victoria electoral del partido de centro EK. Dada la avanzada edad de Georgios Papandreu, tanto el Rey y los partidos conservadores como el Departamento de Estado de los Estados Unidos temían que su hijo Andreas Papandreu tomara el relevo en la dirección del partido centrista, implicando un posible giro parlamentario hacia la izquierda, y una mayor influencia del partido socialista EDA (el partido comunista KKE era ilegal y no podía concurrir en las elecciones). A principios de abril de 1967, el rey Constantino se entrevistó para tratar el tema con el entonces embajador de Estados Unidos en Grecia, Phillip Talbot, y le preguntó por la actitud que tendría su gobierno en caso de que buscara una solución extraparlamentaria. Constantino siempre ha negado dicha conversación, en contra de lo declarado por el propio Talbot y el consejero político de la embajada estadounidense en Atenas, John Day. Según estas mismas fuentes, Constantino se reunió a principios de abril con altos mandos del ejército que le aseguraron que las fuerzas armadas no iban a tomar ninguna iniciativa antes de las elecciones.
Desde noviembre de 1966, un informe de los servicios de inteligencia del Departamento de Estado de Estados Unidos titulado Clouds on the Greek Horizon (Nubes en el horizonte griego), avisaba de la existencia de una trama militar por parte de oficiales de rango medio, destinada a impedir el probable resultado de las elecciones y a mantener a la fuerza la estabilidad política del país con un régimen autoritario.
El golpe de estado
Las elecciones estaban previstas para el 27 de mayo de 1967, pero un grupo de militares derechistas de ideología nacionalista dirigidos por Georgios Papadopoulos dieron un golpe de estado el 21 de abril. Los oficiales tenían puestos secundarios en el ejército (la mayoría eran coroneles). En la mañana del 21 de abril, las tropas detuvieron a todos los líderes políticos, incluso el primer ministro, tomaron el control del gobierno, del parlamento, del ministerio de defensa y de los principales medios de comunicación, e impusieron la ley marcial. Rodearon con tanques la residencia real de Tatoi, para evitar la resistencia del rey. Al día siguiente, Constantino visitó el Ministerio de Defensa, donde se encontraban reunidos los líderes golpistas y el primer ministro Kanellopoulos, que se encontraba bajo arresto. Después de una discusión, el monarca aceptó colaborar y tomar juramento al nuevo régimen dictatorial, a condición de que la junta militar aceptase colocar en el gobierno a cierto número de políticos civiles, entre ellos un monárquico, Konstantinos Kollias, como primer ministro, a lo que los militares accedieron. En los días siguientes, unas 10.000 personas fueron detenidas arbitrariamente sin juicio.
Constantino siempre mantuvo que su breve colaboración con el golpe de los coroneles fue una maniobra táctica que le permitiría ganar tiempo para organizar un contragolpe. Declaró más adelante que quiso manifestar públicamente su desagrado con el régimen al adoptar un gesto sombrío en la fotografía oficial de su juramento a la Junta. El depuesto primer ministro Kanellopoulos declaró en el juicio a los coroneles de 1975 que había suplicado Constantino de que no prestara juramento, dado que este acto equivalía a legitimar el régimen golpista. Constantino declaró más tarde que lo hizo a fin de evitar un baño de sangre.
La dictadura militar
Las relaciones con la Junta no serían sin embargo buenas. Constantino, acostumbrado como su padre a tener un papel activo en la política, no parecía muy dispuesto a permanecer como una figura decorativa. Aunque los coroneles eran anticomunistas y dispuestos a colaborar con la OTAN y las potencias occidentales, la opinión pública internacional se mostraba temerosa de la situación en Grecia. En esa situación, el rey Constantino visitó Washington en el otoño de 1967, donde se entrevistó con el presidente Lyndon B. Johnson.
El 13 de diciembre de 1967, Constantino II decidió lanzar un contragolpe contra el régimen dictatorial. Como Atenas estaba bajo el control de la junta militar, el rey viajó en la madrugada hacia la ciudad de Kavala, al norte del país, acompañado de toda su familia y del primer ministro Kollias. En Kavala, Constantino pretendía reunirse con tropas leales a la monarquía, organizar una fuerza, y avanzar hacia Salónica, tomar la ciudad, y crear ahí un gobierno paralelo. En Kavala, Constantino fue bien recibido. Las fuerzas armadas destacadas en esa ciudad estaban bajo el mando de un general leal a él. La fuerza aérea y la armada, ambas dirigidas por generales realistas que no habían estado involucrados en el golpe de estado, se mostraron decididas a apoyar a Constantino, mientras que otros oficiales cortaron la comunicación entre Atenas y el norte de Grecia.
