Revista Cine

Cowboys & Aliens (2011)

Publicado el 01 junio 2012 por Vigilis @vigilis
Dos cosas que molan, juntas, siempre dan lugar a otra cosa que mola. Salvo cuando no es así. En general, el tema alienígena mezclado con el del Salvaje Oeste ha sido muy explorado. En los 50 y 60, triunfaban en España bolsilibros de temática de vaqueros y un poco de naves espaciales. En la televisión americana, predominaban también estos dos géneros. El propio Gene Roddenderry, autor de la saga Star Trek, confesó haber vendido la serie original a la NBC como un «Wagon Train en el espacio». Wagon Train era una serie del oeste de tantas que había. William Shatner, antes de su rol como capitán Kirk, empezaba a ser popular en la serie del oeste Outlaws.
En época contemporánea, la magnífica serie Firefly (de la que salió la infravalorada película Serenity) combina a la perfección los dos géneros, homenajeándolos sin pretensiones. En general es muy fácil trasladar los temas del Salvaje Oeste al espacio: cambias los colt por pistolas de rayos, los indios por reptiloides y la fiebre del oro por la fiebre de ese elemento que solo se produce en un planeta y ya tienes montado el chiringuito.
A los que hicieron Cowboys & Aliens todo esto se la traía al pairo. No homenajearon ninguno de los géneros, sólo los juntaron como un pastiche barato soportado por actores famosos, confiando en que la gente picara. Les prendan fuego por los tobillos.
De qué va la cosa
Daniel Craig se despierta en medio del desierto herido. Lleva la muñequera del FIB y tiene la boca pastosa. Ha pasado un finde muy loco. Casi tan loco como esos findes en que la gente se despierta un martes y ve que está bien salvo por el hecho de que les falta el ombligo. Ya sabéis. Bueno, pues lo encuentran unos señores y los mata así de buenas. Daniel Craig no tiene muchas líneas de diálogo, cosa de agradecer. Su cara acartonada de estreñido ya llena la pantalla.

Cowboys & Aliens (2011)

Diseño de vestuario patrocinado por el ministerio de la moral de la República Islámica de Irán.

En el Oeste americano, todo está a tiro de piedra y todo el mundo sabe a dónde ir sin GPS, así que el tipo llega al típico pueblo americano del oeste lleno de ciudadanos fuertemente estereotipados. El hijo del cacique local está montando un follón, pegando tiros en medio de la calle. Atraca a los ciudadanos beta, que no tienen diálogo y comete el error de meterse con Daniel Craig, que no recuerda nada de su pasado ni nadie le recuerda a él. Hay un incidente del que no me acuerdo muy bien lo que pasa que nos deja a Daniel en la cantina bebiendo mucho whisky y al follonero en la celda.
Chupito tras chupito, el tío está sin meterse con nadie, tranquilo en la barra y se le acerca la hembra alfa,  una chati misteriosa© que no conoce nadie en el pueblo. Es la chica esta de la serie House que se llama Trece. Conversación insustancial que sugiere cierta tendencia al apareo. Llega el sheriff, ocurre un disturbio y meten a Daniel en la cárcel al lado del follonero.

Cowboys & Aliens (2011)

Apunta bien al director.

Mientras, Harrison Ford, que no sé quién le manda meterse en estas historias, está con su banda de vaqueros explicándonos por qué él tiene líneas de diálogo y los otros no. Un esbirro le cuenta que su hijo ha sido arrestado y va al pueblo dispuesto a sacarlo de la cárcel. Se produce la típica escena de «saca a mi hijo de la cárcel, sheriff». Cosa que me llama la atención, porque cualquier sheriff de esos pueblos no perdería el tiempo discutiendo con nadie, le daría las llaves de la celda al cacique y se iría a aprovechar el tiempo con las cabareteras.
Total: que están en esas, cuando llegan unas naves espaciales que disparan al pueblo, causando diversos incidentes. Las naves, lanzan cuerdas que enganchan a la gente y se la llevan: al hijo del cacique, al predicador, a la mujer del cantinero, al sheriff... Paralelamente, el cacique, el cantinero y el hijo del sheriff deben aunar fuerzas junto a la chati misteriosa© y a Daniel Craig para recuperar a los abducidos.

Cowboys & Aliens (2011)

Actuación nivel Natalia Verbeke.

Cuando tienes alienígenas que secuestran personas, debes explicar muy bien por qué lo hacen. No tiene sentido cruzar el espacio y no tener un mínimo de tecnología médica que te ahorre necesitar varios sujetos de prueba. Pues nada, aquí no te lo explican.
El "grupo de acción"© sale al día siguiente en busca de sus seres queridos. Cuentan con la ayuda del hijo adoptado de Harrison Ford, que es un indio apache que sabe leer el rastro que dejó un alienígena herido la noche anterior. Cabalgan soltando frases previsibles que no explican que de pronto el malvado cacique sea ahora colega de todos. Para más inri, depositan toda su confianza en Daniel Craig y Trece, a quienes no conocen de nada. La pareja aporta la misma tensión sexual que un melocotón y un trozo de atún.

