Revista Cultura y Ocio
Córdoba está más cerca de ser la Capital Europea de la Cultura en 2016.
Lleva años trabajando duro para alcanzar esta distinción. La vieja capital de Al-Ándalus convence a sus visitantes de que la historia de Occidente hubiera sido bien distinta de no haber existido.
Y es que antes de que la dinastía omeya llegara a estas orillas del Guadalquivir a mediados del siglo VIII, Roma la reconoció capital de la Bética en un tiempo en que el gran río de Andalucía era navegable hasta este lugar.
Córdoba está de moda. En los últimos dos años, ha puesto en marcha numerosos proyectos turísticos que han multiplicado su atractivo y que han conseguido atraer a decenas de miles de visitantes.
Como ejemplo, las Caballerizas Reales acogen una composición que sintetiza la nobleza y elegancia de los equinos, tan vinculados a la urbe, con otros dos símbolos culturales: el flamenco y la danza. El espectáculo se titula “Pasión y duende del caballo andaluz”.
“El Alma de Córdoba”, nombre que recibe el programa de visitas nocturnas en la Mezquita Catedral, es una de las mayores tentaciones para viajeros y turistas. (El Mundo)