Revista Opinión

Cortinas que no tapan la injusticia… ¿Y el PP? Bien, gracias

Publicado el 07 octubre 2013 por Benjamín Recacha García @brecacha

 

Viñeta Vergara

Y tanto que existen, y son muchos… Para cortarse las venas…

“Yo acepto la justicia universal, pero creo que siempre tiene que ser sometida a los criterios de la soberanía popular. El proceso argentino está cargado de buenas intenciones, pero en España decidimos hace mucho tiempo que no nos íbamos a pasar factura de lo que hicimos antes de 1976”. “Estamos mucho más cerca de los torturados que de los torturadores, pero seguimos convencidos de que la ley [de Amnistía] estuvo bien hecha. Algunos perdonamos mucho más que otros, pero el perdón fue colectivo. Y esa decisión es la base de una convivencia reconciliada”. 

Palabras de Ramón Jáuregui, ex ministro socialista, en ‘El País’, para quien parece ser que la cortina sobre las atrocidades de la dictadura franquista está bien echada. Me resulta chocante que uno que se considera socialista no se ponga del lado de las víctimas sin titubeos. Insisto (ya he escrito bastante sobre el tema), no se trata de venganza ni de ajustar cuentas: investigar los crímenes del franquismo, tal y como recuerda la ONU, es una cuestión de justicia para con las víctimas, una cuestión de defensa de los derechos humanos más fundamentales.

La cortina sobre los crímenes nunca logrará que éstos desaparezcan, y lamento decirle, señor Jáuregui, que el perdón no es posible mientras la justicia no actúe. Aquí los únicos que tienen que pedir perdón todavía no lo han hecho. Es más, continúan enorgulleciéndose de su obra y haciendo ostentación de manera impune de símbolos que están explícitamente prohibidos por la legislación española.

“Decidimos hace mucho tiempo que no íbamos a pasar factura de lo que hicimos antes de 1976”. Vuelvo a disentir, señor Jáuregui, y me preocupa profundamente que alguien que se considera socialista pase página de manera tan simplista e insensible. Dígale a las familias de los no se sabe cuántos miles de represaliados que continúan desaparecidos que su búsqueda no tiene sentido, que deben olvidar y seguir adelante sin pasar factura. El problema es que nunca podrán borrar que a sus padres, madres, abuelos, abuelas, tíos, tías, etc., sí les pasaron factura, y en la mayoría de los casos por simplemente cruzarse en el camino del fascista asesino de turno.

Usted no apoya el proceso que en Argentina se han atrevido a abrir contra el franquismo porque considera que ese periodo de nuestra historia está cerrado y olvidado. Puede edulcorar su opinión con todas las palabras amables que quiera, pero me decepciona profundamente, insisto. No sé ver qué diferencia su postura de los que justifican la injusticia perpetua con el vergonzoso “no abramos viejas heridas”. A usted, me temo, de socialista le queda lo que a tantos otros: el adjetivo en el carnet.

Y mientras tanto, mientras su partido continúa de rodillas ante la masacre que este gobierno está perpetrando contra la democracia y el Estado social, con alguna que otra riña efectista en el Parlamento, sí, pero con nimias diferencias en lo que se refiere a la política económica que nos dictan desde Bruselas (o Berlín), las encuestas vuelven a ofrecernos a un PP destacado en la intención de voto.

Es de locos. Ya no sé qué pensar. Somos gilipollas. ¿Cuál es el porcentaje de personas que se ven beneficiadas por las políticas del gobierno? La cifra es ridícula y, sin embargo, ¡un 34% de los votantes volvería a confiar en el PP! Sí, ya lo sé, la alternativa tradicional, este PSOE que ya no sabe a qué ni a quiénes representa, es para echarse a temblar. ¡Pero hay más partidos! En fin, que no voy a ponerme a enumerar las alternativas. Que cada uno obre en conciencia, pero, en serio, ¿quién puede desear seguir en la actual vorágine de destrucción de la sociedad que conocemos por no “arriesgar” con otras opciones?

A mí esta situación me desmoraliza bastante. Procuro mantener el ánimo alto e irradiar optimismo y confianza en el futuro, en la capacidad de cada uno de nosotros por hacer posible el cambio… pero, joder, ¡un 34% volvería a votar al PP! Es que es muy fuerte. Ni Bárcenas, ni Gürtel, ni mentiras, ni recortes a diestro y siniestro, ni reforma laboral que nos conduce a la miseria, ni burbuja inmobiliaria, ni hachazo a los derechos humanos, ni represión, ni involución ideológica… Nada de esto nos parece suficientemente significativo como para enviarlos a las catacumbas del panorama político. Pues nada, señores del PP, tienen barra libre para continuar deshaciendo a su antojo.

 


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