En varias ocasiones hemos hablado de los efectos negativos de la contaminación ambiental en fetos y bebés, como por ejemplo, la relación que tiene con el bajo peso al nacer, con enfermedades como la leucemia infantil, o la influencia que tiene la contaminación ambiental en el peso y talla de los recién nacidos entre otros. Lo cierto es que cada nuevo estudio no hace más que delatar lo peligrosos que son los contaminantes presentes en el medio ambiente para la correcta formación y desarrollo de los bebés.
Hoy conocemos un nuevo estudio en el que se relaciona contaminación ambiental y malformaciones congénitas en el corazón. El estudio publicado en la prestigiosa revista Environmental Health Perspectives, desarrollado por expertos del CREAL (Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental), desvela que la contaminación ambiental puede incrementar en un 15% el riesgo de coartación de la aorta, enfermedad en la que se produce un angostamiento de un pequeño segmento de la aorta, la principal arteria del cuerpo humano. Este estrechamiento está asociado a signos como la reducción del flujo sanguíneo, el incremento del esfuerzo que debe realizar el ventrículo izquierdo, la aparición de hipertensión arterial, etc.
Además también se apunta que la exposición a los contaminantes presentes en el aire y que están relacionados con el tráfico de coches, incrementa el riesgo de sufrir otros defectos congénitos en el sistema digestivo y en la pared abdominal. Se apunta que no se ha estudiado esta relación, pero es de suponer que se iniciarán nuevos estudios en torno a estas asociaciones. Volviendo a la relación malformación congénita del corazón y contaminación ambiental, los resultados de la investigación se basan en un meta análisis en el que se tomaron los datos de 2.300 recién nacidos que habían nacido con un defecto genético en el periodo comprendido entre el año 1994 y el año 2006, estos datos se recabaron a través del REDCB (Registro de Defectos Congénitos de Barcelona).
Los investigadores no encontraron asociaciones con la contaminación ambiental en otros defectos congénitos, como por ejemplo los defectos del tubo neural o espina bífida, reducción de extremidades, problemas en el sistema urinario o respiratorio, etc. Sin embargo, sí se determinó una asociación con diferentes malformaciones congénitas en el corazón, dependiendo del tipo de contaminantes, como por ejemplo el dióxido de nitrógeno o el dióxido de azufre. Los expertos explican en su estudio que se necesitan realizar más pruebas que hilen mucho más fino.
Grandes ciudades como Barcelona tienen un elevado nivel de contaminación ambiental, cuenta con una alta densidad de tráfico, hasta cuatro veces más elevada que en la ciudad de Londres, así mismo, cuenta con un mayor número de coches de motor diesel que emiten partículas que resultan perjudiciales para la salud. Año tras año se incrementa el número de bebés nacidos con una anomalía congénita, es motivo de gran preocupación pero ¿los resultados obtenidos sirven de algo? ¿tiene en cuenta el Gobierno estos datos y en consecuencia desarrolla políticas más contundentes para mejorar la calidad del aire? Se realizan esfuerzos, pero a la vista está que no son suficientes.
Podéis conocer todos los detalles del estudio a través de este artículo publicado en Environmental Health Perspectives.
Vía | Agencia Sinc
Foto | Know Malta
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Contaminación ambiental y malformaciones congénitas en el corazón