Tenia unas costillas de cordero en el congelador y ayer decidí sacarlas y ver como las preparaba.
Finalmente las hice caramelizadas y al horno. Están buenísimas....
Y además no son nada complicadas de hacer.
Solo cambia el tiempo de horneado si se hacen de cerdo o de cordero.
En un bol ponemos 200 ml de vinagre balsámico, 200 ml de aceite de oliva, una rama de romero picado y dos dientes de ajo machacados.
Lo batimos bien hasta emulsionar y, después de salpimentar y poner las costillas en una fuente se lo vertemos encima y lo dejamos tapado con film en el frigorífico durante toda la noche.
Después del reposo escurrimos la carne y la pasamos a una fuente de horno.
Lo llevamos a horno precalentado a 170º durante una hora.
Mientras se va haciendo preparamos en un bol un majado con 100 ml de vinagre balsámico, 50 gr de miel y dos cucharadas de brandy.
Una vez transcurrida la primera hora de horneado vamos pincelando la carne con el majado cada 10 minutos y volteándolo.
Esto lo hacemos durante media hora más.
Comprobamos que la carne está lista y que desprende bien del hueso, sacamos del horno, partimos y emplatamos.
Podemos acompañar con unas patatas fritas, o una ensalada, un poco de puré de patatas....