Revista Viajes

Contrastes naturales en México

Por Rafael @merkabici
Contrastes naturales en México

Si hay algo que derrocha México son contrastes. La Huasteca Secreta, a 200 kilómetros de la colonial San Luis Potosí, es un remanso de paz alejado del mundanal ruido y, a la vez, un centro de turismo activo y deporte de aventura.

Aunque al llegar a la Huasteca Potosina uno tiene la sensación de que entra en tierra virgen, este paraje no es un descubrimiento reciente. Por esta frondosa sierra del noreste de México ya han caminado todo tipo de aventureros, algunos han intervenido en la misma para convertirla en un lugar aún más especial. El millonario, poeta, escultor y mecenas escocés Edward James levantó en el pueblo mágico de Xilitla (cerca de la población de Tamazunchale) su Jardín Surrealista, en 1944.

Algo más cerca de San Luis Potosí, la laguna de la Media Luna (Río Verde) fue considerada por el explorador marino Jacques Cousteau uno de los mejores sitios para aprender el buceo en caverna. Sumergido en las cristalinas aguas de los seis cráteres que la conforman, puede contemplarse un paisaje único dominado por árboles petrificados que miran al precipicio, rodeados por cientos de especies marinas.

Contrastes naturales en México

Una de las localidades que son centro de salida del turismo activo sostenible es Tamasopo, una zona que además vive de la caña de azúcar y la ganadería. Guías de la etnia Xiyui o Pame llevan al visitante hasta el Puente de Dios, uno de los saltos de agua más hermosos de la comarca. A finales del siglo XIX, con la construcción del ferrocarril de Tampico-San Luis Potosí, se levantó una escalinata con durmientes, hasta el Puente de Dios. Después, el paraje quedó en el olvido, hasta que la población local y algunos viajeros de paso empezaron a recorrerlo.

Menos conocida es la Huasteca Secreta, ubicada en la riviera del río del Salto, ha sido catalogada como el descubrimiento turístico más importante de América en el siglo XXI. Además, son campeones en cuanto a turismo sostenible, como certifica que la Aldea El Salto del Meco sea el primer hotel sistémico del mundo.

Un poco más lejos está la gran cascada de Tamul, en la confluencia de los ríos Gallinas y Santa María. En la cuenca del Pánuco se remonta el río Tampaón hasta la cascada Tamul, en un recorrido que dura aproximadamente una hora de ida y otra de vuelta. Merece la pena por contemplar ese capricho de la naturaleza de 105 metros de largo, y por darse un baño en el cenote la Cueva del Agua, de impresionante color azul zafiro.

El visitante que busque algo más que un recorrido contemplativo, puede apuntarse en las actividades de su página web que ofrecen, por ejemplo, el rappel por esta grandiosa cascada. La temporada perfecta es justo ahora, hasta marzo.

Más información en www.visitmexico.com y en nuestra web www.encuentraviaje.com


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