Analizamos la inexorable relación entre el fenómeno del running y las endorfinas.
“A nivel mental es un lujo,
estoy cargada de endorfinas que no solo te hacen estar más feliz, sino que actúa
como analgésico de manera que atenúa los dolores que puedas tener. Me gusta
salir a correr sola, encontrarme conmigo misma, sentir el frío y ver cómo
amanece en Madrid. ¡Son sensaciones que me cargan de energía!”, me contesta
Clara Montoya, jefa de publicidad , cuando resume la sensación que le provoca salir a correr.
Adicta al running –algo fácil de intuir tras leer
estas líneas–, Clara responde de forma aún más contundente cuando le pregunto
cómo organiza su tiempo (es madre de mellizos y trabaja a
full time) para correr casi a diario. “Tengo dos hijos y no me gusta
perderme nada de ellos, así que dos días en semana corro muy temprano (¡he
llegado a pisar la calle a las 6:30 h de la mañana!) y un tercer día, durante el
fin de semana, corro por la mañana, pero sin prisas”. Y puntualiza: “No utilizo
el despertador, me basta con pensar en que quiero correr al día siguiente y
directamente me despierto”.
Tras una conversación con Clara es fácil
plantearse las bondades y la absoluta necesidad de
incorporar esta rutina en nuestras vidas. Porque ella, que define el
running como “el deporte más adictivo que conozco”, corre a bajas
temperaturas y bajo la lluvia porque los beneficios de esta practica le
compensan. Y mucho: “Desde que empecé a correr hace tres años me siento más ágil
mentalmente y con ganas de comerme el mundo. Comencé a madrugar más, a cenar
pronto, a trasnochar menos y a llevar una vida más ordenada”,
sentencia.
Luis Javier Gonzalez, director técnico de easy running; Rafael Vicetto, de la
clínica Fisioterapia Vicettoy Alejandro Escudero,
fitness manager de Caroli Health Club, rubrican las afirmaciones
de Clara y van más allá. Esta inexorable relación entre endorfinas y
running es calificada por Vicetto como Runner´s
High (euforia del corredor) y se traduce en un deporte un tanto
adictivo que, además, embellece nuestra piel, libera nuestro organismo de
toxinas y mejora nuestra vida sexual. Analizamos los beneficios de esta práctica
y trazamos su manual de uso. Yes, we run!.
Opiáceos naturales. Así es
como se conocen a las endorfinas, cuyos niveles se ven incrementados
considerablemente por obra y gracia de deportes como el running. “Entre
sus efectos psico-fisiológicos se encuentran su capacidad para bajar la
percepción del dolor y subir el estado de ánimo”, nos cuenta Luis Javier
González, que recalca el estado general de euforia que proporciona el
deporte. “Después de un ejercicio progresivo la producción endógena de
endorfinas oscila entre 1,5 y 7 veces más”, recalca el experto de easyrunning. Y añade: "El pico de endorfinas
alcanza su máximo en el minuto cinco de la recuperación, disminuyendo
progresivamente hasta alcanzar los niveles basales en el minuto 20".
Muy adictivo. Clara Montoya definía el
running como “el deporte más adictivo que conozco”. La explicación la
encontramos en ese efecto similar al de los opioides y al hecho constatado
científicamente de que la intesidad de la carrera influye de forma determinante
en el aumento de las endorfinas. “Esto hace que los runners se
enganchen y que sean adictos a medida que van aumentando su nivel de resistencia
“, afirma González.
Suma y sigue. “Al hacer ejercicio se produce testosterona, una
hormona relacionada con la sexualidad”, sentencia Rafael
Vicetto cuando le preguntamos por los beneficios que aporta el
running a la vida sexual. Alejandro Escudero añade.
“Con el deporte hay una gran mejora de la circulación que ayuda a una mayor
vasodilatación de los vasos sanguíneos necesarios para estimular las zonas
erógenas”.
