Revista Cine

Conversaciones con Borja Crespo

Publicado el 06 diciembre 2015 por Srinterrogante

Quedo con Borja Crespodelante de “El Cafetal”, al lado de los Cines Centro, a las cuatro y cuarto de la tarde. Él ha venido al Festival de Gijón como jurado para la Sección Oficial de Cortometrajes; yo, por segundo año consecutivo, he venido a dormir poco, comer mal y escribir mucho. Como prensa, vaya.
Le veo llegar desde lejos. Va de negro; abrigo largo y melena que, posteriormente, reconocerá llevar veintitantos años sin cortarse. Echa un vistazo desde la calle a través del ventanal de la cafetería, a ver si, con un poco de suerte, ya estoy dentro -a pesar de que esta sea la primera vez que va a verme en su vida, todo sea dicho-. Yo le sorprendo por la espalda.
PELAYO: ¡Don Borja!
Borja se gira.
BORJA: ¿Eres Pelayo? Pues tú a mi me suenas de algo.
Estrechamos manos.
PELAYO: Pues te he visto en el último concierto de Joe Crepúsculo, allí en Madrid, hace apenas dos semanas. Pero claro, tú no me conocías todavía.
Borja asiente y se ríe. Me pregunta sobre el nombre de la web, “¡Semejante Ramera!”, pero, desgraciadamente, ninguno de los dos lo entendemos. Hacemos entonces algún comentario sobre “El País” que, también desgraciadamente, no logro recordar. Un comentario negativo, eso sí.
Conversaciones con Borja Crespo
Es jueves. Llueve a fuego. Borja abre la puerta y me cede el paso a “El Cafetal”. Le pregunto que qué toma. Primero opta por un agua, pero termina decantándose por un Menta Poleo. Yo tiro hacia el café con leche. Hay dos plantas: bajamos y elegimos la última mesa. Tomamos asiento. Comienza entonces lo que yo llamaría, más que entrevista, conversación.
PELAYO: Vamos a empezar por el principio, si te parece. Primero esos fanzines que vendías de crío por 25 pesetas a tus compañeros de clase. Después las primeras colaboraciones en 2000 maníacos, Quatermass, La Comictiva… y Subterfuge. Hablemos de Subterfuge. Carlos Areces presenta este año las galas de inauguración y cierre del Festival de Gijón. Tú le conociste de muy joven. Estuvo a punto de publicar en Subterfuge, pero nunca cayó esa breva...
BORJA: Yo nunca le publiqué (risas). Pero no es que nunca le publicara porque no me interesase, sino que venía mucha gente… La verdad es que el tiempo que estuve en Subterfuge en los 90 fue una maravilla, porque conocí a muchísima gente que aún no tenía fama por aquella época, pero que ya estaban haciendo cosas interesantes. Uno de ellos era Carlos Areces. Pero claro, yo cuando conocí a Carlos no me imaginaba que iba a ser actor; de hecho, no sé si se lo imaginaba ni él…
PELAYO: Ya… Igual no (risas).
BORJA: Y míralo ahora. Vamos, a mi me encanta. Claro, él venía con sus comics, pero no pegaban mucho en la línea de Subterfuge… Pero yo nunca le dije que no, vaya. Lo que a mí me encantaba eran los cortos de animación que hacía: muy en la línea de Ren & Stimpy, eran unos cortos hechos en flash y que yo proyecté en algunas de esas sesiones que montaba de vez en cuando por ahí.
PELAYO: Ahá. Eso he leído, sí.
Llegan el café y el Menta Poleo.
BORJA: Pero vamos, al final yo dejé Subterfuge porque me quitaba mucho tiempo; en aquel momento no daba para más y me apetecía dedicarme a otras cosas. Entonces se quedó en barbecho Carlos Areces, así que a la hora de hacer el recopilatorio de los 25 años pensé: A ver si a Carlos le apetece hacer el prólogo.
Conversaciones con Borja CrespoPELAYO: Buena elección.
BORJA: Y me dijo: ¡Pero si nunca me has publicado! Y de eso va el prólogo, de que al final lo hice…
PELAYO: 25 años después, ¿no?
BORJA: (Risas) Eso es. Le publiqué en el prólogo, 25 años después… Carlos es brillante. Ya no solo cómo actúa, sino también su forma de pensar. Me parece un tío brillante más allá de que pueda o no gustarte su trabajo; además, es genial a la hora de contestar entrevistas. Luego es muy rarito: colecciona tebeos de Bruguera y cosas así.
