Coy Mathis, nació como niño; sin embargo se ha comportado como una niña desde que tenía 18 meses de edad. Mientras su hermano se entretenía jugando con dinosaurios, ella jugaba con muñecas Barbie. Odiaba su mochila con diseño para niños, quería utilizar tutus y vestidos de princesa y quería tener su cabello largo. A la edad de 4 años, ella le contó a su mamá que algo andaba mal con su cuerpo.
Esto motivó a sus padres a consultar con su pediatra y a un psicólogo quienes le recomendaron a sus padres que la dejaran vivir su vida como quien era ella. Fue matriculada en la escuela primaria se presentó con ropa de niña. Sus compañeros de clase y profesores utilizaban pronombres femeninos para referirse a ella, y ella iba al baño de niñas. Sin embargo, desde Diciembre del 2012, los directivos de la escuela les comunicaron a los padres de Coy que ella no podría seguir utilizando los baños de niñas y le ordenaron que utilizara el de niños o el baño de profesores o de enfermería.
La madre de Coy Kathryn Mathis sostuvo:
“Nosotros queremos que Coy tenga las mismas oportunidades educativas que los otros estudiantes de Colorado.”
Esto provocó que los padres de Coy buscarán la ayuda de la Fundación para la Educación y Defensa Legal Transexual (TLDEF´S) alegando que la escuela violó sus derechos. Desde las vacaciones de Navidad, Coy ha estado recibiendo educación desde su casa.
Para el director ejecutivo de TLDEF´S, Michael Silverman, el objetivo principal es que Coy regrese a la escuela. “ Tenemos la esperanza de poder resolver esto rápidamente, por el bien de Coy.”
Los padres de Coy decidieron hacer público este hecho para que se conociera en cadena nacional su postura. A la vez los directivos de la escuela declararon que están convencidos de que han actuado de manera razonable y justa.
Sin embargo, el pasado 12 de diciembre los abogados de la dirección distrital educativa le enviaron una carta al TLDEF donde argumentan que:
“El distrito tomó la decisión teniendo en cuenta no solo a Coy, sino también a los otros estudiantes en el edificio y a sus padres, así como también el futuro impacto de un niño con genitales masculinos en un baño de niñas, mientras Coy va creciendo.”
Mientras otros estudiantes y maestros no se dieron cuenta de que Coy tenía genitales masculinos, la escuela sostuvo que temía que la situación entre los padres y estudiantes se hiciera incómoda.
“Sería mucho más psicológicamente dañino y perjudicial si este problema surge en una edad en que los estudiantes les están haciendo frente a los problemas sociales,” agregaron los directivos educativos en la carta.
Los estudios sostienen que los jóvenes transexuales en particular, sufren de un riesgo desproporcionado de sufrir depresión, suicidio, abuso de sustancias, VIH y ETS.
A los padres de Coy les preocupa que las políticas educativas estén propiciando el estigma y el bullying.
Kathryn Mathis concluyó así:
“Tenemos cinco hijos y los quiero a todos mucho. Queremos que Coy pueda volver a la escuela para estar con sus profesores, amigos y hermanos, pero tenemos miedo de enviarla, hasta que sepamos que la escuela va a tratarla con justicia. Ella tan solo tiene 6 años, y no queremos que una de las primeras experiencias de nuestra hija sea que nuestra comunidad le diga que ella no es lo suficientemente buena.”
Fuentes: Healthland.time.com; Abcnews.com