Durante esta semana se celebra la Convención Nacional del Partido Republicano en Charlotte, Carolina del Norte, del 24 al 27 de agosto. Si hay algo que contrasta con la Convención demócrata, es la presencia del presidente Trump, que participará en los actos del evento más allá del discurso de aceptación. De nuevo, Trump innova y aparece antes de lo previsto. Ya lo hizo hace cuatro años, en 2016, cuando apareció por sorpresa en la primera noche de la Convención Republicana en Cleveland para presentar a su esposa, Melania, antes de su discurso ante los delegados.
Este año, está previsto que Trump pronuncie su discurso de aceptación en la cuarta y última noche de la Convención, el 27 de agosto, desde el jardín de la Casa Blanca. Aunque tampoco se descarta una sorpresa de última hora...
El tema central de la Convención girará bajo el epígrafe: "Honrando la gran historia estadounidense" y destacarán la grandeza, la oportunidad y el liderazgo audaz del presidente Donald Trump, entre otros grandes estadounidenses.
En los actos previstos, el presidente honrará a los primeros en responder a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus: médicos, enfermeras y técnicos médicos de emergencia. En la programación prevista, participarán la primera dama Melania Trump y los hijos de Trump: Don Jr., Ivanka, Eric y Tiffany Trump, que también hablarán en la Convención. Otros oradores de alto perfil serán el senador por Arkansas Tom Cotton, el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani, el senador Tim Scott, republicano por Carolina del Sur, el senador Joni Ernst, republicano por Iowa, el líder de la minoría de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy, republicano por California, la Vicegobernadora Jeanette Núñez de Florida, el candidato republicano a la Cámara de Representantes que desafía al representante de Pennsylvania Conor Lamb; el ex director de inteligencia nacional Richard Grenell, la ex embajadora de las Naciones Unidas Nikki Haley, y el secretario de Estado Mike Pompeo, entre otros. Por su parte, el vicepresidente Mike Pence pronunciará su discurso el 26 de agosto desde Fort McHenry en Baltimore, Maryland.
Cada día, la Convención tendrá un mensaje de apertura. Este lunes 24 de agosto se centrará en "la tierra prometida", el martes en la "tierra de las oportunidades", el miércoles hablaremos de la "tierra de los héroes" y el jueves de la "tierra de la grandeza".
Todos los días, habrá oradores estadounidenses destacados para hablar sobre cómo las políticas de la Administración Trump los han beneficiado y por qué el cambio de liderazgo sería perjudicial para el futuro de Estados Unidos. Entre estos ciudadanos invitados a hablar, se encuentran Carl y Marsha Mueller, los padres de Kayla Mueller, la trabajadora humanitaria de Arizona, capturada y asesinada por el ISIS en 2015; Mark y Patricia McCloskey, una pareja de Missouri que se hizo famosa por salir armados frente a una turba de Black Lives Matter que pretendía asaltar su mansión de St. Louis; Alice Johnson, una mujer cuya pena de prisión fue conmutada por Trump; Nick Sandmann, un estudiante de Covington Catholic High School, en Kentucky, que hace poco tiempo ganó una demanda por difamación contra la CNN y The Washington Post por informar de forma falsa sobre una confrontación en la que estuvo involucrado en la Marcha por la Vida en 2019; Abby Johnson, una ex empleada de Planned Parenthood que ahora es activista pro-vida y cuyas experiencias pueden verse en la película muy recomendable "Unplanned"; y Andrew Pollack, quien trabajó con la Administración Trump después de que su hija Meadow muriera durante el tiroteo de 2018 en la escuela secundaria Stoneman Douglas en Parkland, Florida.
Otros oradores incluidos son Tanya Weinreis, propietaria de una compañía de café en Montana que se mantuvo a flote a través de un préstamo del Programa de Protección de Cheques de Pago (PPP), y el Sargento del Departamento de la Policía de St. Louis Ann Dorn. Ella es la viuda del capitán de policía retirado de St. Louis, David Dorn, que fue asesinado mientras protegía una casa de empeño durante una noche de saqueos y disturbios violentos. Por supuesto, también habrá otros oradores sorpresa, como el representante de New Jersey, Jeff Van Drew, un demócrata que se pasó al Partido Republicano el año pasado debido al impeachment falso al presidente, y alguno más.
El Partido Republicano incluirá también como invitados a la Convención a ex residentes de Venezuela y Cuba, quienes criticarán las políticas socialistas en esos países y, por extensión, las del Partido Demócrata, ya que defienden las mismas.
Una parte de los delegados se reunirán en persona en Charlotte hoy, el primer día de la Convención, para votar por la nominación de Trump. A cada estado y territorio de los Estados Unidos sólo se le permiten seis delegados según las reglas del comité ejecutivo del Partido Republicano aprobadas para seguir las recomendaciones por el COVID-19. Eso significa que la gran mayoría de los delegados y suplentes se quedarán en casa y votarán por poder a través de los 336 delegados que estarán presentes. La Convención se trasladará después al Auditorio Andrew W. Mellon, propiedad del gobierno, un lugar majestuoso con 750 asientos en Washington, a sólo cinco minutos a pie del Trump International Hotel del presidente, y recorrerá otros lugares.
Los mensajes de la Convención Republicana tendrán un contenido optimista a la par que realista, impregnados de esperanza y la promesa de que serán cumplidos, al igual que el resto de promesas cumplidas hasta ahora por Trump. La Convención no será un mero trámite y una farsa, como lo fue la Convención demócrata, sino que planteará batalla en la guerra cultural e ideológica que está abierta en Estados Unidos y en el mundo con oradores destacados, como la Gobernadora de Dakota del Sur Kristi Noem y el senador de Carolina del Sur Tim Scott, el único republicano negro de la cámara.
Todo está preparado para que el Partido Republicano nomine a Donald Trump para que luche por la reelección y un segundo mandato presidencial. La Convención Republicana cerrará con fuegos artificiales sobre el Monumento a Washington el próximo jueves, que coincidirá con el final del discurso de aceptación de Donald Trump, en directo, que ha sido preparado al detalle para lograr un fuerte impacto emocional basado en un mensaje de optimismo y visión de futuro enraizada en los valores clásicos culturales estadounidenses del capitalismo sano, el cristianismo y las tradiciones.