PELAYO: Sí, ¿no? Un tipo curioso, cuanto menos.
BORJA: Pero eso se le perdona, sí (risas).
PELAYO: En fin, siguiendo por donde íbamos: BURP!, tu primer fanzine personal.
BORJA: Sí, pero en realidad ese no fue mi primer fanzine. Yo hice fanzines de chaval, cuando iba a EGB, sin saberlo siquiera. Los fotocopiaba mi padre en su trabajo y yo se los venía a mis compañeros.
PELAYO: Ahá. Yo, curiosamente, tengo un ejemplar de La Comictiva que me regaló mi tío, donde aparece Álex de la Iglesia en la portada, en una posición un poco extraña. El otro día, de casualidad, encontré que en las últimas páginas de la revista aparece un fragmento de El Cielo Más Alto, uno de tus comics.
BORJA: Sí, sí. Por esa época yo estaba empezando ya a hacer unos cómics que no me llevasen mucho tiempo en la parte del dibujo, porque no lo tenía, y giré entonces hacia un rollo más intimista, influenciado también por la carrera que estuve estudiando: Bellas Artes. Pasé un poco del underground puro y duro del gore, la caspa y el porno a hacer otro tipo de cosas. Pero respondiendo a tu pregunta: llevaba mucho tiempo currando en otros fanzines y me di cuenta de que no tenía uno propio; así nació el BURP!, que definimos desde un comienzo como una “mutación de la Escuela Bruguera”, es decir, como si Superlópez, Mortadelo y Filemón y Zipi y Zape se hubiesen puesto hasta arriba de ácido y se dedicasen a grabar películas porno… (risas) Una cosa así. Eran comics muy salvajes donde nacieron personajes como La Cebolla Asesina, que llegó a vender unas tres mil copias en aquella época.
PELAYO: Buscando en Youtube el otro día me encontré un vídeo de INFRASER (Canal de Youtube del propio Borja Crespo) de una expo en Rusia…
BORJA: ¡Ah, sí!
PELAYO: Un vídeo donde giras sobre ti mismo para mostrar una exposición de tu cómic El Cielo Más Alto.Conversaciones con Borja Crespo
BORJA: Bueno, bueno. Fue increíble. Era un colectivo medio okupa que organizaba una especie de saloncito del cómic en colaboración con el Instituto Cervantes, y nos invitaron a Miguel Ángel Martín y a mi a Moscú. Qué bien nos lo pasamos: claro, de repente llegamos ahí y nuestros dibujos estaban a tamaño gigante; fue una experiencia maravillosa y tuvimos uno de los pases más interesantes del corto Snuff 2000 que hicimos juntos, porque lo proyectaron con subtítulos en inglés y mucha de la gente que pudo verlo nos dijo que, más allá de un corto, era una obra digna de ser proyectada en galerías. Y nosotros, claro, encantados de la vida.
PELAYO: Vaya, de puta madre, ¿no?
BORJA: Claro, y sobre todo vimos las diferencias con lo que ocurre aquí en España, donde muchas veces no nos hacen ni puto caso. Fue una bonita experiencia: por un lado conocimos a toda esta peña okupa y estuvimos en sitios increíbles, y por otro lado el embajador nos llevó a comer de puta madre…
PELAYO: Vamos, que todo lo que no hubiera pasado aquí lo encontrasteis allí.
BORJA: Fue una visita a Moscú muy chula, porque vimos el lado más pijo y el lado más pobre.
PELAYO: Ya… y hablando de Snuff 2000: Ahí comienza tu relación “audiovisual” con Miguel Ángel Martín. ¿Cómo conoces a Miguel? Tengo entendido que empezasteis carteándoos.
