Película densa y cargante, con diálogos interesantes pero demasiado lentos y repetitivos. No ayuda el hecho de usar casi siempre el mismo lugar para el desarrollo de la trama y la progresión del protagonista: la limusina. Interpretativamente, sólo Pattinson tiene un papel lo suficientemente amplio para valorar; y si, tiene talento, demostrado en esa contención y frialdad en claro avance hacia su autodestrucción. Imagino que ganará con futuros visionados.
Mi Puntuación: 6.3