Aunque suene a fotosíntesis (proceso por el cual las plantas transforman el CO2 en alimento y libera oxígeno) esto es posible. Y así lo estan haciendo en la startup Joule Biotechnologies, con un proceso que crea biocombustible a partir del dióxido de carbono y, para ello, utiliza la energía solar.
A este proceso lo han bautizado como Helioculture que, según sus desarrolladores podría crear 76 mil litros de combustible al año por cada cuatro mil metros cuadrados de tierra con el mismo costo que los combustibles fósiles.
El proceso consta de un convertidor, el cual, en sí es un caldo de agua gris con nutrientes y organismos modificados genéticamente que utilizan la fotosíntesis para secretar hidrocarburos que pueden usarse como combustible.
Las pruebas de laboratorio han sido exitosas, y Joule Biotechnologies está iniciando una planta piloto en el sur de Estados Unidos. Si todo sigue bien planean producir biocombustible a escala comercial para 2010.