La emergencia de Covid está aplastando el mundo del deporte, tanto en la cima como en la base. Plantas aún cerradas, con directivos, clubes deportivos y organismos de promoción al borde de la quiebra. Economías quemadas y graves repercusiones en los niveles de empleo, además de las conspicuas inducidas que genera el sector. Las realidades asociativas, detenidas durante meses en todos los niveles, se están derrumbando con daño a la continuidad del servicio prestado en la zona. El Gobierno debe actuar rápidamente y con los recursos adecuados para apoyar la planificación de la reapertura. Necesitamos intervenciones focalizadas, préstamos no reembolsables para aquellas actividades que corren el riesgo de cierre, vales deportivos para ayudar a las familias e incentivos para el saneamiento de las estructuras, reducción inmediata a cero - y posterior abono - de los derechos de concesión de estructuras públicas e introducción de la Crédito fiscal por el alquiler de instalaciones deportivas públicas y privadas. Ayer Fdi auditó a los operadores deportivos por videoconferencia, en presencia de los miembros de las Comisiones Deportivas de Cámara y Senado. Trabajaremos en la presentación de enmiendas a favor y en apoyo del mundo del deporte para que se incluyan en los próximos decretos tras las respuestas negativas recibidas hasta el momento por parte del Gobierno. Ayudar al sistema deportivo significa seguir garantizando el deporte de base, manteniendo la centralidad de la familia que siempre ha jugado un papel importante en la promoción del deporte. El deporte es valor y capital social al mismo tiempo, el Gobierno no lo dispersa sino que lo convierte en palanca para el reinicio ".