El Cannabis, la planta “antidolor” más venerada de los últimos tiempos. Hoy os explicaré más cosas sobre esta planta que probablemente no sepáis.
Aunque no se conocen los orígenes exactos de Cannabis sativa (la planta de la que se deriva la marihuana), se cree que sus orígenes residen en Asia Central. La primera evidencia tangible de su uso data de la edad neolítica, es decir, entre el 8000 y 5000 antes de que Jesucristo naciera. Entonces se usaba para producir fibras textiles y redes para pescar. Además, la gente solía consumir sus semillas de forma habitual.
Estas prácticas se daban sobretodo en la China, Siberia, Taiwán, Hong Kong y Turquestán, lugares en los que se han encontrado evidencias de las semillas del Cannabis de la época del Neolítico.
En cuanto a la literatura los primeros escritos que hay sobre esta planta se encuentran en un libro de medicina china aunque no todos los historiadores están de acuerdo con que esto sea verdad, así que deberemos dejarlo en duda hasta que se confirme del todo…
Esta planta recibe varios nombres como cáñamo, cannabis, marihuana… lo cual puede dar lugar a confusiones de terminología. La marihuana es una sustancia psicoactiva que se obtiene mediante el secado de las flores de Cannabis sativa. Sin embargo, no todas las variedades de esta planta son explotados con fines recreativos. De hecho sólo aquellos que pertenecen al genotipo THCAS (comúnmente conocidos como “cáñamo de la India”) tienen efectos psicoactivos debido al contenido de tetrahidrocannabinol (THC), una droga psicoactiva que causa euforia, relajación, apetito, desorientación en tiempo y espacio.
En este vídeo puedes ver lo que le ocurre a tu cuerpo cuando se consume marihuana:
Si el contenido normal de THC en una planta de cannabis es igual a un 5 o un 8%, ahora se crean una gran variedad de cultivos intensivos que pueden llegar al 38% de THC, es decir, que contienen más de 5 o 6 veces de THC que la planta original de antaño.
Los efectos del uso de la marihuana pueden ser diferentes dependiendo del género del que se trate. Un estudio en ratas realizado en 2014 por los psicólogos de la Universidad Estatal de Washington encontró que las mujeres son más sensibles a los efectos analgésicos del THC, y además presentaban más probabilidades de desarrollar tolerancia a la sustancia (es decir, tenían que aumentar la dosis para obtener el mismo efecto), un fenómeno que suele abrir la puerta a la adicción (aunque hay que decir que pocas personas se vuelvan adictas a esta planta). La diferencia entre hombres y mujeres se debe a la función de los estrógenos, las hormonas sexuales femeninas primarias.
De todas formas, tanto en hombres como en mujeres puede resultar muy perjudicial su consumo inapropiado (por decirlo de algún modo…). La marihuana puede hacer que el cerebro de los adolescentes que aún se encuentra en desarrollo se torne adicto a la sustancia, por eso son tan vulnerables a la marihuana y los principales consumidores de esta planta. El THC es similar a los endocannabinoides, neurotransmisores cerebrales naturales, e interferien con la acción de alterar la función nerviosa. lo que hace esta sustancia es dañar las sinapsis y dejar las neuronas privadas de su sistema de regulación natural. ¿Qué conlleva eso con el uso prolongado de las sustancia? Con el tiempo, las personas que consumen habitualmente cannabis pueden padecer depresión, esquizofrenia, psicosis y trastornos del aprendizaje. De hecho se cree que provocan un daño permanente en las conexiones neuronales en esta etapa particular del desarrollo (la adolescencia).
Esta consumo prolongado de THC también se ha vinculado a ciertos daños neurológico que duplican el riesgo de desarrollar cáncer en los testículos porque altera el sistema endocannabinoide, que también participa en la regulación de la síntesis de las hormonas sexuales. Además incrementa también el riesgo de sufrir un ataque al corazón ya que aumenta el ritmo cardíaco y la presión arterial.
Sin embargo, no todo es malo en esta planta ya que posee propiedades beneficiosas desde un punto de vista médico pero siempre bajo control y en las cantidades justas. Por eso se venera tanto esta planta, porque se conocen desde hace cientos de años sus propiedades como analgésico ante el dolor crónico o para enfermedades terminales, la mitigación de los efectos en enfermedades auto-inflamatorias y ciertos trastornos vinculados a la demencia, los beneficios contra la artritis o contra los temblores y sobre los efectos secundarios de la quimioterapia. También da muy buenos resultados en el tratamiento de la ansiedad y trastorno de estrés post-traumático o el Parkinson.
La variedad más potente de la marihuana es la Sinsimilla, que se obtiene mediante la eliminación de la polinización del cannabis. La planta permanece sin semillas y produce un alto contenido de resina, con una alta concentración de THC.
Otra peculiaridad de esta planta es que fumar cannabis incrementa la sensación de tener hambre. La razón se encuentra una vez más en los efectos del THC. Este ingrediente activo se une a una molécula presente en las neuronas del bulbo olfatorio, la región del cerebro que recibe estímulos de la nariz. ¿parece que no tenga nada que ver, ¿verdad? Pero nada de eso, el olfato es primordial en la sensación del hambre. De hecho, el cannabis hace que la sensibilidad a los olores se amplifique aumentando el apetito por los olores que percibimos.
Os dejo este vídeo con 5 mitos que se dicen sobre la marihuana.