En Hamburgo, crecieron juntos y se hicieron amigos: Gabriel es turco, Bobby, serbio y Costa es griego. Durante un tiempo formaron una pandilla de pequeños delincuentes. Sin embargo, cuando Gabriel fue encarcelado, decidió cambiar de vida y, al salir, empezó a trabajar en la empresa de su hermano. Bobby, en cambio, se relaciona con la mafia albanesa, y Costa continúa robando coches. El sueño de Gabriel es abrir una cafetería, idea que apoya Alice, la novia de Bobby. Los problemas surgen cuando ésta le pide a Bobby que se aleje de los bajos fondos; Gabriel, que también intenta persuadirlo, lo único que consigue es recibir una brutal paliza. Sin embargo, inesperadamente, la situación dará un vuelco.
Al salir de la cárcel se reencuentra con sus dos mejores amigos, y sus respectivas chicas. Amores, rupturas, vidas delictivas, responsabilidades, traición, celos, protección, paternalismo, palizas, amistad, diferentes, juntos, no tan juntos….
¿Qué le pasa?Quiere hacerse mayor y no le dejamos.
Crecer al lado de personas que se van transformando y no siempre resulta fácil mantenerse unidos.
Este pecado lo pago yo.
Admiración desmedida por un capo mafioso, al que desea impresionar, incluso enfrentándose a sus seres queridos.
Sueño con la fama¿Y por qué no te haces actor?
Primer largo de este excelente director. Aquí ya he hablado de Soul kitchen (me encantó) y Al otro lado (una MARAVILLA). Desde cierta vertiente cercana a la inocencia, marcada quizás por las dudas del principiante, ya apuntaba maneras. Lo mejor, los personajes y el desarrollo de las relaciones entre ellos. Un punto negativo, un desenlace con excesos melodramáticos.
Título original Kurz und schmerzlos. Director y guión Fatih Akin. Música Ulrich Kodjo Wendt. Fotografía Frank Barbian. RepartoMehmet Kurtulus, Aleksandar Jovanovic, Adam Bousdoukos, Regula Grauwiller, Idil Üner, Ralph Herforth, Marc Hosemann, Óscar O. Sánchez. Alemania 1998, 93 min.