En lugar de organizar una movilización rápida, Constantino prefirió reunir una fuerza lo suficientemente grande para avanzar hacia Salónica. Antes de que eso pasara, los generales leales a Constantino fueron arrestados por oficiales de segundo orden proclives al régimen militar, y éstos pusieron en marcha una fuerza que marchó a Kavala para arrestar al rey. Habiendo fracasado su intento de contragolpe, el monarca decidió marcharse al exilio a bordo del avión real, con toda su familia y su primer ministro.
El 14 de diciembre de 1967 la familia llegó a Roma. Constantino no regresaría a Grecia durante todo el resto del gobierno militar, y de hecho nunca regresaría como rey.
El coronel Georgios Papadopoulos asumió él mismo como primer ministro y Georgios Zoitakis fue designado como regente.
Al año siguiente, el gobierno de la dictadura envió intermediarios al rey para negociar los términos de su regreso al país. Constantino por su parte insistió en la restauración de la democracia como requisito para regresar. En noviembre de 1968, el régimen promulgó una nueva constitución que mantenía la monarquía en Grecia, pero le quitaba todos sus poderes al monarca. El gobierno entonces fijó un gobierno monárquico regente que funcionaría hasta que el rey aceptara el nuevo orden.
En 1973 la dictadura militar, que nunca había sido apoyada por el pueblo griego, se había vuelto más impopular aún, y en mayo hubo un intento de golpe de manos de militares monárquicos de la Armada, sin el apoyo de Constantino. En venganza, Papadopoulos declaró a Grecia una república el 1 de junio, decisión que fue refrendada por un plebiscito el 29 de julio, en la que participaron inclusive las facciones opuestas a la dictadura, tras lo cual Papadopoulos se proclamó a sí mismo como presidente, pero en noviembre ocurrió un golpe dentro de la misma junta militar organizado por Dimitrios Ioannides, quien colocó al general Phaedon Gizikis como nuevo presidente.
Fin de la dictadura y vuelta de la democracia
En julio de 1974, la dictadura militar perdió credibilidad después de promover un golpe de estado en Chipre, y terminó por caer. Ese mismo año regresó del exilio Constantinos Karamanlis y se convirtió en el primer ministro de un gobierno provisional hasta la celebración de elecciones democráticas. La nueva administración encontró ilégitima la Constitución del régimen militar y restableció por decreto la de 1952, que establecía la forma de gobierno de Grecia como una monarquía constitucional, lo que dejaba pensar que Constantino era reconocido nuevamente como monarca. Se quedó en Londres, confiado en que se le invitara a regresar a Grecia.
Después de la victoria de Karamanlis en las elecciones parlamentarias de noviembre de 1974, en las que su partido Nueva Democracia obtuvo 54.4 % de los votos, al mes siguiente se puso en marcha el referéndum sobre si Grecia debía ser una monarquía o una república. Aunque Karamanlis era el líder tradicional del partido conservador monárquico, la derecha votó por la república, lo mismo que el centro. Reprochaban a Constantino II su intromisión en la vida política más allá de sus prerrogativas constitucionales, y las indebidas influencias políticas ejercidas por otros miembros de la familia real que no tenían un papel constitucional. Todo apuntaba a la madre del Rey, la reina Federica.
Constantino era también criticado por su apoyo a la junta militar en 1967 y su negativa a cortar relaciones con la Junta durante su exilio, su papel en la dimisión de Papandreu en 1965 y su rechazo entonces a convocar elecciones, lo que según muchos había conducido al golpe de estado de abril de 1967.
El voto a favor de la monarquía representó sólo el 31 %. En 1985, el líder de Nueva Democracia, Constantinos Mitsotakis, declaró que el referéndum había sido poco limpio, porque Karamanlis no le permitió al rey realizar en persona una campaña política en Grecia. Se le había permitido sólo dirigirse al pueblo griego por televisión desde Londres, mientras los grupos monárquicos se encargaban de su campaña en Grecia. El resultado del referendum fue aclamado en todo el país por manifestaciones de alegría. Constantino reconoció sus errores pasados y afirmó sus intenciones democráticas de cara al futuro; también prometió que tendría a la reina madre alejada de la vida política del país.