¿Cuál es el mejor momento del día? Aunque la clave está en
adaptar las sesiones a tu agenda –“Hazlo en función de tus capacidades y
objetivos", aconseja Luis Javier González–, según diversos
estudios basados en biorritmos es "por la tarde, sobre las seis y las siete,
cuando el organismo está más activo. No obstante, también depende de cada
persona y de sus hábitos”, añade el experto. Y advierte: “Entrenar muy fuerte
por la noche puede alterar el sueño, por lo que debe ser ejercicio moderado”.
Si es por la mañana... Ante la eterna duda de desayunar antes o
después de la carrera, los expertos recomiendan, antes de salir a correr,
ingerir un tentempié ligero para no tener un déficit de glucosa. Después, es
necesario completar el desayuno, tomar una bebida isotónica y algún carbohidrato
digestivo, tal y como recomienda Escudero.
Por donde pisas. Aunque, tal y como nos explica Rafael
Vicetto, “la sensación de correr en la naturaleza no es comparable a
ningún sitio”, en nuestro día a día acaba siendo más fácil hacerlo en la ciudad.
Es una alternativa –sobre todo si buscamos parques o polideportivos urbanos–
aunque siempre teniendo en cuenta el tipo de terreno que pisas. “Es importante
alternar tanto asfalto como tierra, así las articulaciones de pies, rodillas y
caderas tienen información de diferentes superficies”, sentecia Vicetto.
Poco a poco. Es otra de las máximas repetidas a modo de
mantra por los expertos consultados, sobre todo para los amateurs que
quieren iniciarse en esta disciplina. “Es importante empezar despacio, corriendo
pocos kilómetros (máximo 3 por sesión), dos o tres días a la semana. Después se
puede ir incrementando gradualmente el volumen a medida que vas aumentando tus
niveles de resistencia”, nos cuenta Luis Javier de easyrunning.
Por otra parte, Vicetto recomienda alternar carrera con
caminar a buen ritmo durante 20/30 minutos. Y siempre, sobre todo cuando se
empieza, "descansar el día posterior y escuchar el cuerpo para no forzarlo
nunca", añade.
Cosa de chicas. “Como norma general las mujeres se sienten más
atraídas por el running que los hombres”, nos cuentan desde
easyrunning. ¿Los motivos? Es un deporte que quema calorías y
mantiene tonificados los músculos por el trabajo de impacto del tren inferior.
Sin embargo, para luchar contra el enemigo número 1 de las féminas, la
celulitis, es necesario, tal y como apunta Escudero, “trabajar la zona
realizando también zancadas o sentadillas”.
Anticelulíticos, ¿antes o después? Existe una gran duda sobre
su modo de uso cuando se combina con una sesión de running. La mayoría
de los expertos recomiendan aplicarlos antes porque “al aumentar el riego
sanguíneo el producto llega de manera más rápida y efectiva a las células”,
sentencia Luis Javier González. Montoya, por
su parte, nos desvela que, en ocasiones, antes de salir a correr toma una
pastilla de carnitina “para quemar la grasa y tener más gasolina”.
Terapia antiaging. Está comprobado, la sudoración
que se produce con la práctica de cualquier deporte ayuda a eliminar toxinas.
Clara lo resume así: “Al aumentar el riego sanguíneo la piel está más radiante,
más luminosa”. Sin embargo para combatir el estrés oxidativo que produce el
deporte (diversos estudios han corroborado que durante la práctica de ejercicio
se generan radicales libres y otras especies reactivas de oxígeno produciendo un
cierto daño oxidativo), Clara Montoya toma la precaución de
tomar cápsulas antioxidantes de coenzima Q10 para compensar este efecto
oxidativo.
Unplugged. Respecto a la conveniencia o no de
escuchar música durante el running y aunque existen diversos estudios
que corroboran que una correcta selección de la misma puede aumentar nuestra
resistencia un 15%, Luis Javier González coincide con otros
tantos expertos que recomiendan correr sin música. Porque aumenta la
concentración y porque “interiorizas más el ejercicio, escuchas tu respiración y
conoces tus límites mejor”. Clara lo apoya así: “La música te puede acelerar en
un momento, pero también te puede hacer ir a un ritmo que no es el adecuado. Mi
entrenador me aconseja que salga unplugged para ser consciente de las
sensaciones, la respiración y el ritmo" .