Las primeras celebraciones del Día de las Madres se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades.No fue hasta 1914 que en EEUU el presidente Woodrow Wilson declaró el Día de la Madre como el segundo domingo del mes de Mayo... y a partir de entonces se sumaron otros países a la celebración.
Hoy en Contagiando libros, unos títulos con las madres como protagonistas, esperando que os gusten... porque este mes somos las protagonistas.Un mundo de Mamás Fantásticas
De Marta Gómez y Carla Nazareth.Editorial Comanegra
La Mamá de Einstein comparte un té con la de Robin Hood, la del Ogro y la del Patito Feo. También están laMamá de Cleopatra y la del Rey Gaspar, la Mamá de Scheherezade y la de Marco Polo. Y directamente desdela librería, llegan la Mamá de Sherlock Holmes, la de Tom Sawyer y la de Pippi Calzalargas.
Comparten tiempo, espacio y anécdotas la Mamá de Frida Kahlo, la del Lobo Feroz y la de King Kong; luego aparecen la Mamá de Marie Curie, la Mamá de Sancho Panza, la Mamá de Txaikovsky, la Mamá de Pávlovay la de Buster Keaton. En un rincón, la Mamá de Alicia, la de Peter Pan y la de la Sirenita rememoran las historias de sus hijos, y éstas son tan hermosas como la de la Mamá de Martin Luther King o como cualquiera de los bellísimos cuentos y recuerdos de alguien mucho más cercano en el tiempo: la Mamá de Mamá.La maternidad a través de la poesía y del arte, entre la ternura y la exuberancia cromática. Un canto universal al amor y a la vida en toda su extensión, desde el ser humano y las criaturas que nos rodean, hasta la Madre Tierra.
MAMÁ
De Mariana Ruiz JohnsonEditorial Kalandraka La maternidad a través de la poesía y del arte, entre la ternura y la exuberancia cromática. Un canto universal al amor y a la vida en toda su extensión, desde el ser humano y las criaturas que nos rodean, hasta la Madre Tierra.MAMÁ
De Inmaculada Pla SantamansEditorial Serres A lo largo de una semana, la mamá de Pedro le hace cada día una pregunta distinta. El lunes le dice ¿acaso soy una papelera?.Y el martes le pregunta ¿acaso soy un colgador? Al final descubriremos que la madre de Pedro necesita ocho brazos para poder atender a su hijo, ocho brazos que hacen que parezca un pulpo. El sábado Pedro decide que, quizás, será mejor ser el pulpo de la clase en lugar de el pez espada. Un cuento para hablar con los niños de una forma divertida sobre la educación y la necesidad de que, poco a poco, se hagan responsables de sus cosas.
¡Pobre mamá!
De M. CordesEditorial Bruño¡No sé qué haría mamá sin mí!
Y es que nadie la entiende mejor que yo.
Por ejemplo, cuando después de jugar dejo toooooda la casa patas arriba, no es por fastidiar, qué va...
¡Es para que mamá no se aburra!, Pobre mamá.