El exilio
Aunque Constantino II no fue formalmente exiliado después del referéndum, no regresaría a su país en mucho tiempo. Primero se estableció en Roma, con su familia y allí nació su tercer hijo, Nicolás. Tras vivir un corto tiempo en Roma, regresó a Londres, donde nacerían su últimos hijos, Teodora y Felipe. La primera vez que pisó suelo griego tras su partida fue en 1981, de manera fugaz, para asistir a los funerales de su madre la reina Federica, que se llevó a cabo en el cementerio familiar del palacio de Tatoi.
Posteriormente, ocurrieron disputas legales entre Constantino y el gobierno griego, porque aquél no había pagado los altos impuestos de sus propiedades en Grecia. En 1992, Constantino llegó a un acuerdo con el primer ministro Constantinos Mitsotakis, que consistió en que el monarca cedió una parte de sus bienes a fundaciones no lucrativas a cambio de obtener de nuevo la propiedad de Tatoi, así como el derecho de sacar de Grecia varias pertenencias, que incluían tesoros de los palacios reales.
En 1993, cuando Constantino había reaparecido de manera constante en los medios de comunicación griegos, realizó su primer viaje de larga duración a Grecia. El ex-monarca y su familia viajaron a través del país y recibieron muestras de simpatía entre algunos sectores de la población.
El gobierno le pidió entonces que se marchara del país, y optó por nacionalizar en 1994 sus posesiones en el país. También le denegaron el pasaporte griego mientras no tuviera un apellido como lo exige la ley a todo ciudadano griego, lo que Constantino interpretó como una denegación de la nacionalidad griega. Constantino sostiene que al descender de la casa real danesa nunca ha llevado el apellido de su dinastía, Glücksburg, de conformidad con la tradición de la familia real danesa. El gobierno griego lo admitió y le propuso escoger cualquier apellido de su elección, pero Constantino se negó alegando que no tenía. Entonces demandó al gobierno griego ante la Corte Europea de Derechos Humanos, reclamando el derecho a disponer de un pasaporte griego, y 550 millones de euros por la incautación ilegal de sus bienes. A esta reclamación también se sumaron su hermana Irene y su tía Catalina.
Constantino ganó parcialmente, obteniendo del gobierno la suma de 4 millones de euros, y una suma más pequeña para su hermana Irene. Sin embargo, el gobierno no fue obligado a restituirle sus tierras.
La Corte Europea también reconoció la legitimidad de la ley griega que obliga a tener un apellido para disponer de un documento de identidad, por lo que desestimó la demanda interpuesta en ese sentido y recomendó a la antigua familia real que se hiciese con un apellido. Hasta 1994, su pasaporte griego lo identificaba como «Constantino, antiguo Rey de los Helenos». Desde 1999 su pasaporte danés lo identifica como «Constantino de Grecia»‘.
Actualidad
Constantino ha repetido en varias ocasiones que reconoce a la república como forma de gobierno en Grecia, y que su intención no es restaurar la monarquía, en respeto a la decisión del pueblo griego. Continúa identificándose como «Rey Constantino», aunque ya no utiliza el título de «Rey de los Helenos».
En ocasiones, es llamado por la prensa griega y en algunos círculos políticos como «Sr. Glücksburg» o «Constantino Glücksburg». Esa denominación fue utilizada por los opositores a la constitución monárquica, quienes destacaban de esa manera que la familia real no era de origen étnico griego. Constantino nunca ha aceptado Glücksburg como apellido, argumentando que es únicamente el nombre de una localidad.
Constantino no aceptó que se tomara «De Grecia» como su apellido (posibilidad sugerida por el gobierno griego), argumentando que es su título real. La constitución griega de 1975 prohibió los títulos nobiliarios, y considera que Constantino es un ciudadano como cualquier otro, sin más prerrogativas que las protocolarias reservadas a los antiguos jefes de Estado. Fuera de Grecia, Constantino es príncipe de Dinamarca por derecho propio.
A principios de la década de 2000, Constantino ha recuperado ciertas propiedades en Grecia y ha comenzado a viajar nuevamente a ese país de manera cada vez más frecuente en compañía de su familia. Utiliza un pasaporte danés con el nombre «Constantino De Grecia» en español. Recientemente ha comprado tierras en la costa, al sur de Atenas, para establecer allí su residencia permanente.