Conversaciones con Borja CrespoBORJA: Sí; no había ni email ni nada. Como él colaboraba en Subterfuge, le mandé el fanzine y me contestó. Le pedí un dibujo y me dijo que sí, y fue como: ¡Ostia! Y de repente un día, visitando Madrid, me quedé a dormir en su casa. La gente me decía: ¡Pero tío! ¡Estás loco! Pero no, no: yo dormí en el sofá de Miguel Ángel Martín y así nos hicimos amigos. Con el tiempo yo tenía ganas de llevar una de sus historias a un cortometraje, pero entonces nos surgió la posibilidad de hacer un largo: Historias Horripilantes. Era una película colectiva, en el rollo de Tales from the Crypt, compuesta por cuatro segmentos dirigidos por Vigalondo, Koldo Serra, Gorka Vázquez y yo. Alaska iba a ser la que presentaría cada uno de los segmentos, dándole unidad a la película. Pero aquello se cayó a un mes de rodar y yo, que tenía ya el gusanillo, desempolvé la idea de llevar a un cortometraje Snuff 2000, y lo rodamos en 35 mm. Es un corto que a día de hoy sigue rodando por ahí y dándonos alegría: Vidas de Papel va a editar el storyboard de Martín con un Making of del corto y demás. Hace unos años se editó también en la edición en dvd que sacó Avalon de El Almuerzo Desnudo, y quieras que no, compartir crédito con el maestro Cronenberges mucho.
Conversaciones con Borja CrespoPELAYO: ¡Ya ves! ¡Pero si yo tengo esa edición! La que es en cajita de cartón, ¿no? Que se editó hace 7 u 8 años; no me había fijado en los extras del DVD.
BORJA: Pues si la recuperas, fíjate. Aparece además escrito en la portada.
PELAYO: Y hablando de Vigalondo, que aparece en Snuff 2000 haciendo un papel protagonista, aunque no se le vea la cara... Háblame de Arsénico P.C.
BORJA: Mmm… Arsénico P.C.nace con Snuff 2000; el corto lo produjeron gente como Pablo Ibáñez, que actualmente es El Hombre de Negro de El Hormiguero.
PELAYO: ¿Ah, sí? ¡No jodas! ¡Qué curioso! Además ha ocurrido con más gente que ha terminado en El Hormiguero, como por ejemplo Flipy, al que sé que también conoces.
BORJA: Sí, claro; a Flipy le metí yo en Subterfuge para hacer videoclips. Cada uno ha ido encontrando su lugar con el paso del tiempo.
PELAYO: Ahá. También me he fijado que el montador de Snuff 2000 es Rafa Parbus, que luego dirigiría Campamento Flipy.
BORJA: Claro. Rafa y Flipy son hermanos. Cuando yo curraba en Subterfuge venía gente a ofrecer su curro. Un día llegaron unos hermanos que hacían unos cortos terribles, pero que me cayeron muy bien: eran Rafa y Kike (Flipy). Pero no me desvío más: Arsénico P.C.nació gracias a la pasta de todos. Hicimos un crowdfunding y la llamé así, Arsénico P.C., “por compasión”, en homenaje a la película. Fuimos a un notario y lo montamos todo: Nacho, Borja, Koldo, Nahikari y yo.
PELAYO: Ahá. Hablando de todo eso: me interesa también tu labor como coordinador y gestor de eventos. Has dirigido el Festival de Comedia de Peñíscola, por ejemplo.
Conversaciones con Borja CrespoBORJA: A mi lo que siempre me ha gustado es dirigir. Y los comics, claro. La gestión cultural y la escritura en medios, aunque también me gustan, han venido un poco por accidente, aunque a la hora de la verdad suponen el 50% de mi trabajo. Y a veces sí que he tenido crisis donde me he planteado que igual debería haberme centrado más en una cosa; sin embargo, a día de hoy no me arrepiento, porque probablemente de esa forma me hubiera tirado mucho tiempo mirando al techo, ahora que la crisis está ahí. De esta manera, nunca he dejado de tener trabajo. Pero claro, eso también supone, por otra parte, que algunos proyectos personales se queden a un lado… Y fue esa la razón por la que rodé Neuroworld. Respecto al de Peñíscola… Un día me llamó Flipy y me dijo: Oye, que vamos a presentarnos a concurso para llevar nosotros el festival, ¿te atreverías a dirigirlo? Y le dije: Hombre, pues sí, creyendo que no iba a salir. Y de repente un día me llama Flipy y me dice: Tío, que en dos meses empieza el festival y hay que ponerse las pilas. Y así empezó todo: durante tres años dirigí Peñíscola. Lo dejé porque montamos la productora y demás. Pero vamos: contento y feliz; vivo muy bien de todo esto. Te tiene que gustar, ¿eh? Y no dejas de ser autónomo, que tiene sus pros y sus contras. Aunque yo tengo ingresos fijos todos los meses porque cada semana del año escribo en El Correo. Y luego todo esto se publica también en otros medios; vamos, que a veces no me entero ni de dónde me publican. Hay días en que me llama gente y me dice: ¡Oye, que estoy aquí en el sur de Málaga y te he visto en tal revista! Al final te lee mucha gente, pero claro, no escribes en una cabecera potente a nivel nacional, como puede ser El País. Y a esto de la escritura todo lo demás es un añadido… Porque con el tema de los videoclips no te da para vivir.
