Cordero asado

En estas fechas navideñas y aunque ya hace unos años que no paso la Navidad en casa con mis padres hay cosas que a uno no se le olvidan y una de ellas es el menú navideño que prepara mi madre todos los años.
El menú se repite año tras año y espero que siga siendo así por muchos años más, desde los tiempos que alcanza mi memoria se compone de unos buenos entremeses, langostinos a la cazuela y bacalao a la vizcaína el día de Nochebuena, y de la mejor sopa de pescado del mundo y cordero asado el día de Navidad. La sopa no está aun en el blog espero que no muy tarde la pueda colgar un dia, pero para que os hagaís a la idea, es una sopa con tanta chicha que se puede incluso clavar un tenedor y este se sujeta de pie!!
No es difícil darse cuenta que en casa el pescado siempre ha estado presente y aunque lo hemos odiado de pequeños por aquello de las malditas espinas, hoy en día para mi es el plato rey y no cambiaria ninguna carne por un buen pescado.
Hace poco fue el cumpleaños de mi madre y nos preparo el cordero asado, aproveche la ocasión para anotarme la receta que es bien sencilla y en este caso tiene un pequeño truco para que la carne mantenga todo su jugo.

Ingredientes para 4 personas
2 kilos de cordero lechal
3-4 dientes de ajo
1/2 vaso de aceite
1/2 vaso de vino blanco
El zumo de 1 limón pequeño
1 pastilla de starlux
Sal
Lo primero que haremos sera poner en remojo durante una hora el cordero, si no tenemos una fuente lo suficientemente grande lo podemos hacer incluso en el fregadero de la cocina, esto es parte del truco para que luego la carne no quede seca. Una vez que transcurre el tiempo, lo secamos con un paño suavemente, lo ponemos en una fuente hermosa y lo salamos.
Batimos en un recipiente los ajos, el zumo y el aceite hasta que nos quede una salsa espesa y homogénea, que esparciremos generosamente por encima del cordero, sobre la salsa desmenuzaremos lo mas uniformemente posible una pastilla de starlux y lo introducimos al horno ya precalentado a 220ºC.
En este momento es importante que introduzcamos al horno un plato hondo o un bol bajo lleno de agua que también evitará que la carne se seque y quede bien jugosa.
Transcurridos los veinte primeros minutos regaremos el cordero con el vino blanco, posteriormente tendremos que dar un par de vueltas al cordero para que no se nos queme,