Una revisión de varios estudios realizada por un grupo de investigadores, determina que es prioritario controlar el asma durante el embarazo a fin de evitar posibles complicaciones de salud en las madres y en los futuros bebés. Según la revisión, el asma afecta a un 10% de las embarazadas, siendo esta patología una de las enfermedades de carácter crónico más comunes en el embarazo. El caso es que como norma general no varía durante la gestación, se mantiene igual y con las mismas condiciones que antes de la concepción, siempre y cuando se mantenga el control.
Los investigadores han hallado con su trabajo que el control del asma disminuye y empeora hasta en un 60%, en los casos de asma severa, en cambio la proporción en las mujeres embarazadas que padecen asma leve y que descuidan su control es de un 10%. Este dato es curioso, en teoría las mujeres que padecen asma severa deberían controlar mejor la enfermedad.
Al margen de este detalle, los expertos apuntan que independientemente de la gravedad del asma que se padece, es necesario monitorizar a todas las mujeres embarazadas, no haciendo distinción entre casos leves o graves. El control del asma durante la gestación debe ser en general, el mismo que el control que se realiza cuando no se está embarazada, eso se indica en las directrices generales, sin embargo, los especialistas apuntan que no, se debe ser más meticuloso y realizar un control exhaustivo ya que puede conducir a padecer hipertensión, aumentar el riesgo de tener un parto por cesárea e incluso provocar que el bebé nazca con bajo peso.
El por qué las mujeres embarazadas que padecen asma severo controlan menos su enfermedad tiene una respuesta fácil de comprender, se teme que los medicamentos habituales para el control del asma puedan afectar a sus futuros bebés, algo que también han considerado algunos proveedores de atención sanitaria. La revisión realizada determina que a pesar de que se tenga ese temor, es mucho más seguro seguir tratando el asma de forma habitual y tomar los correspondientes medicamentos.
Los autores del estudio explican que no controlar esta enfermedad puede dar lugar a resultados adversos y contraproducentes tanto para la madre como para el futuro bebé, por tanto, es necesario realizar una gestión y control estricto de la enfermedad, apuntando que una terapia estándar puede resultar segura durante la gestación. Por supuesto, el personal sanitario, obstetras y matronas, deben realizar un seguimiento y vigilancia de las mujeres embarazadas que padecen asma, en los casos de asma severa la vigilancia se debe complementar con un especialista en enfermedades respiratorias.
De este tema ya habíamos hablado anteriormente en el post El embarazo influye en las complicaciones del asma, exponíamos algunos motivos y uno de ellos era el abandono de los tratamientos farmacológicos. También hemos recomendado que las futuras mamás no abandonen el tratamiento, un estudio de la Unidad de Asma del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla arrojaba datos similares al estudio que estamos tratando. Los expertos de este hospital determinaban que hasta el 50% de las embarazadas asmáticas terminaban abandonando el tratamiento, pero también apuntaban que gracias al control y asesoramiento, esta tónica se revertía, lo que prueba que los especialistas en salud deben prestar especial atención a las mujeres embarazadas que sufren asma.
Volviendo al estudio publicado en el Royal College of Obstetricians and Gynaecologist, se considera que la educación y la información son factores claves en mujeres embarazadas, herramientas que pueden ayudar a que las mujeres controlen la enfermedad y no abandonen los tratamientos, con ello se evitarán los riesgos antes indicados.
Foto | trocki
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Controlar el asma durante el embarazo