Sinopsis: Un caballero pide el tocho más pesado (literalmente) que aflija las estanterías, otro necesita adquirir cincuenta y dos metros de lomos más o menos vistosos y un tercero quiere leer la edición débil de cierta obra. Una dama sospecha que las novelas de Dickens fueron escritas por su hermana Charlene, otra busca libros de color verdee y una tercera pregunta por relatos donde Robin Hood no robe a los ricos. Demencias como éstas (e incluso más dementes) ocurren a diario en las librerías, esos templos de la inteligencia. El lector hallará aquí una colección de anécdotas pintorescas o definitivamente estrambóticas que le alegrarán la tarde con unas cuantas carcajadas y tal vez socaven la poca fe que aún pudiese tener en la sensatez de la especie humana.
Esto si que es un libero ligero, ameno y fácil de leer, pues todo el libro se compone de diálogos y algún que otra imagen que ilustran la escena.
CLIENTA: Voy un momento al supermercado para la compra semanal y le dejo aquí a mis críos. ¿Le parece bien? Tienen tres y cinco años... No dan la lata.
Un libro con el cual está la risa, e incluso la carcajada, asegurada porque hay cada escena... ¡qué madre mía! Para reírse sí o sí.
Este no es un libro que se pueda hacer un pequeño resumen y comentar sobre los personajes y la trama, este es un libro que vale más mostrarlo porque todas las escenas ocurren en distintas librerías, pero como cada situación...
5/5
Gracias por leerme.Besos ^^