"Porque el dinero ha cambiado. Toda riqueza se ha convertido en elemental. No existe otro tipo de realidad. El dinero ha perdido la cualidad narrativa, como le pasó a la pintura en su momento."
La última película del director canadiense David Cronenberg, ha recibido, las más disimiles críticas tanto por parte del público, especialistas y lectores, no sólo por la adaptación de uno de esos libros que se les denomina inadaptables sino por el mismo libro, que en su momento recibió críticas tan disimiles y apasionadas como esta adaptación fílmica.
El universo Cronenberg, ha cambiado tanto en forma como en estilo, pero en el fondo el canadiense sigue haciendo cine sobre monstruos y malformaciones, sólo que son a nivel psicológico o discursivo en este caso, y en sus películas de los últimos años; siendo ésto la gran peculiaridad e interés por el cine del director de la Mosca o Deadringers- por citar algunas.-Adaptación al pie de la letra de un libro inadaptable y complejo, que como ya había hecho con Naked Lunch, el señor Cronenberg escribe el guión asumiendo los riesgos y encontrando el modelo entre las letras y el celuloide; el director canadiense en este caso absorbe los diálogos y argumentación del escritor Tom de Lillo, y los pone en la imágenes realizadas con cámaras digitales y bajo la fotografía del habitual Peter Suschitzky, y su grupo de trabajo, su hermana Denise y Howard Shore, en la música no pueden faltar.Ejercicio intelectual que resulta pretencioso pero acertado como extensión o adaptación literaria, tanto así, que Cronenberg, no de desliga nunca del libro, no sólo en diálogos y argumentación sino en la misma narrativa y densidad literaria, algo así como si el canadiense hubiera pensado mucho más en el lenguaje del libro y no en el fílmico, además adopta la no linealidad de los personajes/secuencias y abstracción del mismo, que en cierta medida se plantea mucho más como un ejercicio experimental -al estilo de Naked Lunch- al fusionar y casi amalgamar literatura/celuloide. Pero, más allá de eso, la película puede resultar forzada para personas que no son asiduas al cine de Cronenbeg o quien esté buscando una adaptación literaria en el sentido más básico y estructural de la palabra. Es un largometraje lleno de simbolismo, de discursos sobre el capitalismo en su punto más álgido y caótico, y como el libro, un discurso casi profético sobre la actualidad económica del mundo, la superficialidad y el vacío, que encarnan perfectamente en el papel de Robert Pattison, quien realmente lo hace bastante bien, y que su propio contexto de "estrella" funciona en la piel de Erick Packer, un joven multimillonario que parece el estereotipo/arquetipo del capitalismo brutal reinante, y como en el cine de Cronenberg, una deformación moral y ética del hombre moderno.
Bajo la premisa de una odisea por una Nueva York colapsada frente a la inminente caída del capitalismo, la visita del presidente, la marcha fúnebre de una estrella de rap y las manifestaciones de unos activistas, Erick Packer, un multimillonario y joven genio de Wall Street, decide ir al otro lado de la ciudad, para hacerse un corte de cabello, no sólo a su peluquería favorita sino un regreso a su estado primigenio, a sus raíces.
Aunque la película se pueda resumir en una cuantas líneas, y sea evidente el trasfondo crítico al capitalismo, tiene las mismas complejidades que han obsesionado al director canadiense y los cuestionamientos sobre la sociedad moderna que se hace de Tom de Lillo; lo orgánico, la cibertecnología, el desarraigo humano y las dualidades se hacen visibles durante el metraje. Metraje que con su equipo de trabajo habitual, con las destacadas actuaciones de Pattison, Giamatti y un reparto de lujo, en fugaces apariciones (Juliette Binoche, entre otros), conforman este cerebral y "literalizado" conjunto fílmico.
Creo que como experimento o aún como adaptación es un trabajo interesante; pretencioso pero fiel a los cánones literarios o las estructuras propias de un libro de gran densidad, con varias referencias a lo abstracto y el caos como eje, pero que finalmente como elemento fílmico, no logra generar no sólo empatia sino coherencia como relación cinematográfica; aún así sus diálogos y discursiva es tan poderosa como la limosina- una especie de centro de operaciones, nave y burbuja del capitalismo más salvaje- en la que viaja el joven multimillonario, en esta odisea por el desastre económico mundial.
Tal vez, una de las películas menos logradas junto a Stereo y que no me ha gustado desde Existenz, aún así el conjunto Cronenberg - Shore - Suschitzky, las actuaciones y principalmente los diálogos le dan cierta personalidad y estilo a este filme, que aunque puede parecer fallido o errático, se la juega por un tono experimental o alejado de una narrativa cinematográfica, y mucho más cercana a un libro con imágenes digitales como excusa.
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