- Buenos días, ¿a qué piso va?
- Buenos días. Al quinto...
- Parece que vuelve el mal tiempo. Hace un frío que pela.
- Hombre, peor están en Siberia. Aunque a mí frío, lo que se dice frío, me lo produce el miedo a la muerte...
- Normal, hombre ¿Ha probado usted a alistarse en alguna religión?
- Así de las populares, probé con el cristianismo pero no me convenció su obsesión por el dolor. Cierta vez intenté practicar el masoquismo con mi parienta y fui incapaz de empalmarme.
- ¿Y qué tal el islamismo?
- Naaaah... no soporto lo de que anatemicen el jamón.
- ¿Y el hinduismo?
- Cae lejos y no me gusta viajar.
- Hombre, pues hágase usted existencialista... lo mismo considerar la vida como una angustia le ayuda a observar la muerte como un suceso liberador.
- Es que mi me gusta demasiado ir de tapas y así no hay quién se angustie. Además ¿se ha fijado usted la cara de estreñidos que se les pone a todos los existencialistas?
- Pues no le va a quedar otra que pensar en la interconexión cósmica y en la muerte como una disolución de los átomos para regresar al Todo en un ciclo de eterno retorno...
- Pues mire no está mal. Probaré a ver... Por cierto, es mi planta. Que tenga un buen día.
- Buenos días.