PELAYO: A eso quería ir ahora. Tema Videoclips. He visto que has dirigido mogollón, y además con artistas de muy distinta índole.
BORJA: El videoclip me ha servido para experimentar y demás, pero tampoco he podido hacer lo que he querido. He hecho algunos con mucha pasta y otros con muy poca: cuanta más tienes, más importante es el artista y más lata te da la discográfica; cuando el presupuesto es menor y es para un grupo de colegas, tienes dificultad de medios. No obstante, a mi los que más me gustan son los más sencillos que he hecho, como los de Pantones. También me gustó mucho el de Fangoria, porque fue el primero que hicimos. Y con Carlos Jean ganamos el premio de Los 40 Principales con Ay Ahití, que me gusta mucho también. Y de repente un día me vi haciendo El Sueño de Morfeo.
Conversaciones con Borja CrespoPELAYO: Claro, a eso quería ir. Viniendo del underground, del gore, del rollo Infraser… ¿Cómo fue trabajar para estos grupos más grandes?
BORJA: Pues la primera fue Fangoria. Me lancé; supongo que en parte tendrá que ver con la insolencia de la juventud. Y también que en aquella época yo estaba encantado de rodar un videoclip para esta gente; a día de hoy, sin embargo, me llaman para algunas cosas, e incluso teniendo un presupuesto potente, digo que no.
PELAYO: Ahá. Rechazas, a veces.
BORJA: Sí, porque no me merece la pena el gasto de energía y el lío mental que me supone. Prefiero hacer un videoclip pequeñito para Pantones que uno tan grande para un grupo más conocido. A la hora de la verdad, en términos económicos es parecido, pues en el grande tienes más gastos, pero con un videoclip más pequeñito tengo menos quebraderos de cabeza. Por eso no me gusta la publicidad: la he hecho y me lo he pasado bien, pero a priori me parece un esfuerzo que, al menos para mí, no merece la pena.
PELAYO: Mmm… ¿Y para cuando un vídeo con Joe Crepúsculo?
BORJA: (Risas) Pues mira, lo que tengo pendiente con Joel es una entrevista para mi programa La Hora Caníbal; es algo que llevamos tiempo hablando por Facebook. En tema videoclips: si él me lo propusiese yo estaría encantado, pero también hay mucha peña a la que le gustaría hacer un videoclip para Joel. Hay gente con la que me encantaría trabajar en esto, por ejemplo con Los Punsetes, que me gustan mucho… pero con otros grupos pues puede no apetecerme ya. Es eso: con grupos que son colegas trabaja uno mucho más a gusto.
Conversaciones con Borja Crespo


PELAYO: Eres un artista multifacético. Realizador de televisión  y de videoclips, director de cine, autor de varios comics, dibujante, productor de cortos… ¿Disfrutas de la misma forma con todo esto? Si tuvieses que salvar solamente una de las cosas que has hecho, ¿con qué te quedarías?

BORJA: De lo que más contento estoy es de Snuff 2000, porque a día de hoy creo que no ha perdido su frescura, y de Neuroworld, el largo que estrené el año pasado. A nivel de cómics, te diría los dos volúmenes de Cortocuentos. Respecto a Subterfuge,me quedo con lo bien que me lo pasé y con la cantidad de gente que conocí. A nivel de escritura, me gustan mucho mis participaciones en los libros sobre Cronenberg, sobre Jodorowski, etc. Y en cuanto a videoclips… soy consciente de que algunas cosas me hubiese gustado hacerlas de otra manera, pero me gustan mucho, por ejemplo, los últimos de Pantones, que son muy sencillitos y crean una imagen para el grupo, el de Atom Rhumba, un par que hice con Carlos Jean… Bueno, y ahora acaba de salir mi libro Usted no es una persona normal, que tiene bastante de mi y además es un rollo más excéntrico.
Conversaciones con Borja Crespo
PELAYO: Ahá. Bueno, y como productor también has hecho carrera. Sé que has producido cortometrajes y demás historias.