El 24 de diciembre de 2004, Constantino y Ana María, junto con otros miembros de la familia real griega, visitaron al presidente Konstandinos Stephanopoulos en el palacio presidencial (antiguo palacio real).
Hasta 2013, Constantino y su familia residían en Londres, donde han logrado cultivar una amistad con la familia real británica. Constantino es amigo del príncipe Carlos y padrino del príncipe Guillermo, Duque de Cambridge. Su familia asiste a la mayor parte de los eventos sociales de la realeza europea, y él y su esposa son llamados como Sus Majestades los Reyes Constantino y Ana María de Grecia.
A partir de 2013, Constantino y Ana María residen en Porto Jeli, Grecia.
Fallecimiento
Constantino de Grecia, último rey de los helenos, ha fallecido este martes 10 de Enero de 2023 a los 82 años. La vida del antiguo monarca se ha apagado en Atenas, la ciudad que le vio nacer, casarse, convertirse en rey, y regresar de su largo exilio en Londres.
La semana pasada, la cadena de televisión pública de Grecia ya informó del delicado estado de salud de Constantino, ingresado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital privado de Atenas. La reina Sofía, quien el jueves 5 de enero asistió al funeral del papa Benedicto XVI en el Vaticano, voló desde Roma a Atenas para estar junto a su hermano, a quien según esa misma información también acompañaban en su habitación del hospital su otra hermana, la princesa Irene; su mujer, Ana María de Grecia; y sus hijos los príncipes Alexia, Pablo, Nicolás, Theodora y Philippos.
El mayor de estos hijos, el príncipe Pablo, es ahora el jefe de la casa real griega, mientras que la condición de príncipe heredero (ligado al título de duque de Esparta) pasa al mayor de los hijos varones de este último con la princesa Marie-Chantal, el príncipe Constantino Alexios.
Falleció en la tarde del 10 de enero de 2023, tras sufrir serios y graves problemas de salud que lo aquejaban desde hace años.
Constantino II de Grecia será enterrado «como una persona privada» en el cementerio en las fincas reales de Tatoi a las afueras de Atenas, donde se encuentra la tumba de su padre, el rey Pablo I y su madre, la reina Federica de Hannover, según ha informado el Gobierno heleno.
La decisión se ha tomado en una reunión interministerial celebrada en la mañana de este miércoles bajo la dirección del primer ministro, Kyriakos Mitsotakis. En un comunicado, el Ejecutivo ha señalado que en consulta con los familiares del fallecido, se determinará la iglesia en la que se llevará a cabo el funeral, aunque todavía no se ha precisado la fecha en la que tendrán lugar el entierro y las exequias.
Tras esta decisión se descarta que Constantino II reciba sepultura con los honores de jefe de Estado, como hubiera deseado su familia, que había planteado esta posibilidad en una reunión con el ministro de Estado, Yorgos Yerapetritis.
Funeral
Constantino II, el que fuera último rey de Grecia y hermano de la reina Sofía, ha recibido este lunes su último adiós en Atenas. La familia del antiguo monarca, fallecido el pasado martes a los 82 años, y representantes de toda la realeza europea han asistido al funeral en laCatedral Metropolitana de la capital helena. Entre ellos, Felipe VI y Letizia y los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía.
Antes de la ceremonia, miles de personas han acudido a la capilla ardiente, situada en la capilla de Ayios Eleftherios, contigua a la catedral, y que ha estado abierta durante cuatro horas. La asistencia, que las primeras estimaciones oficiales sitúan en 5.000 personas, ha sido mayor de la esperada en un país que dejó de ser una monarquía hace medio siglo, y muchos se han quedado sin poder entrar.
Un acto privado pero multitudinario
A pesar de que el Gobierno griego decidió que el funeral debía celebrarse como acto privado -la monarquía fue abolida en 1974, en un referéndum apoyado por el 69% de la población- y no se preveía por tanto una capilla ardiente, finalmente cumplió el deseo familiar de dar a la población la oportunidad de acercarse al féretro. La asistencia de público ha sido más alta de lo esperado, y se ha apurado al máximo el plazo de cuatro horas durante las que ha estado abierta.
