Existen teorias poco comprobadas pero que sí se entienden como reales relacionando el electromagnetismo y la geobiología con la respuesta sobre el cuerpo humano. Estas variaciones entre iones positivos y negativos producen alteraciones que se relacionan con modificaciones en la vida normal de una persona.
Esto se lleva también derivado a las corrientes que produce, por ejemplo, una cañería de agua cuando circula alrededor de una habitación. ¿Se producen cambios en el sueño por el hecho de que circule agua que genera un campo electromagnético muy débil? ¿Afecta la operación de inversión de iones, la electroósmosis utilizada para controlar la humedad en cimientos a nuestra rutina diaria?
El sistema de franjas de radiación, consideradas como líneas de fuerza del campo magnético terrestre y llamadas “red H” o “red de Hartmann” en honor a su descubridor, Ernst Hartmann, son como paredes invisibles desde la tierra hasta la ionosfera, y su efecto se manifiesta hasta el piso más alto de un edificio, atravesando cualquier tipo de material. Convergen toda una serie de factores distorsionantes, como una mayor ionización, mayor incidencia de radiación cósmica, mayor presencia de radiaciones gamma, mayor afluencia de neutrones desde el interior de la tierra, mayor presencia microondas, etc.
De la diferencia de potencial, producida por las cargas negativas presentes en la superficie de la Tierra y de las positivas contenidas en la ionosfera, se genera un campo eléctrico natural que, junto con las corrientes telúricas, las retículas geomagnéticas y otras fuerzas, constituyen el conjunto de las radiaciones de la Tierra.
Estas franjas pueden ocasionar malestares y desequilibrios en la salud física y emocional, cuanto más tiempo permanecemos bajo sus efectos mayores serán sus causas pues debilitan el sistema inmunológico.
El organismo tiene la suficiente capacidad descompensar las perturbaciones pasajeras que puedan causar un campo magnético externo desarmónico, pero si queda expuesto un tiempo muy prologado a las influencias energéticas nocivas de un campo más fuerte, entonces las células se despolarizan y ya no trabajan en relación armónica, produciendo así desorden en el organismo, notándose en teoría, sus efectos en el cuerpo humano.
Es un campo que todavía no está explorado directamente en su relación con la arquitectura y la distribución de instalaciones, operaciones y alteraciones iónicas del terreno. Desde aquí invito a todos aquellos que conozcan más sobre el tema, por favor comenten este artículo y podamos investigar cada vez más y poco a poco sobre este tema.
¿Llegaremos a pensar una planta de instalaciones en función de estos parámetros?