Durante la práctica de la Consultoría Psicológica y/o del Coaching denominamos a los encuentros con el consultante o coachee de diversas formas, dependiendo de la corriente a la que adscribamos, como “sesiones”, “entrevistas” y/o “conversaciones”.
Independientemente de cómo los denominemos, los primeros encuentros son interacciones fundamentales entre el consultante y el consultor o entre el coachee y el coach.
Las dinámicas que se adopten serán dependientes de qué tipo de sesión vayamos a transitar. La dinámica terapéutica de una sesión de psicología, será distinta de una sesión de consultoría psicológica o de una conversación de coaching.
Pero más allá del tipo de encuentro que estemos iniciando, la primera de todas tiene una importancia capital en sí misma, ya que permite interactuar con el consultante como fuente de información dado que, por ejemplo, como nos dice el Dr. Caballo en su libro “Manual de evaluación y entrenamiento de las habilidades sociales”, podemos obtener de la misma:
- La historia interpersonal
- Datos observacionales informales
- Situaciones sociales específicamente problemáticas para el consultante
- Percibir las habilidades sociales y determinar su habilidad para ponerlas en práctica
Durante estas primeras interacciones debemos proveer una atmosfera relajada y amigable, y, además de concentrarnos en la conducta real del consultante, también tenemos que prestar especial atención a la persona como un todo, por ejemplo, la existencia de coherencia entre el relato (parte puramente lingüística de la comunicación) y el cuerpo (parte paralingüística) y como aparece o se refleja la emocionalidad en el habla o la posturas.
Este intercambio con el consultante da la oportunidad de observarlo en una interacción social real en donde seremos testigos preferentes de la fluidez y el contenido del habla, su postura, el contacto ocular, los gestos, etc.
Sin duda, el estilo que debemos exponer durante las entrevistas es la actitud basada en la asertividad. Ya que es la actitud que nos ayudará en el conocimiento y comprensión del otro, manteniendo un diálogo constructivo.
De las metodologías actitudinales más importantes a desarrollar podemos destacar:
La escucha activa.
Cuando una persona se siente escuchada percibe un espacio de conversación en donde se abren posibilidades de exploración de sentimientos e ideas, minimizando las conductas defensivas.
La empatía
Coloquialmente hablando, la empatía es una forma de salir de nosotros mismos para ser capaces de entender al otro sin tener que sentir o compartir sus mismas emociones.
La empatía nos exige ser auténticos. Es la actitud frente al otro que potencia el ambiente positivo y efectos similares en la dinámica de la interacción.
Por otra parte, no debemos olvidar que la primera entrevistas es una interacción bidireccional donde no solo estamos evaluando al Consultante sino que también somos evaluados por él.
La generación del contexto mencionado será muy importante para que el consultante gane la confianza que le permita sentirse seguro, respetado y teniendo la certeza de que el Coach/Consultor sabrá tomar en cuenta sus inquietudes con la profesionalidad que merece el caso.
Dado el avance de las redes sociales y la conectividad estamos siendo testigos de un fenómeno emergente. El de la aparición de las sesiones online.
La gente pasa tanto tiempo frente a sus computadoras que no le parece extraño expandir la usabilidad de la misma a una sesión terapéutico o de coaching. De hecho, hay indicios de que son los terapeutas los más reacios a adoptar definitivamente el nuevo paradigma de la atención online.
Es sin lugar a dudas en el campo de la psicología clínica donde encontramos los formatos de estas interacciones más desarrollados, y por ello es normal que a menudo nos refiramos a modelos de sesiones y estudios que ocurren en ese ámbito.
Por ejemplo, la revista Journal of Affective Disorders publicó en julio de 2013 un artículo donde exponían un estudio realizado sobre 62 pacientes donde, divididos por partes iguales, recibieron terapia cognitiva conductual presencial y on line.
Los resultados específicos fueron muy similares, con diferencias porcentuales menores, con respecto a la evaluación de los diagnósticos posteriores. Es más, consultados los pacientes sobre su opinión: el 96% de los que fueron atendidos de forma online definieron el contacto realizado con el terapeuta como “personal” contra un 90% en el tratamiento convencional.
Aunque queda mucho por investigar podemos ver que el tratamiento online de pacientes no puede ser descartado y, según algunos estudios como el que mencioné, parecen instalarse como una ayuda eficaz en diversos contextos.
Por mencionar algunos características (ventajas y desventajas) de las sesiones online, señalo
Ventajas
- Suelen ser más baratas que las presenciales.
- No hay que hacer desplazamientos. (Aprovechamiento del tiempo)
- Mayores porcentajes de asistencia.
- Algunos pacientes manifestaron sentirse más seguros interactuando de forma online.
- Mayor accesibilidad a personas con discapacidad.
- Discreción y anonimato (¡nadie te ve entrar al consultorio!)
Desventajas
- Medios técnicos de calidad (conectividad, software, etc.)
- Frialdad inicial más difícil de romper
- Comunicación corporal limitada
En resumen, y como decíamos más arriba, las primeras interacciones son clave para una evaluación bidireccional y no podemos descartar que algunos consultantes se sientan más cómodos en una conversación online que en una presencial.
Es aquí donde aparece el reto para el Consultor/Coach de no cerrarse a nuevas posibilidades y proveer en su oferta profesional de todo tipo de interacciones, donde sumadas a las intervenciones individuales o grupales aparezcan las intervenciones online.
Seguramente es una forma de seguir creciendo en la profesión. Y siempre, con la capacitación adecuada.
Un saludo a todos.
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