Según la Policía, unas 5.000 personas han acudido a la catedral, no solo ciudadanos que viven en la capital, sino que han llegado en autobuses desde distintos puntos del país. Tras ser trasladados al interior del templo, las exequias han comenzado hacia las 12:20 hora griega (una hora menos en España). Las ha oficiado el arzobispo de Atenas y primado de la Iglesia Ortodoxa en Grecia, Jerónimo II, quien ha ofrecido una liturgia propia de un ciudadano privado.
Al final, su hijo Pablo ha pronunciado unas palabras de recuerdo en las que ha aprovechado para recordar la participación de Constantino en los Juegos Olímpicos, y honrar su «patriotismo» en momentos difíciles para Grecia, como lo fue el golpe de Estado en 1967, cuando -ha dicho- el entonces rey intentó organizar un contragolpe que fracasó y le obligó a abandonar el país, para no convertirse «en la causa de un nuevo derramamiento de sangre quedándote en Grecia». «Siempre fiel al legado de tu padre, aceptaste respetuosamente la decisión del pueblo griego», ha apostillado en alusión al referéndum que puso fin a la monarquía.
Al término de la ceremonia, el féretro se ha trasladado al exterior, donde el público ha coreado el nombre de Constantino. Por orden protocolario, los invitados se han trasladado al cementerio en las antiguas fincas reales de Tatoi, donde yacen los padres de Constantino, el rey Pablo y la reina Federica de Hannover, así como otros miembros de la familia real helena. Allí, el entorno más estrecho rezará un responso por el difunto en una pequeña capilla situada en la finca antes de unirse al resto de asistentes para dar sepultura al ex rey.
Boda y Familia
La barcaza real navegando por las aguas de Phaleron y deteniéndose en el Muelle. El rey Constantino de Grecia, la reina Frederika, la princesa heredera Irene y el príncipe Michael están en el muelle y dan la bienvenida a Grecia a la princesa Ana María de Dinamarca y sus padres. Banderas griegas y danesas ondeando al lado. La comitiva real se reúne con mucha gente en el muelle, incluido el primer ministro Georges Papandreou y su gabinete. King Constantine y Princess parten hacia Atenas en un automóvil abierto.
Sobre las once y media de la mañana del 18 de septiembre de 1964, ciento un cañonazos, disparados desde el monte Lycabettus y los buques de guerra atracados en el puerto de El Pireo, anunciaron que Grecia estrenaba nueva reina consorte. El rey Constantino II, de 24 años, y la princesa Ana María de Dinamarca, de 18, acababan de darse el sí quiero en una ceremonia oficiada por el arzobispo Chrysostomos II en la catedral de la Anunciación de Santa María. El mismo templo ortodoxo en el que dos años antes se había casado la hermana del novio, Sofía, con el que 11 años después fue proclamado Juan Carlos I de España.
La de los últimos reyes helenos, los más jóvenes de Europa, fue una boda excepcional. Rara vez se casa un monarca en ejercicio y mucho menos, teniendo en cuenta los matrimonios morganáticos de su generación, con la descendiente de tantos homólogos. Además acudían al altar movidos únicamente por el amor, sin que mediasen el deber o la política.
Hasta la también conocida como catedral metropolitana de Atenas, había llegado la pareja en carrozas descubiertas tiradas por caballos, los de la princesa blancos y formando tres filas de dos en dos. Tino, como lo conocían en casa, se presentó ataviado de almirante y acompañado de su madre y madrina, Federica de Hannover. Ana María lo hizo del brazo de su padre y padrino, el rey Federico IX, vestida con un traje nupcial confeccionado por su paisano Jorgen Bender. Un modelo blanco, naturalmente, inspirado en el siglo XVIII, de corte imperio, líneas rectas, cuello barco, mangas tres cuartos y larga cola. Como velo eligió el mismo de encaje irlandés que habían llevado en sus desposorios su madre, la reina Ingrid, y su abuela materna, Margarita de Connaught, primera esposa del rey Gustavo VI Adolfo de Suecia, de quien había heredado unos bordados que incluyeron en el vestido.
El pañuelo iba prendido de la diadema de diamantes de Cartier bautizada como Jedive de Egipto, pues fue el virrey del país africano el que se la regaló a la citada abuela en 1904. Años después, las hermanas mayores de la novia, la reina Margarita y la princesa Benedicta de Dinamarca, y su hija Alexia, también lucieron el manto y la tiara en sus enlaces. Prendida del cuello de la protagonista de la jornada, que había renunciado a su fe protestante-luterana para compartir devoción con su pareja, destacaba una cruz de brillantes que volvió a usar en la boda de su hijo Philippos en octubre de 2021. El único de sus descendientes que se ha casado en el mismo edificio religioso en el que lo hicieron sus padres y sus tíos.
