
Estimado Capitán
Esto es un blog para pasarlo bien. Un refugio de vivencias online sin más pretensión que ilustrar el crecimiento de dos enanos que han empezado sus andanzas en la vida en el Planeta Tierra hace ya casi casi dos años.
Hoy os voy a hablar de contagios.
Los que sois padres (gallegos, catalanes, madrileños o aragoneses) seguro que sabéis de qué os hablo. Hay enfermedades que se propagan como la pólvora y antes de que nos demos cuenta estamos de mierda hasta el cuello sin saber cómo. ¿Sabéis a qué me refiero? Cuando uno está contagiado da igual lo que le digan o los cuentos que le lean tanto papá como mamá. Da igual. A uno la fiebre le sube y se comporta de modo extraño. Le causa delirios. Como Don Quijote que veía gigantes. Por ejemplo, ahora en casa estamos enfermos. Dormimos en habitaciones separadas, quizás así se acelere la cura, pero lo importante es estar juntos, emocionalmente unidos para que todo esto acabe de una vez de la mejor manera posible y podamos seguir con nuestras vidas. Además con cariño y una ducha todo parecerá que va algo mejor. Podríamos pasarnos días enteros discutiendo sobre quién empezó el contagio. ¿Fui yo o fueron ellos? Podemos estar incómodos, podemos pensar que es injusto y que algún indecente ha pisado nuestro derecho a la salud, pero eso no nos va a llevar a ningún sitio.
SOLO VA A EMPEORAR LA COSAS.
Hay enfermedades contagiosas mucho más peligrosas que otras. Las peores son las acabadas en "-ismo". Esas te enganchan y no te sueltan. Son como un gusano que se mete en la cabeza y puede estar ahí incubando durante generación, incluso pasar de padres a hijos. Uno de sus síntomas es la ceguera. Así que ojo. Somos humanos. Y a nuestro alrededor pululan más virus y bacterias de las que uno podría imaginar. Y aquí seguirán cuando no quede ni uno de nosotros. Otro síntoma es la agresividad. Es como una fiebre zombie. Agresividad verbal, ideológica, física...Hay un montón de variantes a cada cual peor. Supongo que si uno no se cuida bien acaba como un Waalking Dead, es decir sin cerebro y tirando hacia dónde ve gente.
El rebaño que se llama.
Rebaños enfermos han existido muchos y desde siempre y bueno el cómputo general no es halagüeño. Capitán, espero que ellos (mis hijos) nunca tengan ninguna de estas enfermedades. Parecen patologías graves y enquistadas de esas que basta una leve corriente de aire para ponerte fatal no, lo siguiente. Y en esas estamos.
Ejemplo de enfermedad acabada en "-ismo". El priapismo.
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