Hace bastantes años nuevos que ya no me impongo resoluciones. He aprendido que si realmente estoy resuelta a conseguir algo (bajar de peso, aprender un idioma, entrenar para una maratón), puedo comenzar en cualquier momento del año. Ya me cansé de inscribirme en el gym el 1 de enero para dejar de ir… el 5 de enero. ¡Y seguir pagando la cuota mensual hasta abril!
Lo que me está empezando a gustar es asignar una palabra o frase que defina nuestra intención para el año.
Una intención para el año nos ayuda a poner prioridades, a tomar decisiones, a intentar un nuevo enfoque. Por ejemplo… “el año del descanso”, “el año del auto-amor”, “el año de la familia”, “el año de decir que Sí”, “el año de decir que No”.
He decidido que 2017 será mi “año de Crear Espacio Sagrado“. Esta intención es realmente multi-uso, se puede aplicar a todos los ámbitos, estos son solamente algunos ejemplos:
– Crear Espacio Sagrado en mi dormitorio: mi intención es hacer de mi dormitorio un santuario dedicado al descanso y la celebración de mi relación de pareja. Algunas ideas para crear “espacio sagrado” en mi dormitorio son eliminar todo aparato electrónico, usar solamente sábanas y almohadones de fundas color blanco, minimizar la cantidad de muebles y objetos, y dejar los zapatos fuera.
– Crear Espacio Sagrado en mi agenda: mi intención es reservar Tiempo para Mí. Una hora por día, 4 horas por fin de semana, un fin de semana cada 3 meses. Será mi Espacio Sagrado para dedicar a lo que me hace feliz. Pretendo defenderlo como una guerrera, y voy avisando desde ya a mi marido que ir a la peluquería es una necesidad, no un lujo, así que no cuenta en las “4 horas por fin de semana”.
– Crear Espacio Sagrado en mis mañanas: mi intención es despertarme 30 minutos antes que el resto de la familia y adoptar un ritual matutino, con unos minutitos de yoga, meditación, y té verde, para comenzar el día en calma sin ser interrumpida por ninguna vocecita de Pitufo o vozarrón de Dutch reclamándome. Voy a comunicar a mi familia que esa media hora será Sagrada para mamá.
La intención de Crear Espacio Sagrado la puedo realmente aplicar a muchos aspectos de mi vida, como mi hogar (que cada estante y cada superficie esté vacío o con objetos que tengan real significado y uso, ¡basta de clutter!), mis relaciones con los demás (quiero estar más presente en todo lo que hago con mi familia, si vamos de paseo voy a conectar mejor con mi hijo en vez de distraerme con el teléfono), en mis pensamientos (con más foco, más positivismo, en mi Espacio mental Sagrado no hay lugar par aautocríticas ni recuerdos de errores pasados), y en mi shopping (me preguntaré si cada cosa que voy a comprar contribuirá, o no, a Crear Espacio Sagrado en mi vida).
Pero en este post te quiero hablar en más detalle de cuánto tiene que ver la intención de Crear Espacio Sagrado con bajar de peso y vivir en bienestar.
Se dice comunmente que el Cuerpo es un Templo. Mi intención este año es recordar que mi cuerpo es Espacio Sagrado.
La comida es el combustible que hace mi cuerpo funcionar, y no quiero meterle cualquier cosa. Quiero comer sano. Quiero cocinar más, usando ingredientes puros y de calidad.
Ya no quiero cualquier cosa comprada en el supermercado, hasta la mayonesa tiene azúcar y conservantes: si tengo tantas ganas de comer mayonesa… ¿me atreveré a prepararla yo misma? Mi cuerpo es Espacio Sagrado, no quiero intoxicarlo con conservantes y aditivos artificiales.
Ya no quiero comida chatarra, prefiero ir menos a comer fuera, pero escoger buenos restaurantes. Ir a uno con estrella(s) de Michelin… es para mí una Experiencia Sagrada. ¡Totalmente lo opuesto que McDonald´s!
Ya no quiero contar calorías, quiero contar nutrientes. Quiero saber que lo que consumo le es de utilidad a mi cuerpo, asegurarme frutas y verduras de todos los colores, y que no me falten ni proteínas, ni carbohidratos, ni grasas de buena calidad.
Ya no quiero picotear cualquier cosa por la tarde. Mi cuerpo es Espacio Sagrado. Se merece que yo aprenda a reconocer cuándo tengo real, auténtica hambre, y cuando tengo ganas de comer por razones emocionales. Mi cuerpo merece que sacie el hambre de verdad con comida de verdad.
Quiero vivir el acto de comer como un Ritual Sagrado. Alimentarme es dar energía a mi cuerpo. Es un momento que merece que le dediquemos tiempo y nuestra presencia consciente.
Cómo comemos es tan o más importante que lo que comemos. Piensa en una almendra, un ingrediente natural y sano. ¿Cómo se siente tu cuerpo si te tragas una almendra casi sin masticar? Por empezar, te lastimaría al tragar, y tu cuerpo no aprovecharía de manera óptima los nutrientes.
La digestión comienza en la cabeza, la primera etapa de la digestión se llama “fase cefálica”. El cuerpo se prepara para el consumo y la digestión a través de la vista, el olfato, el gusto, el pensamiento, que estimulan el cerebro (¡y por eso es importante comer con placer lo que te guste!). El estómago no tiene dientes… la boca tiene que hacer bien el trabajo de masticar, la digestión comienza realmente del cuello para arriba.
Mi cuerpo es Espacio Sagrado, se merece comida bien masticada y disfrutada a consciencia.
Quiero darle a mi cuerpo el movimiento que se merece. Mi cuerpo es Espacio Sagrado, no es justo que lo tenga todo el día culo en silla tipeando en un ordenador.
Quiero Crear Espacio Sagrado para prestar atención a las señales de mi cuerpo y descubrir qué me hace sentir bien. Como una buena caminata al aire libre, aunque sean solamente 20 minutos. Como estirarme por la mañana y por la noche. Como sacudirnos como un perro mojado o bailar el twist como locos con mi Pitufo.
Quiero Crear Espacio Sagrado para rituales de mover el cuerpito: que la caminata después de comer sea Sagrada, que esos minutos de Yoga por la mañana sean Sagrados.
Con este post quiero inspirarte para que te conviertas en una guerrera de tu propio auto-cuidado y bienestar. Que defiendas tu derecho a tomar tiempo para tu clase de zumba, de yoga, o tus horas de salir a correr (¿ya has visto el programa Del Sofá a los 5km?).
Que busques sentirte Divinamente de manera Sagrada cada vez que sientes a la mesa – incluso estos días de fiesta. Incluso durante la cena y el brindis del 31. Espacio Sagrado, sacerdotisa.
Recuerda que Crear Espacio sagrado es intencionalidad, es estar presente, es hacer de cada rincón de la casa un altar, y de cada momento un ritual.
No te abrumes, el año es largo.
Empieza de a poquito.
Empieza por un estante, sigue con tu ritual matutino, continúa con el desayuno.
Empieza pensando cómo puedes Crear Espacio Sagrado en cada lugar, y en cada situación.
Y luego, a ponerlo en práctica.
Muy feliz año nuevo 2017.
Cuéntame en los comentarios, ¿has asignado alguna intención al 2017? ¿me acompañas en el Año de Crear Espacio Sagrado? ¿Tienes alguna idea para comenzar a Crear Espacio Sagrado en tu vida?