El cortejo de damas de honor estaba formado por seis princesas; Irene de Grecia (hermana pequeña de Constantino), Ana de Reino Unido, Cristina de Suecia, Margarita de Rumanía, Tatiana de Radziwill y Clarissa de Hesse. Todas acudieron uniformadas con un vestido en níveo con un lazo debajo el pecho y las mangas y el bajo bordados con lo que parecen ramas de olivo en hilo verde oliva, tocado floral a juego con el ramo de la novia y un collar de perlas pequeñas.
Los actuales reyes Harald de Noruega, Carlos Gustavo de Suecia y Carlos de Inglaterra se encargaron de sujetar las coronas sobre las cabezas de los contrayentes tras la bendición del oficiante del rito. A este trío se sumaron los príncipes Ingolf de Dinamarca, Alejandro de Yugoslavia, Michael de Kent, Michael de Grecia, Karl de Hesse y Ludwing de Baden y el conde Miguel Bernardotte.
Entre los más de mil invitados, que empezaron a ocupar las sillas rojo, azul y oro a partir de las 9 de la mañana, destacaban testas coronadas y otras derrotadas como las de los reyes de Bélgica, Noruega, Italia, Rumanía, Bulgaria, Tailandia y Jordania, la reina de Egipto y la de los Países Bajos, los príncipes de Mónaco y Liechtenstein, los duques herederos de Luxemburgo y el duque de Edimburgo o los condes de Barcelona, Juan y Mercedes de Borbón, padres del rey Juan Carlos y consuegros de la madrina.
Después de que los recién casados recibiesen los vítores de los ciudadanos a lo largo de un recorrido de 6 kilómetros y bajo una nube de pétalos teñidos con los colores de las banderas helena y danesa, la foto de familia se disparó frente a las escaleras del Palacio Real de Atenas. El convite se celebró en los salones del edificio, tal y como había sucedido un par de años antes en la mencionada unión de los reyes eméritos de España. Una juerga a la que la reina Federica se refirió en sus memorias para destacar lo siguiente: “Durante la recepción celebrada después de la boda de Sofía, Tino bailó solamente con la princesa Ana María de Dinamarca. Yo le dije en voz baja: ‘haz el favor de atender también a las otras chicas’. ‘No’, me contestó. ‘No quiero que nadie pueda pensar de Ana María lo mismo que yo pienso’. Una vez más comprendimos que otro de nuestros hijos se disponía a cambiar sin nosotros”.
Como explica la consorte con fama de vocación de casamentera en su libro de recuerdos, “Habíamos conocido a Ana María en Dinamarca, cuando solo tenía 12 años. Palo (su marido el rey Pablo de Grecia) me dijo: ‘Fíjate en Ana María: parece una mariposa. Espero que algún día, Tino se case con ella’. Parece que una vez más padre e hijo tuvieron un mismo pensamiento”. Y es que cuentan que fue entonces, durante un viaje oficial de la familia real helena a la danesa, cuando surgió la mecha entre el tío de Felipe VI y su pariente, la benjamina de los anfitriones. – Fuente
Los reyes Constantino II y Ana María han tenido cinco hijos:
El rey Constantino II, la reina Anna-Maria y la Princesa Heredera Alexia desembarcan en el puerto de Tinos, donde son recibidos por las autoridades locales y los isleños. Inmediatamente después de su llegada, el Rey Constantino II y la Reina Anna-Maria, sosteniendo alternativamente a la Heredera Alexia en sus brazos, presentaran a la niña ante la Virgen de Tinos (1965)
- Alexia de Grecia y Dinamarca, nacida el 10 de julio de 1965.
- Casada con el español Carlos Morales Quintana, han tenido cuatro hijos.
- Arrieta Morales y Grecia, nacida en 2002.
- Ana María Morales y Grecia, nacida en (2003.
- Carlos Morales y Grecia, nacido en(2005.
- Amelia Morales y Grecia, nacida en(2007.
