Ay el amor, las mariposas, las canciones de Laura Pausini "entre tú y mil mareeeeees", el vivo en un sin vivir, el torturar a tus amigas contándoles cosas de él que a ellas no les interesa pero que escuchan con atención porque te aprecian y un par de tintos hace todo más llevadero. Y es que, a pesar de que tener famas de complejas, las mujeres nos parecemos mucho cuando nos colgamos por alguien y pasamos a un estado algo psicótico, que visto desde fuera puede llegar a ser hasta inquietante.
Y es que todas, en algún momento, hemos hecho alguna de estas cosas:
- capturas de pantalla de fotos suyas. Yo tengo una amiga que tiene una carpeta dedicada a eso y al principio no supe qué pensar. Ahora estoy convencida de que está loca. Pero locuras aparte, ¿quién no ha hecho una captura y la ha guardado en una carpeta con un nombre que no despierte sospechas? Ay, amiga.
- Stalkeo salvaje. Yo al principio no sabía qué era eso del stalkeo, ya estoy llegando a esa época de mi vida en que dejo de hablar el idioma de los jóvenes. Cuando me lo explicaron me di cuenta que era el cotilleo de toda la vida. Bueno, es un cotilleo-acoso. Que digo yo, ¿si no se da cuenta que le cotilleo se puede considerar acoso? Hablandolo con algunas amigas, me di cuenta que las mujeres no cotilleamos sus perfiles por saber de ellos, lo que hacemos es ver a la competencia. ¿Quién no ha mirado la actividad en Instagram de esa persona? ¿ha mirado a quien sigue o qué fotos le ha dado me gusta? ¿quién no ha mirado en la sección de amigos "añadidos recientemente"?Lo habéis hecho...y no os ha gustado lo que habéis visto. Es mejor vivir en la ignorancia.
- Operación de rastreo entre amigas. En lo que viene siendo los cuelgues románticos, las amigas son las gran aliadas para tantear el terreno. Serán tus consejeras, tus espías y confidentes. Y en agradecimiento a toda esa devoción, un día te ves un mensaje de tu amiga que te pidas que te metas en el perfil de X, y averigües todo lo que puedas. Y ahí estás tú, viendo fotos del escote de X y mirando si en la lista de me gusta está el del susodicho (esa me la debes, Esperanza), analizando comentarios y qué tipo de seguidores tiene. Que en una de esas ves a uno muy mono y ya entonces te pierdes tú también intentando averiguar la situación sentimental del muchacho en cuestión e imaginando como serán vuestros hijos.
- Releer mensajes que te ha enviado (desconectando previamente internet, no hay nada más terrorífico que estar releyendo una conversación y ver "escribiendo" cuando tienes el doble tick azul; e Instagram peor, los mensajes directos sí que son chivatos. Que puedes decirle lo de "qué casualidad, iba a escribirte" pero claro, esa excusa si se usa mucho, canta). No hace falta ni que lo te haya escrito sea bonito, ni interesante...lo mismo te ha hablado de la operación de espalda de su tía abuela; pero oye, a ti te hace ilusión.
Si te has sentido identificada, dale a me gusta y comparte ( lo mismo él le da a me gusta también guiño, guiño)