La muerte estuvo muy presente en la vida de Mary Wollstonecraft Godwin, conocida universalmente como Mary Shelley, la creadora de Frankenstein. Su madre, tres de sus hijos y su marido desaparecieron de su vida prematuramente.
En el seno de una familia de filósofosMary Shelley nació en Somers Town, Londres, a finales del siglo XVIII, en el seno de una familia de libre pensadores. Su madre, Mary Wollstonecraft era una escritora y filosofa defensora del feminismo; su padre, William Godwin, también era filósofo, escritor y periodista. Pocos días después de nacer, Mary perdió a su madre, a la que veneraría a lo largo de su vida. Su padre se haría cargo a partir de ese momento de su educación y de la de Fanny Imlay, hermanastra de Mary por parte de madre.
A pesar de sus problemas económicos, William dio a su hija Mary una buena educación, exepcional incluso para su época. Durante un tiempo su formación estuvo a cargo de una institutriz para posteriormente pasar una breve temporada en un internado.
Un matrimonio escandalosoConvertida en una joven de 17 años, Mary se fijó en un seguidor político de su padre, Percy Bysshe Shelley. Shelley, de origen aristocrático, era un escritor de tendencias radicales que había renegado de su clase. No sólo eso; cuando Mary inició su relación con Percy, éste ya estaba casado. A pesar de esto, Mary siguió adelante con su romance instalándose temporalmente en Francia. De vuelta a Inglaterra, el rechazo social fue absoluto y las desgracias se sucedieron. Mary, que estaba embarazada, perdió prematuramente a su hijo; las deudas les ahogaban; recibieron un fuerte rechazo por parte de su padre, y tuvieron que sufrir la responsabilidad del suicidio de Harriet, la verdadera esposa de Percy. A pesar de todo ello, en 1816, contraían matrimonio.
Tristeza maternalTras su primer embarazo frustrado, Mary hubo de sufrir la pérdida de dos hijos más. Solamente uno, Percy Florence, permitiría a Mary ejercer como madre. Aun no se había recobrado de estas duras pérdidas cuando, poco tiempo después, en 1822, Percy se ahogaba en una violenta tormenta en la Bahía de La Spezia.
Nacimiento de FrankensteinA pesar de ser una escritora prolija, esta es sin duda, la novela gótica que la encumbró eternamente. En la introducción a la edición de 1831, Mary explicó cómo la idea de Frankenstein le sobrevino viviendo en Escocia donde su padre le había envíado a vivir con la familia de otro radical, William Baxter. Los paisajes del entorno fueron los que hicieron a Mary imaginar su obra.
Pero fue unos años más tarde, en una villa cercana al Lago de Ginebra, donde Mary dio forma definitiva a Frankenstein. En 1816 Mary, Percy, su hijo y Claire Clairmont, hija de la segunda mujer de su padre, viajaron hasta Ginebra invitados por el poeta Lord Byron, quien vivió un romance con la hermanastra de Mary.
El grupo de filósofos pasaba el tiempo paseando por los alrededores de la villa y navegando por el lago. En sus veladas leían historias de terror. Un día Byron propuso que cada cual escribiera la suya propia. Mary escribió la suya a raiz de un sueño que había tenido. Nacía uno de los mitos del terror más conocidos de todos los tiempos.
La primera publicación de la obra fue anónima pero la firma de Percy en el prólogo de la misma hizo creer a todo el mundo que Frankenstein la había escrito él y no su mujer.
Una vida viajandoInglaterra, Francia o Italia fueron el hogar itinerante de la pareja. Pero tras quedar viuda, regresó definitivamente a Inglaterra donde se dedicó a su carrera como escritora y a su único hijo.
Los últimos años de su vida fueron un camino de sufrimiento causado por un tumor cerebral que terminaría con su vida en 1851. Tenía tan sólo 53 años.