El Rey Constantino y la Reina Ana María asisten en 1967 a la procesión de San Spyridon, el día 11 de agosto, Patrón de la Isla de Corfú. El Rey y la Reina junto a sus dos hijos la Princesa Alexia y el Príncipe Pablo, presentan sus respetos a las reliquias del Santo, la Reina porta el traje típico de la Isla.
- Pablo de Grecia y Dinamarca, príncipe Heredero de Grecia y duque de Esparta; n. el 20 de mayo de 1967.
casado con Marie-Chantal Miller en 1995, con quien tiene cinco hijos:
- Nicolás de Grecia y Dinamarca, nacido el 01 de octubre de 1969.
Casado con Tatiana Blatnik.
- Teodora de Grecia y Dinamarca, nacida el 9 de junio de 1983.
Compromiso matrimonial
El 16 de noviembre de 2018, se hizo público su compromiso con el abogado norteamericano Matthew Jeremiah Kumar (nacido el 15 de diciembre de 1983), mediante el siguiente comunicado.
Sus Majestades, el rey Constantino y la reina Ana María, están encantados de anunciar el compromiso de su hija menor, Teodora, con el Sr. Matthew Kumar. Los detalles sobre la boda se darán a su debido tiempo. El Sr. Matthew Kumar, de 34 años, nació y se crio en el sur de California y es hijo de Sam y Lonnie Kumar. Ejerce como abogado en Los Ángeles.
Ahora el ‘sí, quiero’ de Teodora de Grecia y Dinamarca tendrá que esperar algunos meses más y es que, según cuenta la sobrina de la Reina Sofía, su boda estaba prevista para este fin de semana pero, la ‘nueva normalidad’ impuesta por las autoridades a causa de la Covid-19 ha aplazado nuevamente la fecha. Sin embargo, este cambio de planes a última hora no ha conseguido que Teodora de Grecia y su novio disfruten de un festín en honor a su boda. ‘En lo que debería haber sido el fin de semana de nuestra boda, hemos apreciado mucho el amor y apoyo de amigos y familiares. Tenemos muchas ganas de celebrarlo con todos en Grecia una vez que sea seguro’, compartía la princesa en una foto en su perfil de Instagram en la que posa junto a su futuro marido vestida de blanco.
- Felipe de Grecia y Dinamarca, nacido el 26 de abril de 1986.
El 1 de septiembre de 2020 la Casa Real Griega emitió el siguiente comunicado acerca del compromiso del príncipe con Nina Flohr:
«Sus Majestades el rey Constantino y la reina Ana María están encantados de anunciar el compromiso de su hijo menor, el príncipe Felipe, con Nina Nastassja Flohr, hija de Thomas Flohr y Katharina Flohr. Nina y Felipe se comprometieron en la isla de Ítaca, en Grecia, a principios de este verano. Los detalles de su boda se darán a conocer a su debido tiempo.»
El 12 de diciembre de 2020 se casó por lo civil en Sankt Moritz, Suiza, con su prometida Nina Nastassja Flohr (nacida el 22 de enero de 1987) en una sencilla ceremonia sin invitados debido a las restricciones de la pandemia por COVID-19.1 Solo asistieron los padres de cada uno, Constantino de Grecia y Thomas Flohr, que ejercieron de testigos. La madre de Nina, divorciada de su padre, es Katharina Konečný.
El matrimonio celebró el enlace religioso ortodoxo el 23 de octubre de 2021 en la Catedral de la Anunciación de Santa María (Atenas).
10 nov 2021
Atenas ha sido el escenario elegido por Philippos de Grecia y Nina Flohr para celebrar su esperado enlace. Una boda con todas las letras que durará la friolera de tres días, con su preboda, boda y postboda reglamentarias. Ayer los invitados ya pudieron disfrutar de una primera reunión y mañana culminarán los actos con una comida ofrecida por el rey Constantino de Grecia, pero este sábado ha sido el momento de darse el ‘Sí, quiero’.
Títulos y tratamientos
- Del 2 de junio de 1940 al 6 de marzo de 1964 : Su Alteza Real el Príncipe Heredero de Grecia, Duque de Esparta, Príncipe de Dinamarca
- Del 6 de marzo de 1964 al 29 de junio de 1973 : Su Majestad el rey de los Helenos, Príncipe de Dinamarca
- Del 29 de junio de 1973 al 10 de enero de 2023: Su Majestad el rey Constantino II de Grecia, Príncipe de Dinamarca.