Contaminación cruzada de los alimentos. Cómo podemos evitarla

Desde que compramos un alimento hasta el momento de su consumo debemos respetar una serie  normas que nos garanticen que ese alimento que vamos a consumir es un alimento seguro. La mayor parte de las intoxicaciones alimentarias son causadas por la mala manipulación de los alimentos, éstos pueden contener microorganismos patógenos o adquirirlos con una mala manipulación de los mismos: por el contacto con superficies, utensilios de cocina, nuestras propias manos o de terceros,  otros alimentos contaminados, mala conservación ... 

Una de las causas más frecuentes y menos conocidas por las que un alimento sin patógenos se puede contaminar es mediante la "contaminación cruzada" La contaminación cruzada se produce cuando un alimento crudo con microorganismos los traspasa a otros alimentos digamos "limpios"durante su preparación o en el período de conservación de los mismos. La contaminación cruzada  puede ocurrir por contacto directo con el alimento crudo o por el contacto con personas, utensilios de cocina o superficies que hayan estado en contacto con el alimento crudo contaminado y no se hayan respetado las normas correctas de higiene. 

Con un cocinado adecuado - temperaturas y tiempos requeridos_ los microorganismos se pueden destruir y el problema desaparece. Pero cuando la contaminación cruzada tiene lugar en un alimento que no requiere cocinado porque ya ha sido cocinado previamente o es un alimento que se consume en crudo ( ensaladas, quesos, fiambres... ) es cuando el surge el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria.
Evitar  la contaminación cruzada es sencillo con una serie de normas básicas:

1. Es imprescindible tener las manos limpias cuando vayamos a manipular los alimentos. Debemos tener por norma lavarnos las manos con agua caliente y jabón antes y después de tocar cualquier alimento, después de manipular un alimento crudo y cuando cambiemos de un alimento crudo a otro crudo o cocinado.
2. Mantén siempre separados los alimentos crudos de los cocinados.
3. Lava la superficie de trabajo y los  utensilios de cocina después de cada uso.
4. Utiliza siempre paños limpios, lávalos con frecuencia  o emplea papel de un sólo uso.
5. Almacena la comida en recipientes limpios y cerrados.
6. Lava bien los vegetales y frutas antes de su consumo

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