Becca es una joven extremadamente inteligente.
Ella sabe de física, matemáticas, biología, medicina, astronomía y literatura… Pero no de amor.Paul Wyne es seis años mayor que ella, está terminando la carrera de Medicina y tampoco tiene mucha idea de lo que eso significa, más allá de alguna relación poco duradera o un tonteo injustificado.
Juntos atravesarán una serie de situaciones divertidas, intensas e inesperadas que les enseñarán a ambos todo aquello que desconocen.Ante todo es una historia de autosuperación y de amor, mucho amor.
La primera novela terminada del 2015!
Me emociona saber que comienzo el 2015 con buen pie: terminando una novela que me gustado mucho.
Yo quería leer algo fresco, suave, que no tuviese que esforzarme por seguir una trama o un argumento muy profundo. Por eso escogí leer esta novela como primera lectura del 2015.
Becca tiene 16 años, un día se enferma y estando recluida en el hospital presencia como reviven a un hombre, así es como decide ser medico. Y además conoce a Paul, un joven estudiante de medicina.
Su madre es doctora, así que cuando Becca le dice que quiere seguir sus pasos, su madre cree que es conveniente que Becca asista al hospital con ella para que vea como es el ambiente entre médicos, como es presenciar una operación, una consulta, etc.
Así es como Becca asiste al hospital con su madre y vuelve a encontrarse con Paul.
Al principio la novela va un poco lento, porque parece que realmente no pasa nada interesante. Becca nos cuenta sus pensamientos, su día a día en el colegio, lo que ve en el hospital y sus interacciones con Paul.
A partir del capitulo 10, es cuando todo se comienza a poner mas interesante. Paul se ofrece a darle clases a Becca de matemática y física, porque si ella quiere ser medico, tiene que tener notas excepcionales.
Y cuando Paul va en las tardes a darle clases a Becca, todo se va poniendo mas interesante, la química entre ellos va creciendo hasta que se besan por primera vez.
Todas las novelas románticas tienen algún tipo de “problema” y él de ellos es la diferencia de edad: Paul esta en cuarto año de medicina y tiene 22 años. Becca no ha terminado el bachillerato y tiene 16 años. Para Becca es su primer amor de verdad, tan de verdad que siente que podría dejarlo todo por él. Y para Paul es un dilema estar con una chica tan joven, que incluso aquello puede ser ilegal.
Si tendría que nombrar un personaje que me gustase mucho ( a parte de los protagonistas) seria Mary Watson, la compañera ciega de clases de Becca. Me gusta mucho como Becca nos cuenta que, aunque Mary no puede ver, es muy muy inteligente y puede percibir todo.
Hay momentos en que Becca trata de disimular una emoción, y Mary lo sabe. Me ha gustado mucho eso.
Seria injusto ponerle algún aspecto negativo a la novela, pero quizás seria el hecho de comenzar de una forma tan simple, tan lenta en algunos momentos, que hace que si alguien quiera leer mas sobre el romance entre Becca y Paul (que ya te lo prometen en la sinopsis) tenga que esperar hasta el capitulo 10.
La autora escribe de forma muy simple, hace de Becca un personaje muy analítico, que piensa todo, analiza todo. Un personaje muy mental, pero con esa ternura e inocencia de la adolescencia que hace
El final es agridulce, pero totalmente abierto. A mi me dejo con ganas de saber mas sobre Becca, que pasará con Paul y ella, si entrará en la facultad de medicina, etc.
Es una novela fácil de leer (si eres capaz de llegar al capitulo 10), dulce, tierna, divertida, muy juvenil pero sobre todo bonita.