[5/10] Arriesgado y meritorio es el intento de poner sobre la misma escena un western y una historia de alienígenas, como lo es también el de conciliar a un sheriff con un bandido y a un coronel del ejército americano con un apache en retirada. Así de audaz y original es “Cowboys & aliens”, o más bien la novela gráfica de Scott Mitchell Rosenberg que adapta al cine Jon Favreau. El director de “Iron Man” coloca en pleno desierto de Nuevo México a Jake Lonergan, un pistolero sin memoria pero con un misterioso brazalete en la muñeca. allí el oro se ha convertido en objeto codiciado por humanos y no tan humanos, motivo de discordia y también de unión. Pero ahí termina la singularidad de la cinta, pues lo convencional y los guiños a los géneros cinematográficos hacen que sus personajes transiten por terrenos conocidos, con giros que se ven venir y un desenlace de lo más previsible.
Tampoco los efectos especiales son muy originales, aunque sí correctos y eficaces en una busca de espectacularidad que alcanza su cota máxima en el tercio final, con la última y definitiva batalla. No es, sin embargo, lo mejor de la cinta esa acción trepidante con que concluye la lucha campal por el oro, a medio camino entre las correrías de Indiana Jones y la voracidad de la saga de Aliens, pues se nos ofrece excesivamente mainstream y repetitiva, alargada de manera innecesaria, y aparatosa hasta la extenuación. Mucho más prometedor y atractivo es su arranque, con la presentación de los personajes rodeados de misterio y con un poblado que no conoce el ferrocarril pero que alucinará con ese primer aterrizaje alienígena. Por eso, en este híbrido de géneros, se puede decir que triunfa el western sobre la ciencia ficción y la aventura, aunque la falta de equilibrio devalúe la propuesta.
El interés por la historia decae desde que vemos al intrépido cowboy saltar del caballo a la nave espacial o desde que descubre el poder de su arma secreta, y mucho más cuando advertimos la identidad de la enigmática mujer que se pone a su vera. Desde entonces, todo es posible para este héroe que va recordando el pasado gracias al poder de su mente y a unos flash back traídos con sobre-exposición fotográfica. Al final, cada secuencia apunta a un final en que el sacrificio y la dificultad se convierten en piedras de toque para la maduración –del niño, del tendero o del adolescente orgulloso y consentido– o para unir elementos irreconciliables del Oeste. Correctas interpretaciones de Daniel Craig como tipo duro y seco que no expresa ni una emoción, y de Harrison Ford como viejo y escéptico militar que protege su corazón con una coraza de aspereza. Más dudosa es la presencia de Olivia Wilde, pero no por su trabajo sino por ese personaje de otro mundo al que trata de dar vida.
Con todo, entre tópicos, persecuciones y recuperaciones de la memoria, casi todos los personajes parecen abducidos por el orgullo de ser el hijo del cacique del pueblo, por el miedo a quien ostenta el poder de la fuerza, por la codicia de un oro que les nubla la vista y les chupa la vida. Al menos, respecto al oro, eso es lo que pensaban los viejos ladrones de trenes hasta que unos nuevos salteadores vinieron a despertarles de su letargo. Un mensaje positivo “para un mundo mejor” vivido en el tiempo presente, como dice al final uno de los personajes, puesto que el pasado de los cowboys y el futuro de los alienígenas parece no diferenciarse mucho. Para el espectador, casi dos horas de aceptable entretenimiento pero también de un duelo plano y convencional, para después caer en la amnesia sobre lo visto, como le sucedió al bueno de Jake Lonergan.
Calificación: 5/10
En las imágenes: Fotogramas de “Cowboys & aliens”, película distribuida en España por Paramount Pictures Spain © 2011 DreamWorks, Imagine Entertainment, Kurtzman/Orci, Platinum Studios y Universal Pictures. Todos los derechos reservados.
Publicado el 7 Septiembre, 2011 | Categoría: 5/10, Acción, Año 2011, Ciencia-ficción, Críticas, Hollywood, Western