BORJA: Sí, pero a nivel de producción tengo que decirte que no me gusta trabajar. He sido productor porque lo he hecho para amigos o, en alguna ocasión, para sacar un dinero. Pero no me gusta tampoco producir a amigos, porque no suelo terminar satisfecho: no es fácil decirle a un colega que no puede utilizar esto o lo otro. Bueno, y a veces me he tenido que producir a mi mismo, lo que en el fondo es muy cansado… En Neuroworldtenía que controlar que la casa se hubiese barrido cuando nos íbamos, que no se hubiese roto nada, que todo el mundo estuviese contento, que estuviese bien el catering… y todo esto a la vez que estaba montando el plano. Es una barbaridad. Esto me ha pasado a veces con los videoclips: terminar de rodar supercontento, ir donde está el eléctrico a preguntarle qué tal y que me diga: Joder, tío, que no hemos comido…
PELAYO: Sí, por desgracia yo sé lo que es… (Risas)
BORJA: Claro, y yo no me había dado cuenta porque el que tenía que llamar al catering era yo, que estaba en ese momento mirando el plano. Pero claro, un director intenta hacer que la obra sea suya, mientras que para un productor muchas veces se convierte en una cosa meramente alimenticia al no sentirlo como suyo. Y, además, la labor de un productor no suele estar reconocida…
Conversaciones con Borja CrespoPELAYO: Ya ves. Pasa un poco lo mismo con el ayudante de dirección, que se pega un currazo y no es reconocido más allá del propio equipo.
BORJA: Claro, de hecho yo la primera vez que fui ayudante de dirección no sabía ni lo que era. Pensaba que consistía en sentarse al lado del director y opinar acerca de qué tal estaba quedando el plano.
PELAYO: (Risas) Ya ves. Y luego es una cantidad de curro tremenda. Yo he sido ayudante de dirección un par de veces y… tela.
BORJA: Y que en los rodajes surgen odios. La gente se quiere, la gente se odia, la gente se pega. La gente incluso folla.
PELAYO: Sí, ¿no? Después de…
BORJA: O incluso durante (risas).
PELAYO: (Risas) Nuevo cine español. Yo creo que está surgiendo un panorama de cineastas muy interesantes aquí en España. Me interesaría saber tu opinión acerca de todo esto. Sin ir más lejos, Carlos Vermut, que ganó en San Sebastián el año pasado, o Nacho Vigalondo, que lleva unos pocos años más, pero que ahí está también, al pie del cañón.
BORJA: Yo creo que hay gente muy interesante que poco a poco va encontrando su lugar, pero, paralelamente, estamos creando un circuito alternativo de películas que, aun pudiendo rentabilizarse a nivel artístico y creativo, aún están lejos de ser rentables económicamente. Pero está claro: hay voces muy interesantes. Como jurado de cortos aquí en Gijón debo decir que no estoy viendo cosas muy interesantes, la verdad; espero que por ahí las haya y que tal vez sea yo el que se las está perdiendo. En el caso de Carlos Vermut, por ejemplo… Él apostó. Tenía claro que quería hacer cine y, con la pasta que ganó con los derechos de una serie… Bueno, igual lo sabes.
PELAYO: Sí, sí. Una serie infantil. Billy… No recuerdo el nombre.
BORJA: Billy Boy o…
PELAYO: Sí… Jelly algo… Jelly Jammo algo así.
BORJA: Sí, eso es, Jelly Jamm. Pues con lo que ganó de ahí decidió invertirlo en una película, y así es como hizo Diamond Flash. Claro, también es que ahora los medios están a nuestro alcance, cosa que no pasaba cuando yo salí de la facultad.
Tres hombres mayores se sientan en la mesa de al lado. Uno de ellos lleva un paquete rectangular en la mano. Lo abre y deja caer su contenido sobre la mesa: fichas de dominó. Mucho ruido. Demasiado ruido. Borja y yo les miramos. Nos miramos. Él echa mano del teléfono con el que estamos grabando la conversación y se lo acerca.
BORJA: Pero precisamente ahora que el acceso a los medios es mucho más fácil, también estoy viendo cortos muy conservadores… No sé. Siempre hay cosas interesantes en Internet; por ejemplo, en el fenómeno Youtuber, aunque hay un 95% de basura, sí hay cosas que pueden tener cierto futuro.
El dominó empieza a resultar cargante. Borja me ofrece que vayamos a la parte de arriba de la cafetería. Yo le digo que por mi bien, pero que en realidad no hace falta; tampoco nos queda mucho. Asiente y se acerca más al “micro”.