Cowboys & Aliens (2011)

Mis evidentes carencias como actriz, las compenso poniendo morritos.

Por el camino se encuentran a "la antigua banda de Daniel Craig"©. Resulta que el bueno de Daniel tiene un pasado como forajido, vaya. Hay un pequeño incidente que se ve interrumpido por un ataque aéreo alienígena. Al final cada grupo se va por su lado.
El Lejano Oeste es como Gran Vía en hora punta, así que el "grupo de acción"© no tarda en encontrarse con los apaches. La chati misteriosa© muere porque le sentó mal la cena y los indios la incineran porque se ve que son muy sentidos para esas cosas. Claro que cuando resucita en medio de la pira funeraria, esa gente del siglo diecinueve no sale por patas, sino que se acomoda alrededor de la hoguera. No os riáis del siglo diecinueve.

Cowboys & Aliens (2011)

-¡Hay un actor malísimo que me está siguiendo! ¡Disparadle!

La chatunga les cuenta que es una extraterrestre diferente a los otros extraterrestres. Que ella es buena y ellos malos. Que ellos son tan malos que solo llegaron a la Tierra en busca de oro y ella es tan buena que solo quiere vengarse provocando un xenocidio. Todo el mundo acepta la explicación y cantan el kumbayá. Daniel, que tiene la gracia de un rastrojo seco, comenta que recuerda vagamente haber sido secuestrado por los alienígenas y huir de un sitio. Los apaches le ven la pulsera del FIB y le dan rumore químico, fórmula mágica para que recuerde. Como en aquel episodio de Expediente X en que los navajos le dan mandioca de la buena a Fox Mulder. Lo mismito. Bueno, pues el tío lo recuerda todo y ya sabe dónde tienen secuestrada a la gente. Para ese viaje no hacían falta alforjas, Daniel Craig.
Al día siguiente van al sitio, que estaba al lado, y a algún aguafiestas se le ocurre que quizá no tengan nada que hacer ante una tecnología superior. Daniel trae a su "antigua banda"© para sumar números. Cualquiera podría pensar que una banda de gañanes no tiene nada que hacer contra unos seres que cruzan el espacio interestelar. Pues está muy equivocado: los alienígenas son tan gañanes o más que los gañanes autóctonos: no ven bien a la luz del día y no han inventado las gafas de sol. Además, no usan rayos láser, bombas sónicas o disruptores neuronales, sino que salen a dar ostias tradicionales, con el puño cerrado. Bien, listos.
Al final de todo, rescatan a la gente y la chati se inmola con la nave espacial alienígena. Pero te da igual, porque a esas alturas ya pasas de la chati, del cara cartón y de los problemas argumentales de patio de colegio que te provocan una enorme indiferencia.
Lo mejor
  • Los caballos.
Lo peor
  • ¿Alienígenas que vienen a por nuestro oro? No, chicos, en serio, en qué demonios estabais pensando.
  • ¿Alienígenas que pelean con ostiejas normales?
  • Si querían oro y no les importaba ser vistos, que fueran a Fort Knox.
  • La chati va más recatada que las cocineras de 13TV. Para eso contratas a una fea por dos duros.
  • Harrison ¿por qué?
  • Daniel Craig es el peor actor del mundo.
  • Intrahistorias contadas muy rápidamente que sobran mucho.
  • Indiferencia total y absoluta sobre el destino de los personajes.
  • Sopa de testículos de yak que hace recobrar la memoria. Estáis de coña.
  • Pretenciosa seriedad en el tono arruina la película.
  • No se explica por qué abducen personas (pequeño detalle que supuestamente justifica la trama).
  • En un flashback, le van a meter una sonda por el orto a Daniel y el alien deja una pulsera-pistola al lado de la camilla. Aham.
  • Al principio parece que Daniel es muy bueno peleando (para que pensemos que es una alienígena), pero al final no.
  • Cuando la tía sale de las llamas, surge de una especie de plasma ígneo y recobra su corporeidad. Con ese poder no le hacía falta la colaboración de los humanos para cumplir su propósito de exterminio.
  • La pulsera del FIB sólo se saca si dejas la mente en blanco. La chati besa a Daniel para sacársela. Oooh.
  • Steven Spielberg ha colaborado en este atraco. Steven, tú antes molabas.
  • La chati besa a Daniel, pero al ser un alienígena, no sabemos si realmente es hombre, mujer o neutro. Es más, podría ser del reino fungi y ya entraríamos en una dinámica muy retorcida.
Trailer de la peli:


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