La Tierra es nuestro don más preciado. Ella nutre nuestros cuerpos y almas e inspira nuestro espíritu. No sólo debemos estar en la naturaleza, también tenemos que traer la naturaleza a nuestros hogares. Esta es una parte importante de cualquier práctica de feng shui, que se llama la Teoría de los Cinco Elementos. Estés interesado o no en el feng shui, siempre te beneficiarás de rodearte de cosas del mundo natural.
Todos tenemos ciertos lugares que nos inspiran más. Para mí es el Himalaya y sus paisajes con abundante vegetación. Debido a esto, me rodeo de texturas, patrones, objetos y colores que evocan la sensación de cuando estuve allí.
He aquí una meditación de la naturaleza que está diseñada para ponerlos en contacto con los colores, objetos, formas y texturas que resuenan personalmente en ellos. Al identificar los valores naturales específicos que nos traen felicidad, podemos crear un hogar que sea un verdadero santuario de inspiración. Esta meditación te ayudará en la elección de los colores, patrones, formas y objetos de los que necesitas rodearte personalmente con el fin de sentirte más inspirado en tu espacio vital.
Meditación de la naturaleza
Ve a un lugar tranquilo donde puedas pasar tiempo meditando sin interrupción. Lleva tu diario o algo para escribir, junto con un bolígrafo. Siéntate cómodamente y respira lentamente hacia dentro y hacia fuera cinco veces.
Imagínate un lugar en la naturaleza donde ir en busca de inspiración y una profunda sensación de bienestar. Puede ser un lugar en el que ya has estado, o un lugar en tu imaginación, pero asegúrate de que está en algún lugar de este planeta, no un lugar de tipo celestial o de otro mundo. Puede ser una playa tropical, o las playas azotadas por el viento de Nueva Inglaterra. Talvez es una pradera alpina virgen con un lago helado.
Puede ser en una montaña nevada e iluminada por una luna plateada a media noche, o en un arroyo que rebosa en medio de un prado de flores silvestres. Quizá es un paisaje del Suroeste estadounidense con picos montañosos rojos y dentados, un desierto con flores silvestres en primavera o una cueva antigua y profunda.
Describe el lugar y anota los objetos específicos, colores y texturas que ves. Describe la temperatura, la estación, la hora del día o de la noche. Sé específico acerca de los colores y texturas, es decir, el azul turquesa de un mar tropical, el azul plateado de la luna en una montaña nevada, el paisaje de terracota del Suroeste, el marrón intenso y con la textura de la marga de la corteza de un árbol en un bosque profundo, el verde intenso y la suavidad del musgo que cubre las piedras en un arroyo que rebosa. Describe cómo se aprecia la luz, ¿es muda y suave, o brillante como la luz al medio día?
Ahora describe cómo te hace sentir el estar en ese lugar. Es posible que desees utilizar palabras como alegre, muy contento, dichosamente feliz, amado y cuidado, etc.
Deja pasar por lo menos 20 minutos de la meditación y documenta tus hallazgos. Cuando hayas terminado, abre los ojos y vuelve al lugar y la hora actuales.
Ahora tienes una descripción de los colores específicos, las formas, la iluminación, el estado de ánimo y la atmósfera que tú personalmente puedes recrear en tu hogar para traer un profundo sentimiento de bienestar en tu espacio vital.
Si la tuya era una playa tropical, es posible que describieras rojos intensos, amarillos, verdes, turquesas y morados como los colores de un melocotón suave, y marfil como el color de la arena. Complementa tu casa con hermosas conchas y estrellas de mar. Trae almohadas que reproduzcan los colores y las texturas de la arena. Agrega algunos cojines con aves tropicales y flores exóticas.
Añade altas palmeras y orquídeas exóticas, o telas que las reproduzcan. Es posible que desees elegir un color limón casi blanco en una pared para replicar el sol brillante del mediodía en un paisaje tropical. Crea tu espacio personal lleno de los objetos, texturas y patrones de tu lugar en la naturaleza que te ofrezcan el más profundo sentido de alegría y bienestar. Asegúrate de tener en cuenta los componentes de yin/yang y crear una versión más yin de todo esto para los dormitorios y espacios más relajantes.
Si vives con otras personas, puedes pedirles que hagan esta meditación, y asistirlos en su creación de su santuario personal en sus propias habitaciones. Si tú y tu pareja tienen dos tipos muy opuestos de lugares, cada persona debe tener un espacio para crear su visión completa; después de eso, traigan elementos de cada uno de sus meditaciones a los espacios compartidos. Lugares opuestos podrían ser uno con un exuberante paisaje tropical y uno con los colores apagados y plateados de una montaña nevada a la medianoche. De cualquier manera, cada vez que acercamos la naturaleza a la casa, vamos a tener una sensación de alegría y bienestar. Esta meditación simplemente nos permite delimitar exactamente los tipos de espacios que nos traen más alegría.
Si puedes encontrar una imagen que refleje el lugar (o lugares) de la naturaleza que más amas, eso sería una poderosa afirmación. Un buen lugar para colgarla es en el área de Conocimiento y Cultivo Personal de tu hogar. Para encontrar esta área energética, ve a mi artículo anterior: Trazando los centros de energía de tu hogar. Esta es el área para desarrollar nuestra espiritualidad y meditación. El brillante fotógrafo Carl Amoth tiene pequeñas y económicas impresiones de todas estas maravillosas imágenes, así que asegúrate de revisar sus dos sitios web, enlistados más abajo.
Muchas veces nos encontramos con que siempre hemos traído a nuestras salas de estar los objetos de lugares de la naturaleza con los que más resonamos. Mira de cerca en tu propio espacio y date cuenta que cosas ya representan el lugar en la naturaleza que amas.
Me encantaría saber de vosotros, ¿cuál es el lugar en la naturaleza que te inspira?
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