BORJA: Tipos como los Venga Monjas, por ejemplo, que son creadores polifacéticos.
PELAYO: Hablando de los Venga Monjas: se entrevé una relación palpable entre todos estos nuevos artistas. Los Venga Monjas, por ejemplo, que le hicieron un videoclip a Joe Crepúsculo; Carlos Vermut, que les hizo el corto de Don Pepe Popi a los Venga Monjas… Todo está interconectado, ¿no?
BORJA: Claro, nos vamos conociendo todos y acabamos haciéndonos amigos. Nos vemos en los festivales, en los eventos… No dejamos de tener las mismas referencias aunque tengamos edades diferentes, y figuras como los gestores, como es mi caso, unimos a todos esos talentos. Es el caso del Tracking Bilbao, donde llevamos a artistas multidisciplinares como los Venga Monjas, algunos Youtubers, dibujantes que están empezando a vender su trabajo online… Actualmente el cruce de medios no es que esté a la orden del día, sino que es esencial y vital. Yo no concibo a alguien que quiera hacer cine y que se alimente exclusivamente de películas, sin leer libros o comics… Muchas veces veo a nuevos creadores cuyo caldo de cultivo son únicamente otras películas, y creo que la inspiración no está sólo ahí. Por ejemplo, con Neuroworld me llama la atención que se le haya hecho tan poco caso en muchos blogs de cómic, donde debería ser un acontecimiento que la obra de un dibujante como Miguel Ángel Martín se esté llevando al cine. Luego de Sin City se habla mucho, claro… Es como que no hacemos caso a lo de aquí. Por eso, me alegro mucho de que me entrevistéis, porque veo que, actualmente, parece que los blogs solo hablan de lo que ya hablan los grandes medios. ¿Para qué vamos a hablar de Star Wars? Todo el mundo habla ya de Star Wars; podemos hablar de eso, claro, pero por lo menos aportemos algo, no nos limitemos a colgar el tráiler de Star Wars en nuestra web, porque somos ya el enésimo medio que lo ha hecho en el día… Por ejemplo, si una película como Magical Girl se hubiese estrenado hace 20 años seguramente hubiese sido portada en nuestro fanzine y habríamos entrevistado hasta a los actores… Sin embargo, yo veo que ahora eso no ocurre. Por un lado estamos deseando que cambien las cosas, pero en el fondo las estamos perpetuando…
PELAYO: Ahá…
BORJA: No sé si me he explicado….
PELAYO: Sí, claro. Totalmente. Al menos yo te he entendido (risas)… En fin, si quieres contarme algo más que a mi no se me haya ocurrido preguntarte, este es el momento ideal. ¿Proyectos futuros…?
Conversaciones con Borja CrespoBORJA: Bueno, acabo de sacar Usted no es una persona normal, un librito que recopila textos míos con ilustraciones de 40 dibujantes, entre ellos Joaquín Reyes, Miguel Noguera, David Aja… Estoy muy contento con el recibimiento, la verdad. Al margen de esto sigo con mis historias habituales y moviendo Neuroworld. Estoy trabajando además en el proyecto de una nueva película para la que sí me gustaría tener un mínimo de presupuesto. Me gustaría rodarla el año que viene, consiga o no financiación. Y sigo visitando festivales, claro.
PELAYO: Ya ves. Eso en verdad siempre es un placer.
BORJA: Yo empecé a visitar festivales como vosotros: escribiendo en blogs. Ahí es donde conocí a Jaume Balagueró, a Bayona… Se lo decía antes a unos chavales en el instituto donde he estado dando una charla: Si os quedáis en casa nadie os va a llamar; eso ocurre muy rara vez. Hay que moverse y currar mucho.
El café y el Menta Poleo se han terminado hace ya un rato.
PELAYO: Borja: Un placer, tío.
Le tiendo la mano a Borja. Borja sonríe y me la estrecha.
BORJA: Nada. Igualmente.
Echo mano del teléfono móvil y miro la pantalla.
PELAYO: Joder. ¡45 minutazos! Muy guay, ¿eh?
BORJA: Es que yo hablo mucho… (risas).
Nosotros nos vamos. Los del dominó se quedan. Fuera, todo hay que decirlo, llueve un poco menos.
Pelayo Sánchez
Conversaciones con Borja Crespo
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