Revista En Femenino

Cosas que nunca pensé que haría #3

Por José Mª Ruiz Garrido @laparejadegolpe

Pasar una hora mirando y probando modelitos

Este fin de semana pasado pasamos un buen rato en un centro comercial. No es una actividad que me fascine, la verdad, y a los peques en realidad lo único que les motiva del plan es ir con nosotros, y comer algo en algún local, lo que significa patatas fritas y/o croquetas a discreción. Lo mío no es ir de compras. Mi fondo de armario está compuesto básicamente por camisetas y sudaderas con motivos frikis -casi todas adquiridas en tiendas on-line-, y camisas y jerséis que recibo como regalo en fechas especiales.

Cosas que nunca pensé que haría #3

Pero ocurre que ahora visito más los departamentos de ropa infantil. Este día en particular, la Maestra-Jedi tenía de descambiar una prenda, así que los padawanes y yo pasamos un buen rato jugando al escondite entre pasillos de chaquetas y vestidos. Hasta que de repente me encuentro delante de unos percheros repletos de cazadoras, camisetas molonas y sudaderas de superhéroes. Todas de tallas de 2 a 5 años. Y no puede resistirme. No es la primera vez que compro ropa para los peques. Por gusto, se entiende, ropa que me agrade. Tanto por internet como en tiendas -por ejemplo, , o -. De hecho, creo que son de las más chulas que tienen. Aunque claro, es mi ofuscada opinión.

Había mucho donde elegir, pero lo que más me llamaba la atención era una cazadora negra, en plan motero o roquero. Había que buscar algo para conjuntar, algo con color, así que me tiré a por unas camisetas de Superman o Los Vengadores. No podía dejar de sonreír al verlo con la chupa puesta, aunque se resistiera. Luke no estaba por la labor, así que probarle las camisetas fue imposible -una lástima, porque la del Capitán América era chulísima-. Cuando apareció al rato la Maestra-Jedi, y le enseñé la compra, también sonrió, cómplice. Ella es la que se encarga la mayor parte del tiempo de estas cuestiones, pero sabe que yo tengo también un gusto, digamos, especial. A mí me gusta vestirlos a mi manera; vaqueros, zapatillas molonas y camisetas. Así que de vez en cuando me da cuartelillo. Al día siguiente quedamos para comer con unos amigos, y vestimos a Luke con su cazadora nueva, unos pantalones chulos y unas zapatillas que también compré yo en su momento. No podía dejar de mirarlo embobado. La terraza y el parque estaban hasta arriba, pero era el niño más guapo de todos. Me tiene enamorado. Y a la Maestra-Jedi, también.

Supongo que en realidad es una nimiedad, una tontería, comprar ropa no tiene ningún misterio, ni es una cuestión de capital importancia. Pero es otra de esas cosas que antes de que estuvieran los padawanes ni se me pasaban por la cabeza. Lo tomo como otro paso más, y hasta puedo llegar a disfrutarlo, sobre todo si la Maestra-Jedi queda satisfecha, y los pequeños quedan tan guapos que se nos cae la baba solo de mirarlos.

Y vosotros, ¿qué habéis hecho por -o con- vuestros hijos que nunca pensasteis que haríais?


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