Es una de las profesiones de moda: Cool Hunter, literalmente Cazador de Tendencias, que tiene como misión detectar hacia dónde se encaminan los gustos y preferencias de los consumidores para desarrollar la innovación a nivel de producto, marca, comunicación y distribución. Muchos cursos y posgrados han surgido en los últimos años para intentar ofrecer formación a todos aquellos que quieran adentrarse en ese apasionante mundo, aunque como en otras disciplinas, aquí también el olfato, la intuición y otros intangibles que sólo se aprenden fuera de las aulas también son importantes. Hay ciencia y también mucho arte: curiosidad, observación, sensibilidad, visión multidisciplinar de la vida....
El Cool Hunter viaja por la principales ciudades del mundo con cámara y vídeo en mano rastreando y tratando de identificar estilos punteros y minoritarios que puedan convertirse en tendencias masivas. Como es de suponer en un entorno de mayor competencia como el actual, la figura del Cool Hunter cobra mayor protagonismo. Todo se copia muy rápido y quien da primero, casi siempre, da dos veces.
En España son conocidos en esta disciplina Victor Gil y Daniel Córdoba (socio de The Hunter). El primero es autor del libro Cool Cool Huntig: El arte y la ciencia de descifrar tendencias; y el segundo es autor de Cool Hunting: Cómo descubrir y cazar tendencias.
Algunas cuestiones a las que responden ambas publicaciones son: ¿Cómo se gestan y se difunden las tendencias de consumo?, ¿Es posible anticipar si un fenómeno novedoso (idea, producto, campaña...) llegará a convertirse en moda? ¿Qué ventajas obtienen aquellas compañías que saben detectar con antelación lo que demandarán sus clientes en el futuro? ¿Se puede aprender a pronosticar las tendencias?, ¿Qué debemos saber para conseguirlo?
Mi página preferida sobre la materia (en inglés) es The Cool Hunter. Y otra también que merece la pena (en inglés) es Cool Hunting.
Os dejo algunos reportajes sobre el tema: