Lo cierto es que es facilísimo. Para ello tan sólo necesitaremos un plato, papel para horno, un spray (del color que queramos), lápiz, tijeras y celo.
Lo primero que debemos hacer es cubrir toda la superficie de nuestra alfombra con el papel de horno. Como éste debe quedar sujeto, pues si se mueve demasiado podría arruinar nuestra obra de arte, tendremos que sujetarlo con celo en los extremos.
A continuación tomaremos el plato e iremos marcando su silueta encima de la alfombra. En el ejemplo vemos que estos círculos están dispuestos de forma ordenada, seguramente midiendo la distancia entre sí para no cometer ningún error.
Lo cierto es que este paso podemos hacerlo como queramos. Es más, si nos apetece sólo hacer círculos en la parte central de la alfombra también podemos intentarlo. Libre albedrío.
Una vez tengamos señalados todos los círculos con lápiz (boli o rotulador es indiferente), pasaremos a usar las tijeras para recortar cuidadosamente las circunferencias. Ojo con salirnos, tiene que quedar perfecto.
El paso siguiente es el más sencillo y divertido. Tomamos el spray, lo abrimos y nos disponemos a rociarlo por toda la alfombra. Importante poner algún tipo de base de plástico bajo ella, por si nos pasamos. Poco a poco veremos que el color original de nuestra alfombra va cambiando hasta conseguir el del spray.
Una vez terminemos, y se seque correctamente el producto (dadle una
media hora), retiraremos cuidadosamente el papel. El resultado es
completamente sorprendente. Una alfombra nueva por muy poco dinero
excelente para decorar nuestra casa
via
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure