Cuando fue presentado el programa de la Copa Argentina se estipulaba que la fecha de finalización del torneo más federal de nuestro país iba a disputarse el 25 de mayo en el Estadio Monumental, la vuelta luego de su prematura edición en 1969. Claro que, como todo en nuestro país, fue modificándose sobre la marcha y la primera edición de esta competición mutó hacia el 8 de agosto en el Estadio Bicentenario de San Juan.
De todos modos, no podemos pretender que las cosas no hayan variado, si tenemos en cuenta que la primera eliminatorias se disputó el 31 de agosto de 2011, aquel en el que se enfrentaron entre sí los clubes de la divisional D. En un fútbol tan cambiante, en el que la “continuidad” no es un término muy escuchado, no cuesta creer que aquellos equipos que mañana estará en la final, sean sumamente distintos, ni más ni menos, a los que disputaron las semis.
Como primera medida, Boca, que superó a Deportivo Merlo por penales, ya no contará con Juan Román Riquelme, que justamente convirtió su último gol en ese partido, ni tampoco con el cúmulo de esperanzas que llevaba en esa época, donde todavía estaba con plenas chances de quedarse con el Torneo Clausura y la Copa Libertadores.
Hoy, tras una cruda derrota en el arranque del Inicial, las cosas son muy diferentes. Desde lo futbolístico, sin la guía del Diez, y el empecinamiento de jugar con dos números nueve, el equipo no tiene vuelo y abusa del pelotazo, además de mostrarse frágil en defensa. Así, una caída frente a Racing puede terminar de romper la relación entre Falcioni y la gente, paso trascendental para que el entrenador de un paso al costado.
Por su parte, Racing volverá a disputar una final tras 20 años, desde aquella definición ante Cruzeiro por la Supercopa de 1992. Pero el conjunto albiceleste ha sido una de los que más incorporó en el receso y es por eso que presenta un dibujo íntegramente diferente, al menos desde los nombres.
La defensa presentaría un solo nombre repetido: el de Matías Cahais que ocuparía la dupla central junto a Fernando Ortíz. Así igual la mitad de campo, con Camoranesi, Villar y la presencia en la delantera de José Sand. Ya no están Lucas Castro, Federico Santander ni Gio Moreno. Quien vivirá una noche especial será Valentín Viola, que se disputará su último partido antes de su viaje a Portugal, donde se incorporará al Sporting.
La Copa Argentina ya está en San Juan, a la espera del ganador (via Olé)
Las cartas están echadas: mañana desde las 20:30 Boca y Racing buscarán ser quienes reciban de la mano de la mismísima presidente de la Nación el trofeo de esta reeditada Copa Argentina.