Coplas del domingo, por Antonio Casero
A LA VEJEZ—Vamos, chica, revuelve el brasero,c’hace un frío que ¡vaya calor!—¡Ay, qué gracia! Va haber que ponerte,por lo visto, la calefacción.—Pero, chica, si aquí no hay rescoldo.—Diez de cisco; no creas que yoescatimo en los meses de inviernopa’que no te calientes, ladrón;lo c'ocurre es que estás de vaguerasy te pasas las tardes al solentonándole un hizno al dios Baco,que pa mí que era un punto ese dios,con Manolo el trapero y Matías,que también se las traen los gachós,entregaos al placer del tuteo;que, por cierto, m'ha dicho Ramónque te meten ca trampa c'atufay te fallan el as.—Eso, no;que entavía defiendo yo al tuteel aquel de un leal jugador;lo que pasa es lo dicho: que Febos’aplacera en la calle el guasón.—Y vosotros le estáis disfrutandohasta la hora que dice: «Me voy»;tú debieras entonces venirtepa tu casa también.—Es que yo...—Es que tú como veas dos vasosd’algún líquido negro, Canor,no t'acuerdas que ties una esposay un jilguero, y un gato.—Eso, no,y la prueba es que vengo a entregarmea tu lao pa buscar tu calor.—¡Ay, qué risa; que toquen a fuego,que se m'ha incendiao el corazón!—No lo tomes a chufla, mi vida,—No t’ocupes de mi: yo ya estoypropiamente como este rescoldo, y no cambies de conversación;los que no trabajáis tenéis frío;si esas tardes que pasas al sollas pasaras con una garlopaestarías más recio y más too,que da pena mirarte; parecesun perrito faldero.—¿Quién, yo?Dejate de pamplinas y acercaesa silla a esta otra.—¡C’atroz!Mía que estás novelesco, pimpollo.—Tú respeta el mandato que doy.—¿Es así como dice «vucencia»?—Como dice «mi cencia», Leonor;más cerquita.—¡Ni un sello d'alcance!;eso ya es una exageración.—Ahora siéntate, calla y escucha.¿No es verdad, dime tú, ángel d'amor?—¡Ay, qué gracia; te sientes Tenorio!—¡Cállate!—¡M’ha matao este ladrón!Un Tenorio de saldo; ¡qué risa!Que me traigan a Chuti, por Dios,y se lleve a tomar un refrescoa este pobre infeliz burlador.—¿Te chufleas?—Pero hombre, a tus añosy a los míos, que estamos los dosaveriados, yo estoy hecha una Brígiday tú ejerces de Comendador.—¡Ahora sí que me dejas helado!¿De manera que crees que yo?...—Tú, a la cama y botellas calientes,que son güenas pa la, reacción,y t'haré flor de malva con triple.—¿Pa qué quiero, morena, más florque tu cara?—Tú vienes borracho.—Es posible; mas deja que yobusque en ti lo que no tie el brasero:un rescoldo, mi vida, d'amor.— ¿Es que m'hablas en serio?—Pos claro.—Es posible que tengas razón,y que estemos tirando a la calleel cariño que nos da calor...— ¿Qué te pasa, que parece que lloras,tú, que tanto reías?—¿Quién, yo?¡Es que m'hacen llorar tus palabras!—¡Es que t’hace llorar la ilusión!...
ANTONIO CASERO
© 2016 Eduardo Valero García (GARCIVAL) - HUM 016-005 ILUST
© 2016 Eduardo Valero García-HUM 016-004 COPLAS AC
© 2016 Historia Urbana de Madrid ISSN 2444-1325
A mis padres.
Bibliografía
Todo el contenido de la publicación está basado en información de prensa de la época y documentos de propiedad del autor-editor.
En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2016) "Coplas del domingo. A la vejez", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/ ISSN 2444-1325
• Citas de noticias de periódicos y otras obras, en la publicación. • En todas las citas se ha conservado la ortografía original.
© 2016 Eduardo Valero García - HUM 016-004 COPLAS ACISSN 2444-1325