Advertencia: el
contenido de esta entrada es mucho menos «formal» de lo que sugiere el título.En mi círculo de
conocidos se lee poco. Tan poco, que cuando nos vemos cara a cara casi nunca
hablamos de libros, salvo que yo comente de pasada que antes de vernos he
estado leyendo o algo por el estilo. Sin embargo, desde hace unos meses estoy
observando pequeños cambios: algunas de estas personas comparten en sus redes
sociales que están disfrutando mucho de un libro. Al hacerlo, no faltan esos
comentaristas de lujo que corren a llamarlas «frikis» (ay, la confianza…), pero
también hay otros —los amigos más cercanos, por lo general— que se interesan
por esa novela, les piden que se la presten o simplemente se apuntan el título.
Unas semanas después, son ellos los que dicen en su perfil que les ha encantado
esa obra.Me gusta ser una
observadora silenciosa de estos momentos, presenciar cómo alguien que aborrece
los libros descubre el gusto por la lectura y se siente tan fascinado que no
duda en exteriorizarlo. No obstante, si estas personas se acercaran más al
mundillo literario de Internet (blogs de libros, redes sociales de escritores…), probablemente se sentirían menospreciadas, porque lo que leen por
ahora son novelas eróticas que siguen la estela de Cincuenta sombras de Grey, libros de autores mediáticos y algún
best-seller de baja calidad; exactamente el tipo de obra que el lector asiduo
suele rechazar. Pero ellas están maravilladas por la lectura, insisto. No sé si
algún día se interesarán por otro tipo de libro o no; lo que tengo claro es
que, aunque solo sea por su capacidad de crear nuevos lectores, esas novelas
tan criticadas merecen existir.Aquí es donde entro yo,
que no puedo evitar recomendar libros siempre que la ocasión se presta. Cuando
he visto esos mensajes en los que mis conocidas se lamentaban por despedirse
del señor Grey, he acudido rauda y veloz a enumerarles algunos títulos de
trilogías eróticas que, por lo que leo en la red, están teniendo buena acogida.
Cuando estaban entusiasmadas por una historia divertida y sencilla, he buscado
novelas similares que puedan encajar con sus gustos. Sí, he aconsejado libros
que yo no leería, libros que considero que se publican en demasía, libros que
no aportan nada más que entretenimiento, libros que no encajan con mi forma de
entender la literatura.Y, aun así, tengo la
sensación de que con estas recomendaciones he contribuido más a la promoción de
la lectura que con todo lo que he hecho en el blog.La ilustración es de Yelena Bryksenkova.