Si crees que la única suerte que existe es la de ganar millones en la lotería, o recibir la herencia de un pariente lejano y rico al que nunca conociste, entonces estamos de acuerdo contigo: la suerte es de otros.
Pero hay otro tipo de suerte; la que tu puedes crear para ti.
Tienes suerte cuando eres tu quien dirige tu vida y estás abierto/a a aprovecharte de todas las bondades que te ofrece.
Tienes suerte cuando ves el vaso medio lleno, en vez de medio vacío. Y tienes suerte cuando puedes alegrarte porque el sol sale cada día porque eso significa que estás vivo/a. Si es así, tus sueños están de camino.
Te damos algunas ideas para disfrutar de un día afortunado:
- No seas “razonable”: Sí, deja de lado tu viejo-libro-de-lo-razonable sobre la vida y lo que funciona, o no funciona. Todos los genios fueron locos de los que alguien se rió y gracias a ellos hoy viajamos en avión, o hablamos por teléfono, o lanzamos objetos al espacio.
- Busca la oportunidad oculta en cada adversidad: Creas tu suerte cuando enfocas las crisis en busca de nuevas oportunidades. La vida nos entrega todos los momentos negativos con una lección positiva oculta en su interior. Esto no quiere decir que debas negar la realidad de tus sentimientos, sólo que mires más allá… y tal vez en el horizonte, empiece a amanecer. ¡Ese es el comienzo de un día con suerte!
- Deja de lamentarte por tu mala suerte y empieza a llamar a tu buena suerte: Da un giro de 180 grados a tus pensamientos y a tu vida. El mundo no puede ser tan horrendo como para estar especialmente preocupado en hacerte la vida imposible o miserable.
- Cierra los ojos y atrévete a pensar ¿cómo sería mi vida si yo fuera una persona con suerte, si me atreviera a dejar de ser una víctima?
- Ahora ábrelos y fíjate en todas aquellas cosas que realmente ya tienes… aunque hasta ahora no les habías dado importancia.
- Atrae a la buena suerte: Cuando piensas y te comportas con optimismo empiezan a pasarte un montón de cosas buenas. Cuando te dejas sorprender, la vida te sorprende. Nosotros recomendamos en nuestras sesiones de coaching: “no te vistas como lo que eres, sino como lo que quieres llegar a ser”. Fíjate en los grandes millonarios, o en las personas de éxito en todos los sectores, ¡se consideran merecedores de ese éxito! ¿Te consideras tú merecedor de buena suerte?
- Escucha a tu intuición: Cuando tengas una corazonada, haz una pausa y escucha tu voz interior. La intuición sintoniza con los aspectos del mundo que están fuera de los límites de la mente racional. A menudo, la intuición le dice a la mente racional dónde buscar las respuestas. ¡Deja la seguridad de lo racional y supera el miedo a ser feliz disfrutando de tu suerte!
¡Precaución! Si sigues estos pasos, puedes encontrarte un día amando tu vida. Cuando amas la vida, avanzas con valentía y todo empieza a funcionar “milagrosamente”. ¿Es eso suerte?